2 Semanas después:
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--Mi amor ¿Cómo va todo en la empresa?—
---Muy bien pero muy cansado. No sé, creo que debería tomar unas vacaciones.--…--Se pasa la mano libre por el rostro mientras habla con su querida prometida.--…--Estas fechas son muy importantes pero no me quejo. Las ventas son excelentes.—
---Estoy de acuerdo con lo de vacaciones, podríamos irnos de viaje antes de la boda para que te relajes un poco. Yo también lo necesito. Te necesito a ti.—
Elliot sonrió al entender el tono de la coquetería en las palabras de Oliva, ella tan hermosa, comprensiva y dispuesta a escucharlo. Le gustaba compartir tantos gustos con ella, las conversaciones nunca faltaban, no eran incómodas ni aburridas. A Elliot le encantaría poder complacer a su prometida, pero el trabajo lo estaba matando en las dos últimas semanas. Ser un jefe con tantas responsabilidades era muy bueno si, y enumeraría con orgullo todas las ganancias y cosas positivas, sus logros. Cómo también podría enumerar con cansancio y un lote de largos suspiros todo lo negativo.
--Ya pronto me tendrás completo para ti, hermosa.—
Se escuchó una risa apenada del otro lado muy contagiosa para el pelinegro quien sonríe mirando toda la lista de reuniones encima de su escritorio. j***r, aún debe formar unos permisos.
--Yaaa solo espero que podamos tener más tiempo para nosotros. Aún hay cosas que no resolvimos la última vez que nos vimos.--…--Ah, si, se vieron hace cinco días dónde él quería tener relaciones con ella pero ella recibió una llamada de su madre y tuvo que irse.--…--Espero que me disculpes por dejarte así. Yo también quería estar contigo. Pero pues, mi mamá es una dramática.—
Podía imaginar cómo Olivia rodó los ojos al decir eso.
--Tranquila creo que entiendo a tu madre. No todos los días sales con tus amigas y debes escoger un buen atuendo.--…--Ok si, la señora Amanda era algo dramática y drástica pero a Elliot le caía muy bien así que no diría ciertas cosillas. Cómo por ejemplo: si era dramática e intensa con ciertos comportamientos como el de la última vez.--…--Aunque para la próxima nos aseguraremos de que ella no vaya a ninguna parte.—
--Estoy de acuerdo. Bueno mi amor debo volver al trabajo pero me aseguraré de escribirte más tarde.—
--Y yo estaré pendiente de todos tus mensajes.—
Siempre lo hacía. Estar enamorado parece ser bastante jodido porque aún si es un buen hombre y para nada cruel… ser un completo manojo de mimos y palabras cursis es más de lo que pensó manejar alguna vez.
La llamada finalizó y Elliot miró el aparato con una sonrisa tonta en sus delgados labios.
Dio un vistazo a sus papeles en la mesa llena de dos contratos que debe revisar con bastante atención y asegurarse de que sea beneficioso para su empresa.
Se escucharon dos toquen en la puerta.
--Adelante.--…--Ariana, su secretaria entro a la oficina con unas cuantas carpetas en sus manos.--…--¿Qué se te ofrece Ariana?—
--Discúlpenme por venir pero estuve llamando y no contestaba, por ello me tomé el atrevimiento de venir personalmente.—
--Estaba hablando por teléfono así que no pude contestar tu llamada.--…--No es como que su teléfono que lo comunica con su secretaría haya sonado mucho.—
--He traído los formularios restantes, Jefe.--…--Ella es bastante alta, de cabello rojo y lentes cuadrados. Es una mujer muy eficiente.--…--Dentro de poco traerán los planos para la nueva agencia. Debe estar dentro de media hora en la sala de juntas para su reunión con los accionistas y luego tiene un tiempo apartado para la llamada de la semana con su padre.--…--Dice todo con un tono casi robótico pero al pie de la letra. Se le ve cansada.--…--Los trabajadores de la lavandería traerán sus sacos dentro de poco así que los esperaré. Le avisaré cuando lo haga.—
--Muchas gracias Ariana. Hazme el favor de tenerme al tanto de cualquier novedad.—
Ella asiente y se retira.
El jefe se dedica a hacer lo de los formularios y revisar los contratos previstos pensando un poco en que tenía años sin haber visto una cabellera tan hermosa y podríamos pensar que habla de la cabellera de su prometida ¿Sería lo correcto verdad? Pero no es así puesto que aquel cabello pertenece a un muchacho que baila sin mucha gana, pero que se ve más inspirado que cualquiera, su rostro lo demostraba. Elliot no se podía sacar de la cabeza aquellas hebras rojizas semi onduladas cayendo en cascada, le gustaba mucho ese cabello y no podría mentirse a si mismo. Tenía envidia, pero de la buena obviamente.
Estaba tan entretenido en llenar los formularios y sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta de la hora.
--Carajo.--…--Sisea al ver su reloj de muñeca, lleva tres minutos de retraso para reunirse con los accionistas.—
Se apresuro a salir de la oficina y vio el puesto de Arianna vacío, lo cual no se lo esperaba (teniendo en cuenta que dijo que avisaría cuando dejaría un rato su puesto) pero de seguro que ocurrió algo que la hizo moverse.
La verdad es que su secretaria es una excelente secretaria, tanto que tiene acceso a su agenda personal. Pero hay ocasiones como la de ahora dónde él pierde la noción del tiempo y Arianna está ocupada, en el baño o almorzando.
--Buenos tardes caballeros.--…--Se acercó a cada accionista y estrecha sus manos.--…--Disculpen la tardanza. Perdí la noción del tiempo.--…--Los hombres sonrieron sin mucha gracia. Son unos cascarrabias y sus edades no le hacen menos juicio. Elliot podría culpar a su buen sentido del humor debido a su personalidad y edad ya que es el menor entre los accionistas generales. Pero también podría ser más realista y saber que los hombres no les gusta esperar así el tiempo haya sido muy poco.
Suspira yendo hacia su puesto en la mesa justo a la cabeza.
Debería dejar de pensar en cabellos bonitos, en bailes extraños.
Debe conseguir un asiste lo antes posible, si, eso es lo que tiene que hacer.