Confesiones
«Había sido una tonta al haberse acostado con éste grandísimo estúpido», pensó. «Ahora nuevamente estaba sola, pero está vez no iba a refugiarse en una persona que no la valorara, así que como estaba era mejor»
Los recuerdos de la noche anterior volvieron a su mente, fue intenso lo que sintió con este desconocido, jamás el idiota de Peter la llevo al cielo de esa manera, lamentó no haber tenido su primera experiencia con un hombre como el de esa noche, se reprendió por tener éste tipo de pensamientos, entonces decidió sacar lo poco que había comprado para decorar su departamento, que era muy pequeño, de una sola habitación, baño y cocina, allí vivía desde que su madre había fallecido.
Se concentró en la navidad que estaba muy próxima, en lo que quería lograr al decorar, ya había decidido que descansaría esas semanas y luego buscaría trabajo. El tiempo pasó rápido, como ella no era fiestera, no extraño ninguna reunión social, su amiga Lotty por estas fechas se iba con su abuela que vivía al otro lado de la ciudad, apagaba su cel para evitar salir y trabajar, ella se dedicó a ver todas las películas que pudo, durmió y descansó a más no poder.
Ya empezando enero empezó a sentir que su cuerpo estaba algo descompensado, mucho mareo y náuseas, entonces pensó en su amiga Lotty y su resfriado, aunque había pasado mucho tiempo, quizás el estar de vaga la estaba enfermando, decidió no darle importancia a lo que sentía, lo mejor era empezar a buscar un empleo antes que gastará todo el dinero que tenía ahorrado.
Mientras, el ánimo de Evan había cambiado drásticamente, no se sentía con ánimo de salir a fiestas, así que después de la oficina, volvía a su casa para encerrarse en su despacho a pensar en la “scort” de aquella noche.Terminaba maldiciendo, pues no tenía idea de cómo sacarse a esa mujer de la cabeza.
—«¿Y si la volvía a ver?» pensaba, quizás así se le pasaba la obsesión que tenía con esa mujer, marcó el número, pero siempre sonaba apagado y cerraba la llamada.
Para Evan fueron las peores fiestas de su vida, no quería salir, a pesar de que sus amigos se esforzaron por invitarlo a cualquier evento, él que siempre era el que los buscaba,todo había cambiado, esta vez se veía aburrido y amargado, él hacía el intento,respondía a las llamadas de sus amigos y salía, pero después de estar un rato, terminaba abandonando el lugar. Uno de esos días Mike lo llamó:
—¡Hola amigo! ¿Qué está sucediendo contigo? Están circulando rumores sobre tí—dijo Mike.
—¿Rumores? ¿Qué tipo de rumores?— preguntó Evan.
— Pues, que si te volviste aburrido, que estás viejo, que una mujer ahora te controla — respondió Mike.
Éste hizo un gesto despectivo con sus labios y se alzó de hombros para responder:
— ¿Tú crees que a mí me importan los rumores? ¡Dejalos que hablen! Ninguna de las tres que mencionaste, son ciertas, lo que sucede es que no tengo ganas de fiestas.
— ¡Si no te conociera te creería, pero realmente a tí te pasa algo mi amigo! No lo voy a discutir por teléfono, así que iré a verte en un rato y vamos a aclarar eso.
Mike había cerrado la llamada y de inmediato salió para la casa de Evan. Éste que estaba en su despacho como era habitual ahora lo recibió con el ceño fruncido.
— ¡A mi no me vengas con cuentos, te conozco desde que somos niños, así que dime; ¿qué es lo que te está pasando Evan Bragg?
— Ya te dije…—comenzó a decir.
— ¡No, no, no! ¡Echa pa fuera Evan, ¿Acaso no somos amigos? Siempre hemos compartido nuestros temores; ¿Por qué ahora estás tan hermético?
Evan se rascó la cabeza, suspiró y se preparó para exclamar:
—¡La “escort” no sale de mi cabeza, maldita sea! No tengo ánimos de salir, solo quisiera verla una vez más, amarla como esa noche, mi amigo; ¡creo que esa mujer me hechizó!
Mike abrió los ojos como platos por la sorpresa y dijo:
— A ver, a ver, ¿qué fue lo que pasó exactamente esa noche? ¡No puede ser que te hayas enamorado de esa chica en una primera sesión de sexo!
