Capitulo 4

2162 Palabras
Confusión. Eso es lo único que puedo atribuir al significado que da los gestos en mi rostro, un sentimiento que adquiere cada vez mayor fuerza, una provocada por los tres personajes que tengo enfrente mío, unos que parecen tomar la situación con bastante normalidad. Mi mente en estos momentos se encuentra trabajando a gran velocidad, tan solo buscando la idea de en que momento estas tres personas acordaron esta reunion, en segundo fue que ellos se volvieron tan cercanos al líder de la manada. Debo admitir que en cuanto fui casi que obligada a volver a mi casa, dejando atrás la diversión con mis amigos fue algo bastante increíble, mucho mas cuando al llegar a mi casa el único motivo por el cual me querían a sus lados era para tomar café con el Alpha. No puedo decir que esa situación me resultó bastante normal, no cuando mis padres usualmente no me llaman para esas cosas, pero creo que cuando se trata de este hombre, todo puede cambiar. Mi atención va directo a mis padres, unos que muestran bastante comodidad con el invitado, unos que en estos momentos parecen no darse cuenta de la incomodidad que mi cuerpo refleja por unas miradas recibidas por parte de nuestro líder, unas que en verdad no deseo recibir, tan solo deseo subir a mi habitación y hacer cualquier cosa que me aleje de este sujeto. Meto comida a mi boca, mastico y bajo, repito esa secuencia no se cuantas veces, solo se que al comenzar a observar el plato algo vacío, se que pronto saldré de esta silla. Usualmente en estas reuniones aristocráticas me encuentro mejor, pero parece que hoy no es uno de esos días, mucho menos cuando un repentino toque hace que casi me baje un pedazo de carne sin siquiera haberlo masticado. Toso, casi que no se cuantas veces, lo único que se es que llamo la atención de mis padres, en especial la de mi madre, quien comienza a observarme con preocupación. - cariño toma agua... - suelta con rapidez para así servirme el vasado y dejarlo muy cerca de mi mano. Lo tomo sin vacilación, tan solo queriendo quitar el ardor de mi garganta. Poco a poco comienzo a sentirme mejor, al menos a lo que concierne a casi atragantarme, porque en cuanto mis ojos dan a parar a mi pierna puedo darme cuenta que no me he imaginado la extraña sensación en mi piel, una que es causada por la gran palma de la mano del Alpha. Mis ojos se encuentran con los suyos, buscando de alguna manera decirle que no me toque de manera discreta, pero aparentemente no le llega el mensaje, ya que él solo sonríe y así comenzar a mover su dedo pulgar de un lado a otro en mi pierna, como si nada, con total normalidad. - hija, ¿te encuentras bien? - cuestiona mi padre. Todos los ojos se encuentran en mi, tengo toda la atención en la mesa, y verdaderamente enserio quisiera decirle que no, que su invitado esta tocándome sin mi permiso, que me siento incomoda, que quiero que se vaya o me dejen ir. Quiero decirle tantas cosas, pero estamos hablando del Alpha, de un hombre que ya me dio una demostración de lo que puede hacer, un hombre que tiene todo el poder en sus manos, uno que si quiere puede destruir todo por lo que mis padres han trabajo. Por esas únicas razones es que decido respirar y estar en calma, pensar con cautela. - si, solo se casi me bajo un pedazo de carne sin masticarlo - espeto antes de bajar mis manos a mi pierna y con brusquedad quitar lo que me molesta. - ten cuidado Clary, puede ocurrirte algo malo y eso ninguno de nosotros nos gustaría - expresa el líder de la manada de una forma que podría decir que no solo se esta refiriendo al pedazo de carne. - que amable en decirlo Alpha, pero se bien lo que hago, así que no me pasara nada. Mis ojos conectan con los suyos, nuestras miradas quedan capturadas por tan solo unos segundos, unos que debo decir casi que se me vuelve imposible apartar mi rostro, tan siquiera moverlo un poco, como si mi voluntad