Encuentro

1823 Palabras
Me desperté a las 6 porque mi madre estaba acariciándome el cabello para que despertara, como lo hacía desde que era niña. —Buenos días cielo—ella besó mi frente. —Buenos días mamá. —Debemos levantarnos cariño—mi vuelo salía en varias horas así que me levante entre al baño me di una ducha y salí, me cambie y al terminar ya eran las 07:00 así que baje a desayunar antes de salir al aeropuerto. —Te hice tu desayuno favorito—dijo un poco desesperada. —Gracias mamá—dije y me senté a devorarlo. Rápidamente volví a subir a mi habitación para hacer lo más complicado, la maleta. Un mes en Londres, no sé qué debería llevar para eso, comenzaba a frustrarme pero al final lo logré y metí casi todo mi guardarropa dentro. —Lista?—pregunto mamá entrando al cuarto. —Alguien llego para despedirte—dijo ella e inmediatamente mi hermano entró a la habitación y me abrazó fuerte. —Temí mucho no llegar para despedirme y decir que aún no lo puedo creer hermanita—su voz se quebró mientras me abrazaba en el aire. No lo veía hace 2 meses porque estaba en la universidad, lo había extrañado mucho. —Ahora estoy lista —susurre luego de poder abrazarlo. Me ayudaron a bajar mis cosas y los tres subimos al auto para comenzar el viaje hasta el aeropuerto. Luego de 30 minutos de viaje, llegamos y mis amigas estaban ahí, corrí a abrazarlas al igual que a mi madre y hermano. —Los amo mucho, nos veremos pronto—abracé a cada uno. —Te amo hermanita, escríbeme siempre por favor. —Adiós Fleur, diviértete mucho si? —dijo Ambar mientras Azul asentía y nos abrazábamos. —Llego la despedida más dura, nadie te dice lo difícil que es despedirse de un hijo de esta forma. Te amo muchísimo hija, más de lo que puedes imaginar. Trata de escribirme siempre y para todo, te espero aquí siempre querida—dijo ella llorando al igual que todos. Cuando llamaron por mi vuelo, comencé a caminar con mis cosas sin mirar atrás o lloraría más. Le di mi pasaje a la azafata antes de subir y obviamente derramar algunas lágrimas. Al subir al avión y sentarme en un asiento, empezó a despegar, así que me puse mis audífonos para escuchar música y tratar de no pensar en nada. Desperté porque sentí que alguien me movía, entonces abro los ojos lentamente, y me encuentro con un lindo chico de ojos verdes y cabello oscuro. —Hola, siento despertarte pero el avión ya aterrizo. —Em... Muchas gracias—dije, mientras los dos bajábamos. —Mi nombre es Federico, pero puedes decirme Fede, tu cómo te llamas? —dijo sonriéndome. —Un gusto, me llamo Fleur—dije sonriéndole. —Perdón si esto te suena muy apresurado, pero me darías tu numero? Es que soy nuevo, para conocernos mejor ya que parece que nunca has estado en Londres –dijo un poco avergonzado. —Claro, también me serviría conocer a alguien por aquí—le di mi numero— Y no, nunca estuve en Londres parece un hermoso lugar, me encantaría recorrerlo más. —Entonces te llamare, pero ahora debo irme, adiós— dijo despidiéndose con un beso en la mejilla, y se fue. Luego de quedar anonadad por él, agarre mis maletas y comencé a salir por la puerta principal encontrándome con un hombre vestido de n***o que tenía un cartel con mi nombre en él y traía una hermosas rosas blancas, entonces decidí hablarle. —Hola, yo soy Fleur. —Hola, soy el chófer de la casa, me llamo Marcus. Estas flores las manda su familia—dijo entregándome las flores blancas. —Gracias, son hermosas. —De nada, vamos suba a la camioneta, yo cargare el equipaje— dijo abriéndome la puerta. —Gracias—dije y subí. El camino duro menos de 15 minutos, al llegar la casa parecía una mansión de lo gigante que era, muy hermosa y comencé a ponerme demasiado nerviosa. Iba a conocer a mi verdadera familia. Marcus abrió la puerta dejándome entrar primero y luego el con mis cosas. — ¿Fleur? —pregunto una señora medianamente joven y de cabello oscuro, tenía los ojos iguales a los míos, entonces una parte de mi vida empezaba a cobrar sentido.—No lo puedo creer— dijo abrazándome fuerte y le correspondí. —Soy Anna, soy tu madre—ella comenzó a llorar de emoción y comenzaba a contagiarme. Luego un chico y una chica bajaron las escaleras y se miraron para luego correr hasta nosotros. —Es ella—susurro la chica y ambos me abrazaron. Anna se separó de mi para darle lugar a los chicos —Hola, yo soy Henry, tu hermano—dijo con la sonrisa más grande que vi en mi vida. —Hola Fleur, yo soy Ginger, tu hermana. —No puedo creer que seas tú—dijo la señora llorando al igual que todos. —Desde que supimos que estabas viva no paramos de buscarte, no aguardé ni un minuto y hoy ya estas con nosotros hija. No debes decir nada, se que esto debe ser aún más difícil para ti. Solo escúchanos —me hicieron señas para que me sentara en el sofá color bordo, al sentarme Ginger, Anna y Henry