4 CRISTOBAL
―Por qué está aquí ―pregunta con su voz temblorosa y mirándome fijamente.
―Porque quiero ―Le responde Nikolay sin retroceder
―Ninguno de los dos, te dejaremos sola― declaro firme.
―Ustedes, ustedes dos son unos tontos… ―su celular suena e interrumpe sus palabras.
Em, saca su celular del bolsillo de su pantalón y al mirar quién llama sus manos comienzan a temblar, pero ella se queda tan quieta que estoy temiendo se desmaye de un momento a otro, la llamada es insistente se corta y vuelve enseguida.
―Deberías atender ―indica mi amigo acercándose, pero ella se mantiene en el mismo sitio solo sosteniendo el celular en su mano mirando la pantalla.
Me acerco y veo que indica número desconocido, así que no se ve quien podría estar llamándola.
―Es él ―murmura mientras sus lágrimas recorren su rostro ―te dije que me encontró ―me reclama mirándome con terror, el corazón me late fuerte y mi ira aumenta por saberla tan indefensa y aterrada.
―Atiende ―ordeno con voz firme
―No ―dice mientras niega con su cabeza y aprieta su celular más fuerte como evitando que se lo quitemos o que la llamada conecte.
―Tienes que parar esto, Em, no puedes seguir corriendo detente ―le exijo ―detenlo, páralo ya dile que no le tienes miedo que se aleje porque lo lamentara él, se fuerte yo estoy contigo ―me acerco y la tomo por lo hombros mientras culmino mi declaración ―Lo enfrentaremos juntos, no estoy yéndome a ninguna otra parte que no sea aquí a tu lado.
―No puedo ―contesta mientras se encoje un poco haciendo que la suelte ―nada lo parará, vendrá, lo sé ―grita mientras empieza a ver a todos lados buscando la manera de salir, entonces su celular nuevamente empieza a sonar y es peor su reacción, gira frenéticamente y suelta el bolso donde guardo sus cosas antes.
―Tienes una orden, úsala.
Em se voltea fijando su mirada en mí, y una risa histérica surge de sus labios dejándonos asombrados.
―Esa mierda no sirve de nada, solo es válida en Soul City ―desesperada me grita ― sabes que las leyes son tan vacías que en muchos casos de acoso la victima termina siendo la perjudicada ―ese pedazo de papel no sirve fuera de Soul.
―Pero tiene una restricción de salida de Soul City, tú me lo dijiste ―le recuerdo pero sigue negando llorando sin parar.
―Se la anularon ―grita, mientras el celular sigue repicando ―un maldito juez le anulo la única posibilidad que tenia de mantenerlo lejos, mierda, Cristóbal las leyes son una cadena rota, tienen fronteras y además caducidad, que tan estúpido se debe ser para quitar a un ser así una restricción de salida del estado.
―Colocaremos una aquí ―declara Niko, que se mantenía al margen ya que es solo hasta ahora que se entera de todo lo que sucede con Emy.
―Debo irme, por favor no me retengan más, quiero irme ya ―desgarra su garganta y entonces todo queda en silencio, hasta que todos reaccionamos al escuchar su móvil soltar un pitido, por lo que se ve un mensaje.
―Léelo ―la voz de Nikolay se escucha profunda y Em solo mueve muy lento su cabeza en negativa ―Hazlo ―con manos temblorosa desbloquea su teléfono y busca el dichoso mensaje.
Lo hace revisa el mensaje y de pronto este cae de manera rápida de su celular y un grito sale de su garganta, mientras Nikolay se apresura hacia ella yo voy a recoger su móvil y leo el mensaje.
―Maldito Bastardo. ―Lo maldigo mientras miro nuevamente el mensaje:
1, 2,3 ya te encontré puedes correr pero de mí no te lograras esconder
1, 2,3 Emy, que se esconde en casa de su amigo Cristo
Ninguno de ellos dos te puede proteger, se irán igual que Miguel
Raudo me encamino hacia el balcón que da a la vía principal y la calle se ve totalmente sola, no hay ni autos detenidos en las orillas, miro alrededor pero el único edificio más alto es este. Lo demás son pequeños o casas de dos pisos. Sin conseguir algún indicio me devuelvo a la casa, Nikolay la tiene sujeta por su cara y la obliga a mirarlo mientras su espalda descansa en la pared que hace separación de la pequeña sala al área de la habitación.
―Lo vamos a denunciar ―anuncio decidido a quitar a ese maldito de su camino.
―No va servir de nada, los va a lastimar
―Entonces el terminara preso por lo mínimo ―le aclara Nikolay
―No lo hará, ya salió libre una vez, ahora le quitaron la restricción y puede acercarse a mí tranquilamente, me volveré a quedar sola sin nadie y no quiero que nada le pase a ustedes.
