Sipnosis
Gisselle Becher es una mujer empoderada, resiliente, decidida y sobretodo peligrosa.
Ella no se deja de nadie porque es la jefa, aun así su mundo no es fácil y tiene muchos enemigos que esperan darle el golpe de gracia para que caiga, pero no está dispuesta a caer. No le importará hacer lo necesario, ni los medios, ni las consecuencias porqué sabe muy bien que en su mundo es todo o nada.
Matthieu Evans es un hombre decidido, misterioso y enigmático, se le ha asignado una misión la cuál no puede fallar. El sabe perfectamente como hacer su trabajo y no va a descansar hasta lograrlo, pero en el camino se cruza con una mujer, el centro de todo, Gisselle Becher, ella representara en su vida un misterio y problemas que esta seguro que desde el primer momento que la vio ese era su destino. Aun así no podrá evitarlo y no sabe porqué decidirse si por trabajo o la pasión, o incluso el amor.
Capitulo 1
Gisselle
Veo al hombre que esta frente a mi y no entiendo como nos traicionó, ahora toda la fachada que he creado por un buen tiempo se tambalea por este imbécil que soltó la lengua. Siempre he tratado que los hombres que trabajen para mi sean de mi total confianza, pero con Steven me equivoque, no sabía lo que planeaba, no estuvo de acuerdo desde un principio que yo estuviera a cargo y ahora este es el problema. Hablo de más y estamos metidos en líos, pero como siempre tengo que encargarme de no dejar rastros.
—¿Dime mi querido Steven que más dijiste? —Apuntó el arma hacía él que está amarrado a la silla y sonrió al verlo muerto de miedo.
—Lo siento... solo dije la verdad... —Maldición.
—¿Qué verdad?
—Me amenazaba con mi familia… —Llora. —Si no le decía mataban a mi mamá.
—¿Tú lo aceptaste aquí? —Asiente. —¿Acaso no te diste cuenta que era un infiltrado? —Niega. Maldición. —¿A quién se lo dijiste imbécil?
—No sabía señorita... se lo juro —Llora, suplica, pero aquí no hay espacio para los errores.
—¿Dime su nombre Steven?
—Me dijo que su nombre era Julián Jefferson.
—Bien —Me levanto de la silla y le entregó el arma a Mario, mi mano derecha.
—¡Señorita! ¡Por favor!
—Ya sabes que hacer Mario… Después de esto le mandas una suma importante a su familia y mantenlos protegidos mientras pasa esto. —Pongo mis lentes y sigo caminando rodeada por todos mis guardaespaldas, escucho el disparo y ni eso me detiene. Sigo mi camino para hacer la limpieza de todo el problema en que estoy metida.
Narrador omnisciente
—¿Es ella?
—Si. ¿Ya sabes que hacer?
—Por supuesto.
Las dos personas asienten y salen del lugar, dejándolo a él mirando la foto de esa mujer… ¿Por qué es tan bonita? Piensa que tiene una mirada que irradia peligro y sabe que detrás de eso hay mucho más. También sabe que no debe involucrarse de más, pero ¿como obvia todo eso?
Todo está mal.