Evan empezó a caminar de un lado a otro al decir:
— ¡Eso es lo que me molesta Mike, que sí, esa mujer me gustó demasiado! La tengo clavada aquí— dijo señalando su cabeza— y aquí — señaló ahora su corazón.
Mike no podía creer aquello que su amigo le confesaba y le dijo:
— ¡Si que te dió feo, feo! ¡Si no lo estuviera viendo, la verdad no lo creería, tú, que te gusta la variedad al escoger a tus parejas, ahora pensando en una única mujer! ¡Además es una “escort”, no es una mujer para tí, debes erradicar eso que sientes ahora!
—¡Lo sé, ¿por qué crees que siento tanta rabia? Necesito tener una borrachera descomunal para olvidar a esa mujer Mike— suplicó Evan.
—¡Ya te perdiste la celebración de navidad! Ahora busquemos una hembra que te ayude a sacarte a esta otra de la cabeza, del corazón no creo, no pudo haber anidado en tí tan pronto— aconsejó Mike.
— No me lo perdí, estuve con mis padres y hermanas en la cena familiar— se justificó él.
Mike movió su cabeza en un gesto de incredulidad y dijo:
— De seguro te recibieron como si te hubieras vuelto loco, conociéndolos, tu nunca fuiste amante de esas celebraciones en familia. Definitivamente mi amigo, esa mujer debió echarte algo en la bebida, estás irreconocible.
— ¡Si sigo así, me voy a volver loco!— dijo Evan — ¿Qué hago?
El otro soltó una bocanada de aire y respondió:
— Dicen por ahí, que un clavo saca a otro clavo, algo se me ocurrirá.
En ese momento sonó el teléfono de Mike, éste miró la llamada y dijo:
— Es mi madre, dame un segundo.
Atendió la llamada, después de un minuto de conversación, se volvió hacia Evan diciendo:
— ¡Llegó tu salvación!
Éste lo miró arrugando el entrecejo para decir:
—¡No me digas que tú mamá es mi salvación!
—¡No, claro que no! Debo ir al aeropuerto a recoger a una ahijada de mi madre que viene a estar una temporada en casa, de niña era bonita, no sé si la recuerdas, Sandy, estuvo algunas veces por casa, era muy pequeña, pero ahora es una mujer de veintitantos, mira la foto que me mandó mi madre— dijo Mike, mostrando su celular.
— ¡Nada mal! Sí, quizás está ahijada de tu mami, me ayude a sacar a está enfermedad, llamada Lotty, de mi cabeza.
— ¡Así se habla! Bueno vamos hasta el aeropuerto, llega en media hora su vuelo, mi madre no podrá ir, así que me toca a mi hacer de anfitrión.
Así se dirigieron a cumplir la tarea de recibir a la chica que vendría por una temporada a casa de los padres de Mike.
Pronto estuvieron allí, pendientes de reconocer a la muchacha llamada Sandy.
La vieron venir, una verdadera hembra, con curvas por todos lados, un cabello rubio que opacaba al sol, ojos tremendamente azules, detrás de unos sofisticados lentes de sol, los bajó, cuando vió a los dos hombres acercarse.
— ¡Caray! La Madrina me dijo que vendría a recogerme Mike, pero no me dijo que mandaría a dos opciones para que yo escogiera, ¿Cuál de los dos es el que me llevará a casa?
Los dos hombres habían quedado impresionados con la belleza de aquella muchacha y respondieron al unísono:
—¡Los dos!
Ella mostró sus perfecta dentadura en una espléndida sonrisa para decir:
—¡ Oh, oh! ¡Eso suena interesante! ¿Los dos son Mike? ¿O los dos me llevarán a casa?
Entonces Mike, dió un paso adelante para presentarse a la chica:
— Soy Mike, no se si te acuerdas de mí, él es mi mejor amigo Evan, y sí, los dos te llevaremos a casa.
— Eso está mejor, un gusto Mike, soy Sandy Gold; ligeramente me acuerdo de tí, un placer saludar a ambos, han sido muy amables al venir por mí,—dijo al ver que no se movían—¿podemos irnos ya?