―No nos pasará nada, por qué no confías en nosotros, no te vamos a dejar sola, no ves que no estamos alejándonos como el tal Miguel ese ―Comenta Nikolay
―Él no me dejo ―de pronto la puerta suena y hasta yo me tenso, no espero visitas y Cindy ni me ha llamado , entonces ella gime de terror y voltea con sus ojos ampliamente abiertos hacia el balcón y enseguida mi cerebro hace clic.
―Sujétala ―grito hacia Nikolay que reacciona a tiempo y la atrapa a dos pasos del balcón.
―Qué crees que ibas hacer Emy Mantis, lanzarte por el balcón, estamos en un décimo piso, carajo ―le grito desesperado, Nikolay busca su cara tomándola por la quijada con su mirada asombrada por lo que poco sucede
―No estás sola, te protegeremos y nos estamos alejando de ti ni por todo lo que pase de ahora en adelante, él no nos puede hacer daño.
―Sí puede, sí, si puede ―llora y coloca sus manos sobre los brazos de Niko como buscando de sostenerse ―Él lo mato, mato a Miguel y nadie hizo nada, lo dije a la policía y solo pensaba que mentía, no encontraron ni una sola pista, hasta yo fui investigada y retenida mientras aclarecían todo, lo único que logré fue que al salir casi me matará y aunque no lo logró solo conseguí una orden de alejamiento y restricción de salida del estado, unos cuantos meses detenido en lo que corrí lo más lejos que pude.
»Sabe que estoy aquí, sabe que ustedes están conmigo y por supuesto sabe que no hay quien lo detenga, ¿no lo ven? ―llora más fuerte ―los va a matar.
Mierda es demasiado surreal todo lo que nos cuenta y sé que mi amigo está más impactado aun por recién enterarse de todo y de esta forma. Cuando sus piernas seden Nikolay la sostiene y la lleva junto a él hasta el sofá y allí la sienta sobre sus piernas abrazándola, mientras le murmura que todo estará bien. Y yo pienso en cuál es el siguiente paso.
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Una hora después Em, está dormida en el sillón y nosotros tomando café mientras vemos cuales son las opciones que tenemos, no supimos quién tocaba la puerta porque en lo que quisimos verificar no había ya nadie.
Hace poco llego otro mensaje del malnacido ese ahora enviando la ubicación de mi casa, buscando manipularla, por eso en unos minutos llamare a mi tutor de tesis para que me asesore y ver si entre sus contactos podemos colocar el caso y también generar otras acusaciones más, ponerle peso a este desgraciado que solo se dedicó a maltratar un alma tan bella como la de Em.
Un rato después Em, ya se ha levantado se ha tomado un té y Nikolay la sostiene de las manos a su lado, me coloco frente a ella y pongo mi mano en su rodilla.
―Em ―la llamo suavemente ―De verdad piensas que haber saltado hubiese sido lo mejor ―cuestiono y ella solo me ve su mirada llena de dolor me da en el estómago ―No ves que nosotros sufriríamos si tú haces algo como eso ―no se mueve creo que ni parpadea.
»Iremos a la comisaria apenas lleguen los oficiales, colocaremos la denuncia y te puedes quedar aquí…
―Oh, venir conmigo mientras, Cristo, trabaja luego estarías en clases y no tendrás problema para volver, nos arreglaremos. Estás de acuerdo ―Consulta él con suavidad.
―No quiero que les pase nada por mi culpa ―susurra mientras su llanto se hace presente.
―No es tu culpa, Em, lo cierto es que solo eres una víctima más ―me levanto y su mirada me sigue hasta que volteo dejando salir el aire.
»Ya es malo que otra persona maltrate a otra, que la acose, persiga que no la deje vivir en paz, que sea egoísta no pueda verla feliz sin ella. Pero es mucho peor que sea la persona quien se supone debía defenderte el mismo que te maltrata, los padres deberían ser los héroes del cuento no los villanos.
Sus ojos se iluminan mientras reflexiona mis palabras y es que Stephen Mantis, es un desgraciado que debieron castrar cuando nació.
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Saliendo de la comisaria y dejando ya la denuncia puesta nos vamos a la casa de Nikolay, no queda lejos de la mía, solo que si es una casa de dos pisos, patio grande adelante y atrás, vive solo porque es la herencia de sus padres que fallecieron hace unos seis años, es un tema que nunca hemos tocado y que yo siendo poco partidario de hacer sentir mal a otros no le interrogo.
Cuando me doy cuenta son las cuatro de la tarde mi turno empieza a las seis así que me decido llamar a Cindy porque no he sabido nada de ella en todo el día y ya con Em resguardada puedo centrar mi atención en ella.
