Narra Dalton La noche había llegado, la casa era muy amplia y contaba con muchas habitaciones, los niños que eran en total seis iba a compartir una ya que harían una especie de pijamada con palomitas y otras golosinas. Mientras los adultos nos íbamos a divertir afuera con música y bebidas. Encontré a Evangelina recostada sobre en el pasto contemplando el cielo estrellado, sin las luces de la ciudad y los inmensos edificios el cielo y el paisaje eran extraordinario. Luego me acerque a ella. —Te traje una cerveza—le dije sentándome cerca, ella se sentó y tomó la botella—.¿Te gusta este lugar?—le pregunte observando también el cielo. —Si, es muy hermoso—respondió. —¿Sabes? Este es mi lugar favorito, bueno todo lo que tenga naturaleza me gusta, desde niño me imaginé vivir en un lugar as

