Mientras Jorg estaba desmayado, Bill registró su habitación. Su madre pudo conservar el collar que Jorg le había regalado hacía ocho años, y Bill esperaba que su madre lo hubiera dejado. Por suerte, así fue.
Se quitó el colgante y lo reemplazó con la llave de repuesto de la casa de Tom. Se la puso alrededor del cuello y se fue a la escuela.
Bill estuvo de mal humor casi todo el día porque no tenía clase con Tom. Si le dieran un euro por cada vez que suspiraba de aburrimiento...
Finalmente sonó la última campana y Bill y Tom se encontraron junto al Cadillac. Se dieron un abrazo y un beso rápido y subieron. Sí, la gente los miraba, pero ya no les importaba. Tom subió el volumen, pero se detuvo al oír la voz de Bill.
"Tom, no quiero ir a casa todavía."
"Está bien... ¿solo quieres pasar e