Marco su número y al segundo tono atiende:
―Amor.
―Hola, Princesa, ¿te desperté?
―No, Amor, estoy terminando los cambios al informe, por eso no te he llamado.
―Imaginé que estabas ocupada o descansando.
―No, me levanté a las once, y tú que has hecho, Amorcito.
―Llegue a la casa y dormí, luego vinieron Em y Niko y los ayude con unos trámites.
―Ujum, y esos dos ahora andan juntos, no que Emy no podía verlo.
―No lo sé, pero eran cosas distintas solo que coincidimos por mi horario disponible.
―Ah, ya bueno, a qué horas entras.
―A las seis.
―Son las cuatro y media, quieres venirme un rato.
―Sabes que sí. Quieres que te lleve algo. Hoy es tu día de comida chatarra o ya lo has pedido.
―No aún no he pedido nada.
―Qué quieres, Princesa
―Trae comida China, y helado de ese que me gusta, el que trae galletas.
―Sí, sé cuál es. Creo que en media hora o cuarenta minutos estoy allá.
―No tardes, Amor, ahora me ha dado hambre.
―No lo haré.
Me dirijo al restaurante de comida china que sé le gusta, hago un pedido variado con todos sus favoritos y mentalmente saco la cuenta de lo que necesito cubrir este mes en gastos, aunque luego recuerdo que puedo relajarme un poco ya para el próximo veré. Hago mi segunda parada con el helado y lo que más me gusta de esta heladería es que te colocan el helado en un recipiente donde se mantiene en su temperatura y llega perfecto.
Me mantengo en el canal rápido para reducir el tiempo de llegada y así poder pasar más tiempo con ella, cuando estoy en el portón espero poco, y acelero para llegar hasta la entrada de la casa, bajo las compras y me dirijo hacia la puerta, luego de tocar la señora que ayuda allí me abre saludándome cortes.
No necesito que me digan hacia dónde ir, se me el camino perfectamente, admiro como cada vez que vengo la casa y me gusta la ingeniosa distribución que tiene como diría Em, mi vena creadora despierta.
Llego a la que sé es su área, diría habitación, pero una habitación no tiene una sala de recepción, una de estudio, una donde hay un inmenso TV, sofás, bar y sistema musical. Toco y Cindy vestida en camisón blanco de encaje me abre la puerta, hay una música suave que se a ella le encanta y la hermosa luz de la tarde ilumina los espacios.
―Hola, Princesa ―le digo cuando fija su mirada en.
―Hola, Amor ―responde mientras se me acerca y busca mis labios para darme un beso de esos que me dejan hechizado de los que me tienen rendido a su pies.
Cuando nos separamos nos movemos a la sala donde una mesa para seis personas se encuentra ubicada, cerca de una de las puertas hacia la pequeña terraza que recorrer el ancho completo de la habitación, las cortinas en encaje blanco dejan traslucir la claridad externa.
―Muero de hambre, Amor ―comenta mientras yo voy desempacando la comida.
―Quieres plato o comerás en el envase.
―Plato, Amor, sabes que no me gusta el olor de esos empaques ―comenta mientras yo me muevo al gabinete oculto en la pared para sacar los platos.
―¿Vino? ―aprovecho de preguntar para hacer una sola búsqueda.
―Jugo ―entonces tomo el vaso y la jarra de jugo.
Preparo todo mientras ella mordisquea un jojoto chino, cuando todo está servido me siento al lado de ella y dejo su plato frente de su puesto.
―Buen provecho, Princesa ―me acerco y le robo un beso, uno de esos que tanto nos gustan en los que perdemos la noción de todo hasta de nosotros mismos.
―Igualmente, Amor ―murmura al separarnos y entonces se levanta y se sienta en mis piernas moviendo mi plato hacia la derecha y el suyo a la izquierda para comer así juntos y su delicioso aroma me enloquece, sé que esta mujer me va a matar.
La comida es una tortura, ella come despacio y hace movimientos leves de su cuerpo sobre el mío, estirándose a agarrar un poco más de pollo o simplemente fingiendo acomodarse en mi regazo, no hay ni qué dudar que estoy firme y excitado a los pocos segundos que los gemidos de deleite al probar la comida me hacen tensar la mandíbula mientras trato de tragar sin ahogarme.
Para cuando terminamos y dejamos todo en el centro de la mesa, me jala hacia el sofá de la sala de entretenimiento y allí se sienta sobre mí con sus piernas abiertas dejando entre estas las mías.
―Amor
―Sí ―respondo escueto porque sus manos están recorriendo mi pecho, su aroma nubla mi olfato y su cálido cuerpo envuelve el mío.