se sentaron enfrente. —Me embaracé muy joven, yo tenía 17 años y mi padre siempre estuvo en contra de que siguiera mi embarazo, siempre fue un hombre malo, odiaba a todo el mundo, en especial a mí. El día que estuve en hospital y di luz a ti y a Henry, mi padre le pago mucho dinero al hospital para que me dijeran que moriste pero jamás me dejaron verte. Fue un dolor muy grande y jamas supe por que lo hizo pero te robó y te regaló a tus padres. Al no haberte visto nunca sospeche y cuando comencé a ganar dinero contrate a más de 7 detectives para que te buscaran y no fue hasta que mi padre murió y me dijo la verdad, estabas viva. En ese momento les conté toda la verdad a Henry y a Ginger, lloramos, nos gritamos un poco nada importante. Al contactar a tu madre adoptiva hable con ella, no quiso que te vea pero la entiendo a mí tampoco me gustaría que me sacaran a mi hija y yo, solo me queda decir que lo siento tanto —yo estaba llorando a mares al igual que Anna, Ginger y Henry cuando baje la cabeza ellos vinieron y me abrazaron. —Gracias por contarme su historia. No sabía tantos detalles ni que tenía un mellizo, bueno ni hermanos en si—le dije a Anna y miré a Henry, él era mi mellizo quiere decir que nos parecemos un poco, en el cabello, los ojos y supongo que algunas acciones más. —Gracias por darnos una oportunidad Fleur—me dijo ella.—Bueno ya basta, iremos a la casa de Henry, hasta que tu habitación esté terminada, vas a descansar y mañana va a ser día de Mama e hijas, las 3 vamos a salir juntas. Queremos conocerte. —dijo y pude notar que tenía todo planificado. —Oye ¿Y yo que? ¿También soy tu hijo sabias?— dijo Henry ofendido por no haberlo incluido en la salida. —Bien, luego va a ser día de mama e hijos, allí vamos a ir los 4 ¿Esta bien? De todas formas mañana tú tienes ensayo—le dijo mirando a Henry. —Pero ya vámonos que mañana va a ser un día bueno. Además Fleur debe desempacar y descansar—dijo tomando su bolso y yo los seguí. Subimos a la camioneta que me trajo hasta aquí mientras Marcus conducía. Al llegar los cuatro bajamos y Henry abrió la puerta, la casa estaba absolutamente oscura hasta que de repente las luces se prendieron y varias personas salieron de un escondite. —¡BIENVENIDA! —gritaron y yo me asuste un poco pero me di cuenta que tal vez eran familiares o amigos. —Lo siento, les dije que era demasiado—me susurro Ginger abrazándome por los hombros. —Bien, Gracias ¿Ustedes son amigos de Henry? —pregunté un poco timida. —Si Fleur, te presento a mis amigos. Estaban muy emocionados por conocerte—contesto Henry. —Mira eres idéntica a Henry. Me llamo Paula—dijo la chica rubia. —Bien ellos son mis compañeros Nick, Logan, Zack y Link—me los presento en orden. —Tenemos una banda y por eso los veras mucho por aquí, ya que viven aquí de hecho. —Es un gusto conocerlos—dije viéndolos. —Es un gran placer conocerte Fleur—dijo Link. —Bueno, y ella es Jade, amiga de Paula—presento por ultimo. —Hola Fleur, nos alegra mucho conocerte—dijo y todos fueron muy buenos conmigo. —Igualmente, es un placer conocerlos a todos—volví a decir tímidamente. —Bien, es suficiente dejen respirar a Fleur—Anna me salvo. —Ven conmigo, los chicos te prepararon una habitación muy especial, esperamos que te guste mucho— dijo subiendo las escaleras abrazada de mis hombros, llegamos al final del pasillo y abrió la puerta dejando ver la habitación más hermosa que jamás había visto. —Es muy hermoso, gracias—dije viendo todo a mi alrededor. —Qué bueno que te guste—dijo Henry emocionado. —Todos participamos opinando sobre todo. —Muchas gracias a todos, me gusta demasiado—dije viendo que todos nos habían seguido. —Nos alegra muchísimo—dijo Ginger. —Bien ya está, ustedes alejence de esta habitación—dijo Henry a sus amigos, a lo que reí al igual que ellos. —Luego de que te instales mejor, te daremos un tour por la casa—me dijo Nick. —Eso sería genial—le conteste con una sonrisa a todos mientras se iban y en la habitación solo quedaban Anna y mis hermanos. La habitación era enorme, había un color central en cada cosa y era el celeste, el cual me gustaba muchísimo. Todos los muebles eran blancos, el escritorio, la biblioteca, la cama gigante con sabanas también celestes. Me gustaba cada rincón del lugar. —Bien la primera puerta es un baño, tu propio baño y esta otra puerto es el vestidor, también esperamos que te gusten—dijo Anna ahora. —De hecho ya te compramos algunas cosas pero como no sabíamos de tus gustos y preferencias, no abusamos pero si lo haremos mañana, querida. Ahora si te dejamos para que puedas acomodarte tranquila y descansar. —Gracias por todo, de seguro todo me gustara—les dije sonriente pero ya cansada. —Nos alegra que estés en casa querida.
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