CAPÍTULO DOCE

1364 Palabras
BASTIAN Estaba tan sorprendido cuando nos informaron de la intención del rey Arnold de reunirse conmigo, que casi olvidé el trance en el que me hallaba desde que llegué a este lugar y la vi, esperé con August pacientemente hasta que volvieron por nosotros para guiarnos hacia el lugar de la reunión, mientras me devanaba los sesos tratando de recordar todos los argumentos que traía preparados para exponerle al rey y lograr su apoyo, y los cuales olvidé en el segundo en que la vi. Y mientras estábamos sentados en el sofá de ese pequeño salón que se parecía bastante a mi propia oficina, la sentí, sentí su presencia cerca y mis sentidos se pusieron en alerta de inmediato, pero aún con todo lo que ha pasado y el tiempo transcurrido, aún después de ver la forma en que ese imbécil la tocaba y besaba durante la ceremonia de coronación, aún después de haberme contenido para no hacer una escena, no pude evitar el shock y la rabia cuando la vi entrar del brazo de su nuevo esposo, los celos me invadieron y sólo quería arrancarle la cabeza a él de un mordisco. Cuando noté que ella se giraba para irse casi lo agradecí, porque honestamente no sabía qué tanto iba a poder soportar la imagen de los recién casados frente a mí, pero luego entró el rey Arnold y les pidió sentarse justo frente a nosotros, y a pesar de la forma tan cruda y penetrante como ella me miró cuando llegué, en este momento parecía estar evitando mi mirada a toda costa, concentrándose en el rey sentado en medio de nosotros, o en la mano de su esposo sobre la suya, pero yo la conozco, la conozco más de lo que ese imbécil podría llegar a hacerlo aún si pasaran el resto de la vida juntos, la conozco más que a mí mismo porque alguna vez fuimos uno, hace no mucho tiempo su alma estaba unida a la mía y por ello sé que a ella le afecta mi presencia tanto como a mí me afecta la suya. Ahora lo que tengo que hacer es lograr que ella se separe de la sanguijuela molesta a la que llama esposo, para poder acercarme y tratar de que ella me escuche, y mi oportunidad se da casi al instante cuando el rey Arnold comienza a hablar: “Sé que esto puede parecer poco ortodoxo, pero la verdad es que mi tiempo es limitado y pensé que esta sería la mejor forma de solucionar este asunto sin tener que entrar en complicaciones innecesarias, además que así me aseguro de evitar cualquier tipo de rumor o información tergiversada que pueda surgir después… sé que ambos han estado intentando reunirse conmigo en días anteriores, y que es probable que tengan el mismo motivo detrás de esta urgencia, así que decidí llamarlos aquí y arreglar esto de una vez por todas,” él dice mientras mira de ella hacia mí. “Tienes razón, pero considero que para ello solo sería necesaria la presencia de los que realmente estamos involucrados en esto, así que no veo la razón para que esté nadie más aquí aparte de la señorita Bloodmoon, su majestad y yo,” intervengo de inmediato y noto por el rabillo de mi ojo a August mirarme con curiosidad, pero mi mirada está concentrada en la reacción de las dos personas sentadas frente a mí, especialmente la de ella. “Ella no es la ‘señorita Bloodmoon’, es su majestad, la reina Elina Bloodmoon de Crimson Woods, y deberías dirigirte a ella como tal, que no se te olvide que ella ya no es más tu guardia real, es mi esposa,” el hijo de puta me dice a través de sus dientes apretados y yo siento la mano de August posarse sobre mi hombro casi de inmediato, tal vez sintiendo mi deseo asesino salir a la superficie y tratando de calmarme para que no cometa alguna imprudencia. “Su majestad, cualquier cosa que vaya a decirme puede hacerlo frente a mi esposo, él lo sabrá de todas formas,” Ella habla por primera vez y siento mi corazón encogerse cuando la escucho llamar a ese imbécil ‘mi esposo’. “Seré rápido porque francamente este asunto se está volviendo un poco escabroso y no quiero problemas en el día de mi coronación: no los apoyaré, a ninguno de los dos, sé que eso es lo que buscan de mí y por eso quería decirlo en frente de los dos para evitar futuros malentendidos, sé también que aunque no hayan declarado una guerra formal entre ambos reinos, el conflicto existe, pero no pienso involucrarme en ello, ambos son mis aliados comerciales y me gustaría que permaneciera de esa forma, así que les ruego a ambos que me dejen fuera de este asunto, y ahora, si están dispuestos a dejar sus diferencias de lado por un momento, son más que bienvenidos al banquete de coronación, si por el contrario van a seguir con esto…” el rey dice señalando las miradas furiosas que hemos estado intercambiando con ese imbécil y Elina nos mira a ambos con molestia también. “… Preferiría que se fueran en este momento,” el rey Arnold finaliza y nos da una sonrisa tensa a ambos antes de ponerse de pie. “Nos iremos de inmediato, gracias por su hospitalidad,” ella responde también poniéndose de pie y su esposo la imita como un perrito bien entrenado. “Nosotros también nos iremos, majestad, no se preocupe por ello,” August interviene mientras aprieta su agarre en mi brazo y empieza a empujarme sutilmente hacia la puerta. “Oh, me parece que es lo mejor, gracias a todos por venir y espero que nuestras relaciones comerciales no se vean afectadas,” el rey Arnold dice antes de marcharse y noto como ella le lanza una mirada molesta a ese idiota antes de empezar a caminar hacia la entrada del palacio, mientras él la sigue de cerca. “¿Qué haces?” August me pregunta cuando noto que los empiezo a seguir. “Tengo que hablar con ella,” le respondo y él exhala con frustración antes de seguirme. “¡Elina!” digo su nombre por primera vez en casi un año y de inmediato una sensación extraña recorre mi estómago. “¿Podemos hablar por un momento?” insisto en voz alta mientras los veo bajar los escalones de la entrada principal. “No hay nada de qué hablar,” el imbécil me dice mientras se da la vuelta y se interpone entre ambos, casi como si fuera una barrera. “No te estaba preguntando a ti, así que muévete,” le digo con un gruñido. “No te acercarás a mi esposa,” él responde en un tono agresivo y yo siento mi lobo en la superficie listo para salir a romperle el cuello. “Intenta detenerme,” respondo listo para atacar, pero August está clavando sus uñas en mi espalda, provocándome dolor para evitar que me transforme. “¡Paren ya los dos!” Elina interviene, mirándonos con rabia y veo la forma en que ese imbécil da un paso hacia atrás y parece dejar su posición de ataque casi al instante, incluso yo siento la necesidad de detenerme y caigo en cuenta de que ella probablemente haya usado su aura de alfa para ordenarnos parar. “No tenemos por qué quedarnos aquí a escuchar… ¿cariño?” empieza a decir el idiota, pero se detiene cuando nota que la expresión de Elina queda en blanco y sus ojos se desenfocan, como si estuviera recibiendo un enlace mental, y uno muy malo. “Los están atacando,” ella susurra con el pánico invadiendo su voz mientras su cabeza se gira hacia el oeste. “¿Qué está pasando?” él le pregunta, pero ella no parece estarlo escuchando, se gira hacia mí y sus ojos llenos de pánico me observan por un breve instante que parece casi inexistente y un segundo después ella se ha transformado por completo en su forma de lobo y empieza a correr a toda prisa hacia el bosque.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR