Transcurren 3 meses desde que William no sabe sobre el paradero de Sam. Parecía como si el chico se lo hubiese tragado la tierra, no había día en el que no dejara de pensar en él. Los días en ese colegio público parecían eternos, y ahora que estaba comenzando la temporada de invierno, hacia más frio de lo habitual, lo cual no ayudaba con la melancolía del pelinegro. La angustia se enseñoreaba cada vez más del cuerpo de William, llegó un momento en que pensó que el jovencito había muerto en quien sabe qué lugar. Odiaba cuando ese pensamiento llegaba a su mente, pero para ese momento no lo podía evitar. "¿Dónde se pudo haber metido? " Pensaba William todos los días. En aquel colegio, parecía que nadie le importaba la ausencia del muchacho, al no tener amigos y ser prácticamente invisi

