Peter Wilcox

1462 Palabras
Peter Wilcox Catalina alzó la barbilla desafiante apara responder: — El señor Peter Wilcox fue mi novio,si desea saber porqué ya no, es porque un día descubrí que estaba casado y con hijo, así que decidí terminar mi relación con él al descubrir el engaño. El rostro de Peter se tornó rojo, pero no de la vergüenza, si no del enojo que sintió, exclamó: — ¿Tienes que ser tan sincera siempre Catalina? — Lo siento, es herencia de mi madre, ¿que podría decir? ¿Qué somos amigos? No, porque no lo somos— dijo mirando desafiante a Peter— Señor Bragg, si no me necesita para más nada, voy por su encargo. Este asintió con la cabeza, pero miraba a Peter, cuando ella desapareció, lo enfrentó diciendo: — ¿Engañaste a mi asistente haciéndole creer que eras soltero, Peter? El otro suspiró ruidosamente y se justificó diciendo: — Un engaño como tal, no fue, ella debió sospechar, solo nos veíamos dos veces, las mujeres son intuitivas, lo que pasa es que ésta, se hace la mosca muerta. Evan movió su cabeza desaprobado al hombre y dijo: —¿Y Katty? ¿También es mosca muerta? O ella si sospechaba y te enfrentó. — ¡No, ella no sabe nada, y que no se te ocurra decir algo! ¡Me mata, Evan!— dijo descaradamente Peter. — Aún sigues siendo tan tarambana como siempre primo, pensé que el matrimonio te haría ser más serio, pero no cambias— fue la respuesta de Evan. — ¿Vas a creer en esa mujer? Solo desea perjudicar mi relación contigo— dijo Peter. — ¡Eres un cínico primo! Acabas de admitir que si salías con ella y ahora dices que te quiere perjudicar; ¡no me jodas! ¡La verdad si no fueras mi familia te mandaría a la mierda!— respondió Evan decepcionado. — ¿Si vas a darme el préstamo verdad?— rogó éste— mira que tengo un hijo y la estoy pasando mal, primo. —¡Lo que estás viviendo son las consecuencias de tu mala cabeza, solo vives para él juego y las mujeres, botaste toda tu herencia por sinvergüenza, Peter!— le reprendió Evan con enojo. — Te aseguro, que está vez, haré bien las cosas, amo a Katherine, no quiero perderla, también a mi hijo, sabes que soy un profesional del marketing, dame la oportunidad primo— rogó Peter. Evan se rascó la barbilla y después de unos segundos que al otro le parecieron eternos respondió: — Te aseguro que voy a pensarlo, esa idea que tienes en mente puede reportarte un buen capital, pero necesito que el préstamo que voy a darte para invertir en tu negocio me lo devuelvas, voy a redactar unas cláusulas y si me fallas primo, te juro que te voy a mandar a la cárcel por ladrón. —No tendrás quejas de mí, lo del juego ya quedó atrás y las mujeres, bueno, Catalina fue la última amante que tuve, seré más fiel que un monje— prometió Peter. — ¡Eso no te lo crees ni tú mismo! Quédate tranquilo, mañana nos reunimos para finiquitar lo del préstamo. Al día siguiente, Evan se reunía con su primo en un lugar neutral para hablar de su propuesta de emprendimiento. —Peter estaba pensando mejor las cosas, y me dije: «¿Por qué mejor no tener a este hombre que tiene tantas ideas en marketing y publicidad y usarlo para mí empresa? Así que te propongo, ser el CEO encargado de toda la publicidad y promoción a nivel de marketing de mi corporación por un sueldo exorbitante que te ayudará a vivir como siempre has querido y nos expandimos juntos; ¿Qué te parece? Él se quedó mirando por unos segundos a Evan y luego respondió: — La idea me parece genial, pues si es así, mejor, no tendría la presión de tener que devolver el préstamo y podría ahorrar de mi sueldo para arriesgarme después, sí, es que lo deseo. — ¡Perfecto entonces! Mañana mismo empiezas, hoy mando a acondicionar tu oficina— dijo Evan emotivo. Estrecharon las manos en un acuerdo entre caballeros, que lejos estaba Peter Wilcox en serlo, pues apenas se despidió del primo, hizo una llamada. — Las cosas salieron tal y como lo pensé, sabía que mi primo no me daría el préstamo, no iba a arriesgarse a que lo estafara nuevamente, cayó redondo en la trampa, la idea del marketing y publicidad lo atrapó— dijo Peter. — Es que tú eres muy bueno en eso, hay que reconocer ese talento en tí— dijo la voz del otro lado de la línea— entonces ya que estás dentro de la corporación, empecemos con el negocio que tenemos en mente, te aseguro que en un año estarás con dinero a manos llenas . El primo de Evan sonrió con astucia y satisfacción, una nueva etapa se abría para él, se sentía feliz de haber hecho un excelente negocio, «ahora sí que podía sentirse millonario» pensó: — «El tonto de mi primo, nuevamente cayó en mis manos, pero ésta vez seré más astuto, te aseguro que te sacaré todos los millones que pueda, hasta exprimirte como un tubo de dentrifico». Rió para sus adentros, salió con las expectativas a mil por segundo, está vez si que sacaría ganancias de sus ideas. Evan mientras, había contratado personal de decoración para que la oficina que iba a ocupar su primo fuera digna de un ejecutivo de su envergadura. Tal como lo prometió al día siguiente, Peter Wilcox entraba en la corporación con todas las ganas de realizar sus propuestas. Catalina al entrar esa mañana no tenía idea de que tendría a su ex, merodeando cerca de ella, pues éste, apenas la vio entrar, se dispuso a molestar a la chica. Ella escuchó que alguien llamaba a la puerta de la oficina, le extrañó tener una visita tan temprano, pero se dispuso a pulsar el botón para que quien estuviera allí, pudiera entrar. Dejó su oficina con la puerta corrediza entreabierta, y allí estaba Peter, con su sonrisa espléndida, invadiendo su espacio de trabajo. Al verlo no pudo evitar exclamar: —¡Tú otra vez! ¿Qué se supone que buscas ahora por acá? Él sonrió maliciosamente solo para responder: — Para tu información, ahora soy parte de ésta empresa, mi primo, Evan Bragg, reconoció que me necesita para futuras estrategias de marketing, en donde yo me muevo como pez en el agua y ahora soy el CEO a cargo de esos negocios. Ella puso cara de desagrado y él con ironía dijo: — Como podrás ver; no podrás deshacerte de mí cariño. Ella muy tajantemente respondió: — ¡Ya me deshice de tí Peter! El hecho de que estemos en la misma empresa no significa nada, necesariamente no tengo que estar viéndote a cada rato, y si no tienes más nada que hacer, o decir, te agradezco que me dejes trabajar, ¡tengo mucho que hacer! ¡Con tu permiso! Lo empujó fuera de la oficina, cerrando con seguro la puerta corrediza, a éste no el quedó más remedio, que salir rumiando su frustración; cuando iba llegando a su lugar de trabajo, vió venir a Evan y decidió esperarlo para decir: — ¡Buenos días! ¡Ya estoy acá primo! Ví que mi oficina, está maravillosamente ,ambientada a mi gusto,se ve que me conoces; ¡gracias por el esmero!— se veía sincero al decir ésto— fui hasta tu oficina, pero tuve que devolverme, pues no estabas allí. Evan le saludó con un abrazo y respondió: — Gracias primo, de verdad que estoy contento de que estés sentando cabeza, bienvenido a la empresa— ven acompáñame a mi mol lo oficina, necesito hablar contigo. Éste se extrañó de la invitación, «se preguntó de qué quería hablar Evan con él», pero no dijo nada y lo siguió. Evan al llegar notó que Catalina estaba encerrada bajo llave en su oficina, le extrañó, pero no dijo nada, solo se sentó y de inmediato comenzó la conversación con Peter—Evan comenzó diciendo— Hablemos de mi asistente, ¿Por qué te enredaste con una mujer como ella? Cuando la conociste, ¿trabajaba en lo que hace ahora? El hombre pestañeo varias veces, no se esperaba aquella pregunta, su rostro se veía confundido se mostró extrañado ante Evan y respondió: — La verdad, ahora que lo preguntas, no sé cómo terminé enredado con ella, la ví una noche en un antro, esperaba a alguien, empezamos a hablar, un tiempo después empezamos a salir hasta que terminamos en la cama, y sí, siempre ha trabajado en lo mismo, que yo sepa; ¿Por qué?— respondió el hombre.
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