estuviese siendo capturada. - tiene razón el Alpha cariño, es bueno que seas precavida - habla ahora mi madre sin saber lo que ocurre. Tras tan solo asentir en respuesta sigo con mi comida, no tan bien como venia hace unos segundos, debido a que al parecer los manotazos y movidas por mi parte hacia el Alpha parece que no consiguen detenerlo, tanto así que llega un punto en el cual su mano se encuentra bastante pegada a mi piel, muy adherida, tanto así que el dolor comienza a ser participe, uno que en cuanto mi atención da a parar al causante de todo, consigo observar una sonrisa, una que despierta todos los sentidos de mi cuerpo. Mis manos sostienen los bordes de la mesa, mi cuerpo adquiere cierta fuerza, una que es causante por el desagrado que tanto mi loba como yo nos encontramos experimentando. De un movimiento rápido y poco calculado logro pararme de mi puesto, provocando que la silla en la cual me encontraba se mueva violentamente hacia, llamando la atención de los presentes, en especial la de mis padres. - yo... he terminado me iré a mi cuarto - expreso con convicción, ignorando una mirada furiosa que viene del lado derecho de mi rostro. Ante mi actitud y palabras mis padres arrugan su entrecejo, en especial mi madre. - pero cariño, no prefieres quedarte un poco mas, mira que tenemos una visita importante, eso puede considerarse grosero - expresa mi madre disimulando muy bien el reproche en el tono de su voz. - creo que estarán bien sin mi, después de lo ocurrido prefiero estar en mi cuarto, existen muchas cosas groseras, pero no creo que al Alpha le moleste mi acción o le parezca una de ellas... - giro mi rostro al líder de la manada, dirigiendo mi atención a sus ojos, dejando que el poder de mi loba pueda hacer cambiar el tono de mis ojos -¿ o si Alpha? Otra sonrisa, una que no se interpretar, una que inexplicablemente provoca que mi presión baje. Quiero irme de aquí, solo quiero eso, no lo quiero tener cerca, mi loba me grita y pide eso en mi interior al igual que yo. - tiene razón Clary señora Robts... - otra vez mi nombre siendo dicho por su parte con gran libertad - no veo nada molesto en sus acciones. - pero Alpha... - no dejo terminar a mi madre, tan solo viendo la luz para salir de aquí. - si me disculpan, me retirare. Si escucho mi nombre o no en la voz de mi madre, no se muy bien decirlo, ya que tan solo puedo concentrarme en llegar a mi habitación mientras siento un ardor en mi pierna. Largo, por primera vez diré que nunca había sentido tan largo el camino a mi habitación, al igual que ese gran alivio en mi cuerpo en cuanto cierro la puerta. Sentarme en mi cama es considerado bueno, pero no lo que distingo en mi piel en cuanto vislumbro la piel roja por la abertura de mi pantalón. No entiendo, no puedo comprender como en cuestión de momento tengo grabada casi que toda la mano de ese hombre en mi piel, como si la presión que ejerció a lo ultimo fuese casi que planeada para dejar una huella. " esta loco" expresa mi loba, la cual vengo a escucharla claramente hasta ahora. Miro alrededores de la habitación buscando dar o acordarme de en donde he dejado las cremas, pero lastimosamente no puedo llegar a la acción planeada, ya que una repentina presencia se une a estas cuatro paredes. - madre, se que pude haber actuado algo grosera pero no sabes lo que paso para que me quisiera ir... el Alpha... - giro mi rostro en dirección a la puerta al escucharla cerrarse esperando encontrarme a la mujer que me ha dado la vida, pero esa no es la presencia que contemplo. - Alpha, disculpe sonar irrespetuosa pero quien le ha dado permiso de llegar a mi habitación, eso no es para nada propio - espeto con desconcierto levantándome de la cama para así sentirme un poco mas segura. - tu madre me ha concedido ese derecho en cuanto subiste las escaleras - suelta logrando que no pueda creerle. Mi madre no haría eso, ella siempre sigue