CAPÍTULO ONCE

1200 Palabras
ELINA Tan pronto pude percibir ese aroma familiar supe de quien se trataba sin necesidad de girarme para buscarlo, y aunque traté de mantener la compostura y seguir fingiendo que todo estaba bien, mi cuerpo traidor reaccionó casi al instante, buscándolo como si eso fuera lo que realmente estuviera esperando hoy, y en el momento en que mis ojos encontraron los suyos, sentí un torrente de emociones contradictorias, sentí una especie de alivio extraño, como si todo este tiempo me hubiese faltado el aire y finalmente fuera capaz de respirar nuevamente; sentí preocupación al ver su aspecto, las ojeras debajo de sus ojos verdes, sus mejillas huecas por el peso perdido, y su cabello tan largo que prácticamente llega a sus hombros. Me sentí culpable porque sé que soy la causa de su aspecto, y si bien no puedo estar segura de qué tanto le afectó mi partida, sí sé con certeza el daño que la guerra le ha causado al reino y por lo tanto a él, pues su vida es ese reino, él mismo lo demostró cuando decidió elegir la tranquilidad de sus alfas por encima de mi bienestar; y finalmente, sentí una rabia casi incontrolable con él por atreverse a mostrar su cara aquí cuando sabía que yo vendría, pero sobre todo conmigo por haber sentido todo lo anterior, por permitir que su sola presencia en un lugar me afecte de esta manera, pensé que sería más fuerte que esto pero es evidente que sobreestimé mi capacidad para olvidarme de Bastian. Y aunque se sintió como una eternidad, nuestras miradas solo se encontraron por un segundo antes de que yo me girara nuevamente y tratara de controlar el latido frenético de mi corazón, Zane parece percibir que algo no va bien y me mira con el ceño fruncido, luego se gira para mirar hacia la dirección en la que estaban mis ojos hace un segundo y al ver a Bastian lo siento tensarse junto a mí de inmediato, luego él se gira para verme con una expresión extraña, una mezcla de preocupación y celos, y entonces hace algo que no esperaba de él: se inclina hacia mí y me pregunta a modo de susurro si estoy bien, cuando asiento levemente con mi cabeza él me da un beso en la frente mientras su dedo traza círculos en la parte baja de mi espalda. No sé si lo está haciendo a propósito para molestar a Bastian, pero creo que lo está logrando porque siento una leve conmoción en la parte trasera justo donde él se encuentra sentado, y como mi oído está aguzado para escuchar hasta el más pequeño de sus movimientos, siento a alguien hablándole en susurros de forma tranquilizadora, reconozco la voz casi de inmediato y me sorprendo a mí misma por no haber notado la presencia de August junto a él, no entiendo cómo pude haber obviado ese detalle, pero supongo que la llegada de Bastian me tomó desprevenida. La ceremonia empieza y yo no puedo evitar frustrarme por no poder ver lo que pasa allá atrás, así que empiezo a usar todos mis otros sentidos para saber hasta el más mínimo detalle, al punto que ni siquiera logro entender lo que dicen la gran parte del tiempo, incluso Zane tiene que repetirme las cosas dos veces porque no le estoy prestando atención, y aunque sé que él parece estar haciendo un gran esfuerzo por no molestarse con la situación, puedo notar que cada vez su paciencia se va agotando más con el pasar del tiempo. “Nos podemos ir cuando quieras,” él me susurra. “¿Qué?” le respondo sorprendida. “Parece que no la estás pasando muy bien aquí, si quieres que nos vayamos sólo tienes que decirlo,” él repite y yo me quedo perpleja por un momento. “No podemos irnos, tengo que hablar con el rey Arnold sobre mi causa, no puedo irme sin reunirme con él o al menos que él me dé una cita para una reunión, sé que te molesta esta situación, créeme que yo tampoco estoy muy cómoda, pero esto es importante, lo sabes, sólo ten un poco de paciencia por favor, te juro que no estoy haciendo nada de esto a propósito, es sólo que toda la situación es un poco desconcertante para mí, me dijiste que era posible que él no viniera, sólo estoy sorprendida, eso es todo,” le susurro y él aprieta los labios. “Realmente pensé que no vendría, lo siento, debí haber indagado más al respecto,” Zane responde. “No es tu culpa,” le respondo poniéndole una mano en la pierna, y él toma mi mano para llevársela a los labios tal como hizo cuando nos conocimos, y de inmediato sé que ese gesto le va a molestar a Bastian tanto o más que la primera vez. “Sólo dime cuando quieras irte y haré los arreglos de inmediato,” él me responde con una sonrisa y yo asiento. ---------------------------------- La ceremonia fue bastante larga, mucho más que la de Bastian, o al menos pareció una eternidad para mí, y tan pronto terminó fuimos informados por parte de un empleado del palacio de que el recién coronado Rey Arnold sabía de nuestras intenciones de hablar con él y para ello había apartado un momento para una breve reunión antes del banquete de la noche, al cual por supuesto estábamos invitados, y no pude evitar la sonrisa de satisfacción que se extendió por mi rostro al escuchar la noticia. “Esto debe significar que él favorece nuestra causa, ¿no es así?” le pregunto a Zane quien parece igual de sorprendido a mí. “Estoy seguro de que está intrigado por ti y querrá conocerte en persona, lo vi mirarte en la ceremonia, parece que ha escuchado los rumores, esto es bueno, creo que si hacemos las cosas bien podemos conseguir su apoyo,” Zane me responde y yo asiento en acuerdo, casi incapaz de mantenerme quieta hasta el momento de la reunión. No obstante, mi emoción no dura por mucho tiempo, ya que en el momento en que el empleado del palacio que había venido a informarnos de la reunión vuelve para llevarnos al pequeño salón en donde la misma se llevará a cabo, mi corazón se detiene cuando entro acompañada de Zane y tan pronto la puerta se abre, mi nariz se llena del aroma de Bastian, lo cual me hace fruncir el ceño pensando que mi mente me está jugando trucos, pero luego escucho a Zane maldecir por lo bajo. “¿Pero qué mierda está haciendo él aquí?” Zane murmura y yo me giro para ver a Bastian y August sentados en el sofá frente a un ventanal enorme, ambos se ven igual de sorprendidos que nosotros y yo siento la urgencia de dar media vuelta y salir huyendo de allí, pero justo cuando estoy girando para irme, el Rey Arnold entra a la habitación y nos indica que tomemos asiento en el sofá frente a ellos, mientras él se acomoda en una silla en medio de la sala y frente a todos los demás. ¿Qué carajos está pasando aquí?
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