—¡Te lo dije George! —dice Fabiola muy animada, después de salir de la reunión de empresarios—, que tenías que llevar esta chica bella, para que tuvieras éxito en la reunión. —Tengo que reconocer que te necesito en mis negocios —dice George muy entusiasmado por los resultados de la reunión, donde se tomó algunas copas. —¿Seguro que me necesitas solamente en tus negocios? —pregunta Fabiola con cierta ansiedad— ¿no has revisado en tu corazón, a ver si hay algún rinconcito donde se pueda refugiar esta pasión que siento por ti George? —No puedo negarte Fabiola, que has logrado que me sienta muy a gusto en tu compañía; has venido haciéndote cada vez más necesaria en mi vida —dice George tratando de ser muy sincero con ella— pero tambien tengo que decirte que Mirla sigue en mi corazón; quisie

