La verdad
Lunes 7 en punto cuando mi alarma suena y adormilada estiro mi brazo para detener el horrible sonido. Cinco minutos después ya me encuentro duchada y en proceso de escoger que usar hoy, en el hermoso día que veía por la ventana. Baje a desayunar y allí estaba mi mamá, pero la notaba rara ya que siempre tiene esa hermosa sonrisa en su rostro, hoy estaba un poco seria.
—Buenos días, como amaneciste?
—Buenos días princesa, bien y tú? —dijo con una sonrisa media forzada.
—Yo bien, pero a ti te noto rara ¿sucede algo?
—Nada querida, solo desayuna antes de que se te haga tarde para tus clases—me acercó el plato de frutas y panqueques.
Su respuesta no me había convencido, pero decidí no preguntar más, yo sabía que vendría a mi si algo grave estuviera pasando. Terminé con el desayuno y me levanté para tomar mis cosas y saludar a mamá antes de salir. Caminé algunos metros hasta que llegué a la casa de Azul, la conozco desde el año anterior cuando se mudó al vecindario y desde entonces nos llevamos muy bien. Por suerte vamos al mismo instituto entonces paso por ella todas las mañanas y como siempre está esperando por mi fuera de su casa.
—Tarde, como siempre—pronuncio mientras comenzaba a caminar a mi lado. Por desgracia no es la persona más agradable al despertar.
—Solo por dos minutos, estoy mejorando.
—Si claro, a ti no te interesa llegar tarde nunca—me remarcó y me hice la ofendida.
Hasta que llegamos al instituto y nos fuimos se nos hizo el día más largo del mundo, pero por suerte ya estábamos volviendo. Deje a Azul en su casa y yo seguí lo que quedaba de la mía, de pronto veo una camioneta negra hasta con vidrios negros siguiendo mí mismo paso, me comencé a apresurar un poco asustada, saque las llaves de mi pantalón y ya llegando abrí la puerta de casa lo más rápido que pude, la volví a trancar y me recosté por esta con el corazón acelerado. Minutos después me percate que mi madre estaba sentada en el comedor viéndome con una cara muy triste.
—¿Mamá estas bien? ¿Te sucede algo? —me apure a preguntar asustada porque tal vez a ella también la siguieron.
—Si sucede algo mi cielo, mejor siéntate porque tenemos que hablar. Hablé con el director de tu instituto y avisé que mañana no irías a clases—dijo ella ya con una lagrima cayendo por su mejilla.
—Mamá me estas asustando, dime que sucede por favor—dije asustada .
—Escucha princesa, hace años atrás yo y tu padre no podíamos tener hijos, y adoptamos una niña o al menos eso me dijo tu padre ya que fue el quien firmo los papeles. Luego de eso se puso muy raro, hablaba mucho con un hombre que me daba mala espina, hasta que me lo contó hoy. Fleur fuiste adoptada, bueno de hecho no, tu padre me dijo que en realidad ese hombre te entregó a nosotros a cambio de que te ocultáramos, también le dio una gran suma de dinero. El hombre era tu abuelo y confió en el para que te cuidáramos hija, créeme que no tenía idea hasta hoy. Fuiste robada, tu madre biológica creyó que moriste al nacer pero ya sabe la verdad y hablamos. Lo siento muchísimo, yo jamás quise ocultarte esto— dijo llorando desconsoladamente y tratando de abrazarme.
—¿Que? Tu jamás me dijiste que era adoptada y no solo eso, ahora me dices que fui robada ¿Que no soy quien creía? Están locos, no pude ser real—dije comenzando a llorar también y alejándome de ella. Mi vida es una mentira—mi cuerpo comenzó a temblar y a faltarme el aire, estaba teniendo una crisis. Me robaron y además aceptaron dinero por mí. Mi propio abuelo me regaló. Como puede ser que unas simples palabras te cambien la vida para siempre, en tan solo minutos.
—Lo siento hija.. yo tampoco puedo creerlo. Te quería proteger, yo te amo mi vida, lo siento. Tu verdadera madre quiere que viajes a Londres mañana y por 1 mes para conocerlos y decidir si quedarte allí o volver con nosotros — dijo llorando y en casi un susurro.
—No lo puedo creer, no es verdad. Eso no cambia las cosas, aceptaron dinero por mí, me mintieron, ocultaron la realidad y ahora me hacen decidir con quién quedarme, todos son idiotas, los odio.— quise retractarme de mis palabras pero era tarde. Subí las escaleras corriendo hasta mi habitación, me tiré en la cama y ahí llore por horas mientras le contaba a mis amigas tratando de desahogarme. Esto era una pesadilla y yo aun no lograba despertar.
No pude conciliar el sueño hasta altas horas de la madrugada, pero en un momento lo hice y no duro mucho. Me levante a las 07:00 ya que tenía instituto a las 08:00 y si iria, no me importaba que dijeras, quería estar con mis amigas y no aquí. Entre al baño, hice mis necesidades y salí. Me cambie y fui a la cocina a desayunar y ahí estaba mi mamá, con ella sigo enojada, me mintió y no tenía derecho, pero no es todo su culpa.
—Podemos hablar? —pregunte.
—Está Bien.
—Lo siento yo sé que todo lo que te dije está mal y perdón pero me dolió que no me digas la verdad antes y tener que irme a Londres mañana para conocer a mis ''Padres Biológicos'' y tal vez hermanos, es un shock y sigo sin poder creer que hicieran esto a mis espaldas—dije al borde del llanto.
—Hija, no me tienes que pedir perdón, la que te debe una disculpa soy yo, perdón por no contarte antes de que te fueras al instituto ayer. Siento todo lo que está pasando, cielo —dijo llorando.
—Está bien mamá. Claro que si te perdono— dije abrazándola y ella me correspondió muy apenada. —Y hoy si iré al instituto, debo despedirme.
—Está bien, lo entiendo cielo. Ve tranquila—me dijo ella limpiando sus lágrimas.
—Adiós Mamá.
—Adiós cariño.
Iba de camino al instituto y cuando llegue vi a mis amigas Azul y Ambar.
—Hola Fleur, ¿cómo estás? —pregunto Azul y ambas me abrazaron cuando me vieron.
—Hola, estoy mejor y ustedes? —hice una mueca.
—Nos alegra que estés mejor luego de todo lo que pasó. Realmente vamos a extrañarte mucho—dijeron antes de que suene el timbre para entrar ya a clase.
Cuando llegue a mi casillero y dejar mis cosas dentro, fui a la clase del Sr. Ashton, luego todas las clases normales hasta la hora de salida. Antes de volver a casa fui nuevamente a mi casillero para sacar todas mis cosas de ahí, ya que mañana no volvería.
Camine sola a casa y cuando llegue me di un baño y me puse mi pijama, me acosté y minutos después mamá entró, se acostó a mi lado y sin hablar ambas nos dormimos abrazadas.