sarah

CAPITULO 4

El baile seria en dos semanas, tendría que prepararme, comprar un vestido e instruirme en los modales de la época, además de perfeccionar mi plan, este era sencillo, debía acostarme con un hombre y hacer que mi padre y el duque se dieran cuenta, para la época seguramente esto  era una razón de deshonra, y un obvio motivo para no casarme con el duque, solo esperaba que mi padre no me obligara a casarme con el cabello con quien me encontrara, aunque siendo la verdad, todas las opciones eran mejor que casarme con ese viejo.

Lo primero en mi lista seria contratar a una institutriz, debía aprender los modales básicos para un baile… ¡ah! Y también un maestro de baile, seria horroroso ir a un baile y no saber bailar, que mis comportamientos y mi pensamiento no estuviera acorde a la época no significaba que en algún momento no debería aprender algunas de las costumbres, después de todo esperaba vivir una vida larga en este cuerpo. aunque siempre extrañaría las series de televisión o mis preciados aparatos electrónicos, esperaba encontrar una distracción lo suficientemente buena en esta época.

Sali de mi habitación en busca de una mucama le hice saber que quería hablar con mi padre, esta me guía a la “oficina” de este, debía estar calmada estas dos semanas, para que, en el baile, no estuviera bajo la estricta mirada de este, toque la puerta y unos segundos después escuche un pase

- “buenas tardes padre, necesito hablar con usted”

Este me miro receloso, sin embargo, me señalo una silla, me senté lo mas recta que pude, esto no era nada malo, sin embargo, me desagradaba pedirle un favor a alguien que solo me veía como una juegue intercambiable

- “como bien sabe usted, he perdido todos mis recuerdos y con ellos se han ido mis recuerdos, es por eso que necesito una institutriz, además de un maestro de baile”

- “no, nos podemos permitir a los dos, tu madre te enseñara la etiqueta”

Como que no nos lo podíamos permitir, pero si éramos una familia noble, ¿podían lo nobles ser pobres?

- “¿acaso estamos en bancarrota?”

- “no, no lo estamos”

- “¿y entonces?”

- “estos temas no les compiten a las mujeres”

Juro por dios que casi lo insulto, casi lo hago sin embargo me contuve, no podía comportarme de mala manera

- “¿cuándo comienzo?”

- “mañana en la mañana, tu madre y hermanas te esperaran en el salón”

Sali de la oficina, preguntándome que tipos de cosas aprendería….

Había pasado toda la noche en vela, no solo por el hecho de que iba a prender cosas nuevas, sino porque por sin tendría una verdadera conversación con mi madre y hermanas, estaba esperando en el salón, sentada en el suelo, cuando escuche unos pasos, me levante de un brinco

- “bien querida hora de comenzar las clases, espero que aprendas todo lo que olvidaste”

Dijo mi madre, comenzamos las clases y la verdad no voy a dar muchos detalles, en resumen, no era tan mala en esto, no obstante, eran tantas cosas que mi cerebro se sentía acalambrado, y ni siquiera sabia como eso era posible, esperaba que, para el fin de estas dos semanas, aprendiera todo….

Ya habían pasado dos semanas y la verdad es que había logrado aprender todo y también había comparado un vestido precioso, que resaltaba mi cuerpo hermosamente, y lo mejor, no necesitaba usar un corsee, hoy era el día del baile, y por fin había perfeccionado mi plan, lo primero era entrar, obviamente, saludar a unas cuantas damas mientras daba un paseo, analizando, cuales podrían ser mis prospectos, bailar con algún caballero el cual seria el elegido para mi plan y finalmente seducirlo y llevarlo a una sala de descanso, eso era lo básico, ahora como haría que mi padre y el duque  entraran justo cuando terminamos, no  sabia si iba a ser exactos pero esperaba  que unas de mis hermanas, le dijera que lo estaba esperando a él y al duque para disculparme formalmente.

Llevaba todos del día rodeada de mucamas las cuales iban y venían arreglándome, en estos momentos solo faltaba pintarme los labios, estaba emocionada por mirarme al espejo, cuando la mucama termino le pedí que destapara el espejo que anteriormente había mandado a tapar… me mire al espejo, me sentí tan bien me veía hermosa, parecía una flor,  todo en mi encajaba, tenía ganas de llorar sin embargo sonreí, por primera vez  en mis dos vidas me sentía hermosa, me sentí fuerte, en mi vida anterior me sentía acomplejada por una gran cicatriz que surcaba todo mi rostro, siempre me sentí menos aunque en mi mente tuviera claro que algo como eso no me hacia valer menos que los demás, sin embargo a veces la sociedad me hacía pensar que estaba equivocada, en fin Sali de la habitación, no sin antes colocarme la máscara que me habían entregado con el vestido al parecer iba a ser un baile de máscaras, Sali de la habitación con la frente en alto, caminado con seguridad, me subí al carruaje junto con mis hermanas….. unas hora después llegue al baile, la verdad es que el palacio era enorme y hermoso,  procesigui con mi plan entre di una vuelta por el salón, salude a la señoritas y a sus esposos, sin embargo no vi a nadie que llamara especialmente la atención estaba por rendirme cuando de pronto lo vi, era un caballero alto con el cabello n***o, ojos azules, de complexión atlética, estaba en una esquina del salón, tenia una mirada critica y misteriosa, sin darme cuenta comencé a caminar atraída hacia él, de alguna manera su porte caballeresco y su mirada crítica me encantaron, cuando por fin estuve cerca, nos miramos a los ojos y una electricidad recorrió todo mi cuerpo, sonreí

- “encantada de conocerlo, soy Sarah ¿me podría decir su nombre?”

Este me miro de arriba abajo y después me sonrió

- “¿acaso no sabe quién soy?”

O santo dios, su voz era magnifica, era todo un deleite para mis oídos

- “pues claro que no lo se es por esto es que pregunto”

Este soltó una pequeña sonrisa, casi me desmayo

- “soy Jonathan encantada de conocerla”

Así que ese era su nombre, hermoso nombre, como el, el tomo mi mano y la beso, esto pintaba demasiado bien