CAPÍTULO 2

1728 Palabras
Después de hablar con el Dr. Parrish, me fui a preparar.  Imprimí los informes médicos que me envió la Sra. Thompson y me llevo mi portátil pues allí tengo las placas. Quiero que vea todo y me de su más sincera opinión médica y personas.  Al tener todo los informes listos me voy a dar una ducha, cambiarme y esperar a mi acompañante de hoy. Quiero saber ¿Cómo le va?. No pasan dos horas y Steven se asoma a mi habitación entra y me dice  —Merida te busca un Señor—Al verme gruñe — ¿Mérida no me digas que te gustan viejitos?   —¡Steven! Deja de decir estupideces, es un viejo amigo. Además quiero hablar con él sobre el caso Thompson, el es un médico extraordinario y me podrá guiar.  —¿Hay no me digas que sí te vas a enredar de nuevo con esa señora?, cariño debes salir más — comenta mientras se sienta en mi cama y continua — Te la pasas solo con personas mayores, enfermas y ahora con una quieres cuidar de hombre que seguro está amargado y que ni el p**o le gozarás.  —Válgame Dios tu solo piensas en sexo—Le afirmó, y le pongo los ojos en blanco  —Pues tú deberías de pensarlo también de vez en cuando Mérida, no te he conocido novio ni un desliz. Eso que tienes entre tus larga y lindas piernas hay quedarle uso, no es solo para orinar. La vida es injusta yo quiero tener uno y tú lo tienes de  adornó —Me dice y se levanta de la cama  No puedo crees lo que mis oídos escuchan. Si no he salido con nadie y no pienso mucho en sexo pero quiero disfrutarlo con la persona correcta.  —Ya Steven deja el show y déjame ser como quiero ser así, aburrida y enfrascada en mi trabajo y me voy me esperan.  —Mami llévate dos pastillas azules a ver si coges estímulo —Me lo dice sacudiendo su cabeza como si tuviera una melena muy larga, me lanza un beso y sale caminando como una Diva Pavoneándose   Hablar con el es divertido además siempre nos dice las cosas así no nos guste , como ahora, pero a veces tiene razón.  Me he dedicado en cuerpo y alma a mi trabajo. Siempre estoy rodeada de ancianos y enfermos siento que mis  veintitrés años son adsorbidos poco a poco.  —Bueno ya —Me digo y salgo de la habitación. Bajo y allí está el Dr. Parrish esperándome.  Lo saludo   —Hola —Le abrazo y sonrió es un gusto volver a verlo  —Hola Mérida cariño, tiempo sin verte. Vamos —Me comenta mientras me señala el camino  Nos subimos a su automóvil y nos vamos. Mientras estamos en camino a una cafetería o un lugar para hablar mejor me pregunta  —¿Cómo has estado? Trabajas en un buen lugar Mérida y muy bonito. He sabido que la atención allí es de primera y al verte trabajando en ese lugar ahora lo puedo asegurar  — me dice sonriendo  —Gracias, la verdad si es un buen lugar. Es cómodo y tratamos de hacer lo mejor por los huéspedes—Comento y miró por la ventana—¿Y usted que hace por acá? ¿A caso dejo el hospital?   —No hija, vine por trabajo. A valorar a un paciente que tengo desde hace unos meses, es un joven que sufrió un accidente y atraviesa por una mala situación — Me comenta  Al escuchar eso hace sospechar y pues ¿Sera que es el hijo de la Señora Thompson? Ella estaba aquí y tiene casas por esta zona pero no creo pues meo habría comentado bueno creó.  Mi curiosidad es tanta que me tomo la molestia de preguntar  —¿De casualidad ese joven es de apellido Thompson? —Lo observado pues sé que es reservado con la identidad de sus pacientes  pero necesito salir de la duda  Deja de mirar la carretera y me afirma moviendo su cabeza  —El mundo es un pañuelo —Musito mientras llegamos a una pintoresca cafetería, se estaciona y me dice aquí podremos hablar mejor. Bajamos  Entramos y tomamos asiento, solicitamos dos cafés y yo pido un Sanchís tengo hambre  —¿De dónde conoces a los Thompson? —Me pregunta mientras esperamos nuestra orden  —Desde hace un tiempo, trabaje para la señora Thompson luego de las pasantías en el hospital, cuide de su padre hasta que el falleció de forma natural —Le informo y  pregunto —¿Y usted?  —Tengo más de veinte años siendo su médico de cabeza, pero por un tiempo mientras me dediqué a construir mi clínica no los puede atender —Comenta y llega nuestro pedido  Tomo un sorbo de mi café y comento  —Que sorpresa. No lo habría imaginado, ya que no lo vi mientras trabajaba para ellos  —Si en efecto, porque en ese momento yo estaba dedicado a terminar la clínica y les recomendé a mi colega y hermano De Edward—Me dice y se coloca sus lentes  —Ciertamente el Dr. Edward si lo conocí un excelente especialista, me dio muchos consejos   Comienzo a comer mi Sanchís y está riquísimo tanto así que creo que lo devore en dos bocados pero afortunadamente sació mi apetito. Termino y le comento  —¿Entonces ya usted evaluó al joven?  —¿Por qué la pregunta Mérida? —Réplica, les digo es celoso con la información   —La señora Thompson acudió a mi, quiere que trabaje de nuevo para ella y le de la rehabilitación necesaria a su hijo —Le indico para ver así logro que suelte algo  Me mira y cambia su expresión de amigos a profesional aunque me cause risa    no debo reír. Toca sus dedos y me dice  —Mérida, este joven sufrió un accidente grave como para dejarlo paralítico pero no tanto como para que no recobre su movilidad   —¿Entonces podría volver a caminar? —Pregunto intrigada  —si y no, la verdad todo depende  Mierda ¿Es sí o no y de qué carajos depende? Debo preguntar pues  no comprendo  —¿Depende exactamente de qué?  —Del compromiso que asuma el joven, es mitad médica mitad psicológico. El es quien decide si sale de ese abismo en el cual está o se hunde más.  ¡Carajo! tal como se lo dije a la señora Thompson, que bueno saber que después de todo si estoy aprendiendo  —Sin tener mucho conocimiento del caso, eso fue lo que le comenté a ella. Que está rehabilitación son mitad y media, pues no hago milagros—Le informo  —Y estás en lo correcto, hay una terapia con corriente que podría ayudarlo y con tus masajes y ejercicios podría comenzar a ver resultados pero solo si el colabora  Te seré sincero y ahora soy amigo y no doctor   — Hoy lo vi y está deprimido, lo entiendo no es para menos paso de ser un hombre sano, que vivía en fiestas, viajes, lujos con mujeres, se ocupaba de la empresa de sus padres, con un futuro brillante y ahora la vida le cambia.  Además añade  — Está posgrado en una silla de ruedas, amargado y sin ganas de vivir.  Piénsalo bien Mérida no es fácil trabajar con alguien así, es agotador y estas muy joven para descargarte por dinero.   — Pero profesionalmente podría ayudarlo, el joven es un alma en apuros y tú eres un ángel terrenal.  Me hizo sonreír eso último pues no creo serlo. Tomo su mano y le digo  —Lo pensaré y te avisaré pero sabes que me gustan los retos, me cresco ante ellos  —Lo se y si aceptas generes mi apoyo no te dejaré sola, trabajaremos juntos no dejaré que robe tu  juventud—Me afirma   Reímos y cambiamos el tema, pasamos un tarde muy buena, este señor es como un padre y lo aprecio mucho.   Llegó al geriátrico me despido del Doctor Parrish y quedamos en vernos de nuevo.   Subo hacia mi habitación, pasó frente al cuarto de Steven y gritan  — Mérida, Mérida —Es Scarlett y Steven están cuchicheando en la habitación  Me regreso y entró  —Que paso? Pregunto, ¿Qué planean? —Pregunto al verlos reunidos  Estás víboras no se reúnen solo por qué si, algo traman y esto tiene que ver con lo de hoy  —Dinos tu que paso? ¿Cómo es eso que saliste con un Señor que puede ser tu padre?—Pregunta Scarlett escandalizada  Ma miró y miró a Steven   —No era una cita romántica, era un reunión de amigos que se convirtió en reunión de trabajo—Replico y me siento con ellos en la cama  —¿Cómo así? ¿Ni con el viejo pudiste? —Me interroga Steven  Lo quiero matar  —Bajale dos rayitas a tu estrés — Le digo con mala cara mientras continuo hablando—Es uno de los mejores especialistas en rehabilitación y aproveché que está de pasada por acá para investigar sobre en caso Thompson  —¿Todavía con eso? Dice Scarlett y arqueo una ceja  —Si—Le afirmó —Pues gracias a esta salida pude verificar el estado de ese joven y confirmar que si puede recobrar su Movilidad  —Ah que bueno —comenta Steven —¿Entonces aceptaras? —Pregunta  —Pues esto es un reto y saben que me gustan los retos  —¿Eso es un si? —Dice Scarlett y añade —Te llevarse la vieja estirada de nuevo  Comienzo a reír pues si es una vieja estirada   —¿Quiere decir que te secuestrara de nuevo? —Pregunta Steven  —Oigan ya, parece que nunca me verán. Trabajaré para ella pero también los veré. No me voy por siempre, es solo temporal—les afirmó—Además antes debo hablar con ella y dejarle en claro mis condiciones. No será como la primera vez  Desde ese tiempo he cambiado, pues con ella fue se puede decir que mi primer trabajo y quería complacerla en todo para no perder la oportunidad, pero esta vez es diferente tengo más experiencia y ella es quien me vino a mi.  Así que deberá aceptar mis reglas o simplemente que buscar a otra. 
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