Max El tiempo es como el viento, al igual que las ilusiones. A veces creemos que lo podemos controlar, que lo tenemos dominado en nuestras manos, pero resulta ser un espejismo y se desvanece como arena entre los dedos. No lo puedes volver a capturar, ni someter, porque ahora él te controla a ti. Ya habían pasado cuatro meses desde mi cumpleaños. Cuatro meses desde que mi padre anunció su veredicto de todopoderoso sobre mi vida. Tenía que casarme y darle un nieto en menos de dos años, si no lo hacía perdería todo lo que tenía, desde el dinero, hasta mi sueño de fotografía. ¿La verdad? Me importa una mierda el dinero, la empresa y el poder, todo esto lo estaba haciendo por mi hermana. Verás, mi padre fue criado al igual que mi abuelo, con mano dura y mente cerrada. Para ellos, las mujere