―Este fin de semana los chicos irán al club, y quisiera que me acompañaras, sé que es tu fin de semana libre, así que te parece si lo aprovechamos y nos vamos con ellos, nos quedamos en la cabaña de papá y tenemos tres noches con tres días para nosotros dos.
Mierda, es lo primero que pienso con el tema de Em, no sé si podre alejarme lo suficiente y dejarlos solos con esto, trato de buscar una manera de decirle que no puede ser, pero mi mente se nubla cuando sus manos desabrocha cada botón y suelta mi cinturón.
En segundos estamos desnudos mientras nos devoramos las bocas entre besos demandantes y su cuerpo sube y baja sobre el mío ayudado por mis manos que la sostienen por sus nalgas para ayudarla con sus movimientos mientras la estancia se llena de gemidos, gruñidos, exigencias nuestros nombres y un desborde de satisfacción.
Cindy se coloca una bata mientras yo termino de secar mi cabello con la toalla para evitar el exceso de agua, me abraza y yo la veo desde mi altura acurrucada a mi pecho devolviéndole el abrazo.
―Gracias, Cris, por cuidarme y amarme ―dice mientras deja besos cortos sobre mis labios entre palabras ―pasaremos un fin de semana extraordinario ya lo veras.
Solo atino asentir con mi cabeza sé que ahora no puedo negarme y debo buscar resolver el tema de Nikolay y Emy para poder ir con Cindy se generar una explosión nuclear en ella.
Resignado solo le sonrío y respondo su beso, para luego tomar camino hacia el supermercado. Ojala mi final del día no empeore. */*/*/*/*/*/*
Al llegar al supermercado, el suplente de Nikolay en su día libre, me entrega las novedades así que encaminándome hacia la ahora limpia oficina decido coordinar la organización de todo el espacio iniciando por deshacerme del horrible sofá que ese encuentra allí, en cambio hago una lista solicitando una mesa para doce personas y pido cambiar los colores de las paredes son horribles un color vino que me revuelven el estómago, cambio la silla donde el apestoso se sentaba tratando de no tener nada que ver con lo que el haya usado, me repugna solo de pensarlo.
Nuevamente mando a limpiar los estantes y una vez se enciende el aire central cierro las ventanas, Eduardo nuevamente me ayuda a subir los documentos y ahora a colocarlo en su lugar, revisamos el equipo computador y decido chequear mi correo, respondo unos a los profesores, unos de la empresa y envío la solicitud al área de infraestructura para pedir lo que requiero, también al de suministro y entre ordenar y pedir lo que nos hace falta se va gran parte de la tarde.
Entra la noche comparto el refrigerio con los chicos así como les cuento a todos lo de las bonificaciones y también que debemos esperar que informa Santana de todo este tema.
Ellos se muestran tranquilos y me indican que esperaran como lo sugiero, al retomar las actividades, reviso mi celular y veo un reciente mensaje de Chat directo con Cindy lo abro y puedo jurar que se me para el corazón de ver leer y ver la imagen que me envió.
Hay una nota de voz, pero decido escuchar con la puerta cerrada porque otras veces lo ha hecho y sé el estilo del contenido.
La dulce y seductora voz de mi novia llena mis oídos y me hace erizar la piel mientras su relato va haciendo que mi necesidad crezca, mi respiración se agita y sin darme cuenta cierro los ojos con la imagen de la foto que recién me envío en mi mente y sus dulces gemidos inundando el ambiente, decido dejar esto para luego ya que no estoy en lugar adecuado para ir caminando con una erección por los pasillos o atendiendo clientes.
Respiro y le mando una nota de voz donde mi tono evidencia la perturbadora excitación que presenta mi cuerpo.
Eres una Princesa malvada, haz logrado hacer que solo quiera salir de aquí ir por ti y pasar toda la noche haciéndote gritar mi nombre, mientras me suplicas por más…
Su respuesta no se hace esperar:
Espero que cumplas con tu promesa, porque mis manos no me complacen tanto como lo haces tú, Cristo.
Mierda ahora si será unas cuentas horas en desesperación y lo peor es que no sé cómo hare mañana cuando la vea al buscarla, me sentiré tentado de parar el auto y tomarla allí mismo a un lado del camino.
Entonces un pensamiento me embarga por completo la mente, realmente necesito un auto más grande y moderno, de ser posible que tenga los vidrios polarizados para poder darle rienda a nuestros encuentros en ocasiones como está.
Me levanto bufando mientras trato de regular mi respiración y me encamino al ahora si baño que al entrar me da una muy buena sensación de limpieza y privacidad, lavo mi cara y resoplo regulando la tensión en mi para seguir con mis labores.
Serán unas horas muy largas…