las miles de reglas de lo propio y lo que no lo es que fue dictado para la alta sociedad, es muy conservadora. - no creo en eso Alpha, mi madre seria incapaz de... - me importa lo que creas o no, tu sabrás en que creer, lo que si me interesa es lo que estabas a punto de decir cuando pensaste que era otra persona. Comienza a dar pasos hacia delante, haciendo que extrañamente sienta como el espacio es bastante chico, como si me estuviera encerrando en un mini contenedor sin ninguna salida. " Camile, ¿que esta pasando?, ¿por que siento esto?" no recibo respuesta, consiguiendo preocuparme " ¿Camile me escuchaste?" nuevamente nada. Concentrarme en mi mente logra que pierda el sentido de mi realidad, haciendo que en cuanto alzo mi vista tenga al líder de la manada justo frente a mi, mas cerca de mi cuerpo de lo que quisiera. - Alpha usted debe alejarse de mi. El aire a mi alrededor se siente bastante frio, unos nervios bastante inusuales llegan a mi cuerpo, mientras que la sensación de asco hace aparición en cuanto sus manos se encuentran en mis brazos. - Alpha... - no me da tiempo de hablar cuando estoy siendo llevada con fuerza contra la pared, siendo recibido un fuerte dolor en mi espalda, uno que me hace perder el aire por unos segundos. - eres bonita Clary, muy bonita debo admitirlo, eso me fascino demasiado desde que te vi - suelta desconcertándome por completo, mucho mas cuando su mano llega a mi clavícula queriendo bajar. Las alertas se encienden por completo en mi mente, es por ello que decido detener su mano, pero las suyas son mas hábiles que las mías, tanto así que con una sola agarra mis dos muñecas para alzarlas sobre mi cabeza, aplicando un presión que me hace soltar un gemido de dolor. - esta resistencia también me parece demasiado encantadora, tanto que me motiva a someterte a mi antojo. - ¿de que esta hablando? - cuestiono haciendo notar el temor en mi voz, uno que en verdad quiero ocultar. - digo que serás mía, digo que serás toda y totalmente mía, que por fin voy a obtener lo que la diosa luna me quito. Comienzo a negar, niego una y mil veces. - jamás, yo soy de mi mate, nunca lo aceptare, usted no es mi alma gemela ni quien la diosa luna escogió para mi, yo solo estaré con él, con mi mate. Dolor una fuerte sensación se hace presente en mis muñecas al sentir un poco mas de su fuerza. - diosa luna, mates, que estupidez, te darás cuenta muy pronto que antes te hare un enorme favor al sacarte de esa obligación, con un mate solo te sentirás atada, tanto que el dolor cuando te abandone será atroz. - mi mate no me abandonara - se ríe. - pero lo hará, yo lo se... - su rostro se acerca al mío, tanto así que lo giro para poder evitar la arcada de asco que llega a mi garganta - antes te hare un favor convirtiéndote en mi Luna, te llevare a una buena vida, una que estoy seguro tu mate no te la podrá dar ni en mil años. - mis padres se opondrán si les digo lo que esta haciendo, lo que hizo la primera vez que nos vimos - ríe, se burla de mi amenaza. - cariño, ellos seran los mas felices de que su hija pueda ser usada como carnada para llevarlos a la alta sociedad. Tras recibir esas palabras soy liberada por su mano, cayendo con gran fuerza hacia el piso, teniéndolo frente a mi de una forma que incluso trae el terror a mi ser. - espero puedas comportarte mejor la próxima vez, no me agradan las escenitas como la que hiciste hoy. Su voz es escuchada en toda la habitación, dejando solamente un murmullo en cuanto abandona el lugar dejándome con una sensación como la de la noche en que lo vi por primera vez, una que ahora se ha vuelto mas inmensa. Lagrimas empiezan a salir de mis ojos, como si algo en mi pudiera presentir que algo malo se acerca, algo que causara que estas no sean las únicas lagrimas soltadas por su causa. " ¿Camile?" " estoy aquí" " tengo miedo" "yo también"
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR