Aun estaba encantada con Jonathan lo había decidido él era con quien debía pasar la noche
- “me concedería usted un baile”
Mi corazón latía a mil por hora, estaba temblando sentía que iba a desfallecer justo en ese lugar
- “señorita la verdad es que tengo que admitir que mis habilidades en el baile no son las mejores…”
Dios no, me iba a rechazar, no quería parecer alguien insistente, con pensar tendría que buscar otra persona, aunque siendo sincera, no quería a nadie más, Jonathan había captado toda mi atención
- “sin embargo bella dama, que le parece si me acompaña a tomar una copa de vino”
Si, esto era aun mejor, un baile seria incomodo, además sería difícil seducirlo, sin embargo, tomar una copa mientras hablábamos era más íntimo, sonreí
- “estaría encantada de acompañarlo”
Este tomo mi mano guiándome a una mesa igual de apartada que el lugar donde estaba antes, estaba encantado, todo en el gritaba perfección por un momento me sentí en un cuento de hadas, la música barroca sondando de fondo, mientras que el calor de su mano calentaba la mía, era realmente excitante, Jonathan corrió a un lado el asiento, me senté, en cuanto estuvimos acomodados los dos llamo a un camarero para que me trajera una copa de vino, cuando este la trajo comenzamos a hablar.
- “así que lady Sarah, cuénteme de usted”
- “no podría contarle mucho de mí, puesto que recientemente he perdido la memora y solo conozco detalles insignificantes, no obstante, antes de hablar de mí, quisiera hablar de usted mi lord cuénteme ¿Qué le gusta a hacer? ¿Qué hace en sus tiempos libres?”
Quería conocer todo de él, mire a sus ojos mientras el comenzaba a hablar, eran tan seductores, no podía parar de pensar en lo bien que se sentiría que el me mirara en la cama, sus labios también eran tremendamente seductores, sentía que debía besarlos, sus cabellos, oh dios, su cabello, estuve tentada a pasar mi mano por él.
- “lady Sarah ¿me está escuchando usted?”
- “lo siento la verdad es que no, desde el momento en que lo vi no he podido pensar en nada mas que en sus cautivadores ojos, labios y cabello, la verdad es que no me canso de admirarlo”
Por un momento logre ver a Jonathan descolocado, seguramente no era propio de una dama decir tales cosas, sin embargo, no me lo podía callar
- “es bastante directa mi lady”
- “tal vez, pero no lo suficiente”
Jonathan sonrió, casi me derrito ahí mismo
- “puede ser, como le decía me gusta leer y montar a caballo ¿y a usted mi lady que le gusta hacer?”
Menea mi copa de vino y di un sorbo a mi copa mientras lo miraba
- “aparte de admirarlo, no tengo algo digno de mencionar”
- “gracias por el cumplido, usted también es digna de admirar, desde que sus ojos se encontraron con los míos, no he podido de dejar de pensar en lo hermosa que es”
Estaba decidido él era el indicado, me levante de mi asiento y me coloque a su lado, estire mi mano para tomar la suya
- “¿le gustaría acompañarme esta noche?”
- “a usted lady Sarah la acompañaría toda mi vida”
Jonathan tomo mi mano y se levantó, lo arrastre por todo el salón, sin cuidado, nadie estaba prestando atención de todos modos, mi padre iría a la habitación en unas cuantas horas así que tenía tiempo de sobra con Jonathan, estaba ansiosa comenzaba a sentir como mi piel picaba, me sentía temblorosa y mi respiración era irregular, cuando pro fin llegamos a la habitación respire aliviada y al parecer Jonathan también, el camino se había hecho eterno, al entrar no me moleste en cerrar la puerta con llave, el aire se sentía pesado, lo guie al sofá y lo senté. Respire fuertemente intentado calmar mis nervios, comenzó a quitar mi ropa, mirándolo fijamente, puede ver como los ojos de Jonathan seguían cada uno de mis movientes con nerviosismo, quede solo en lancería y fue entonces que me lance al ataque, me senté en sus piernas mientras tomaba su rostro, lo bese, bese esos labios que llevaba toda la noche deseando, el beso que al principio era calmada enseguida tomo un rumbo salvaje, era erótico escuchar el sonido de nuestros besos, Jonathan subió su mano hasta mi pecho y lo apretó, gemí, sus manos retorcían mis pezones a la perfección, comencé a deslizar mis manos por su pecho, rompí el beso y aleje su manos, y comencé a quitar los botones de la camisa, en cuanto acabe con ella seguí por los pantalones en los cuales se sentía una prominente erección, frote con mis manos encima del pantalón, Jonathan rápidamente me tumbo sobre el sofá, quito sus pantalones, y los demás quedando completamente desnudo, recorrí con mis ojos todo su cuerpo, hasta que llegue a su virilidad no era ni tan grande sin embargo tampoco tan pequeña, era perfecta, Jonathan se acercó a mí y comenzó a besar mi cuello, ese era mi punto sensible, suspire y toda mi piel se erizó estaba ansiosa, sus besos comenzaron a bajar por todo mi cuerpo, esto se sentía realmente bien, cuando llego a mis bragas las tomo entre sus dientes, sentía toda su respiración ahí abajo
- “no puedo esperar, a hacerte todo lo que he imaginado desde que te posaste enfrente”
- “y yo no puedo esperar a que me hagas todo lo que ha imaginado”
Jonathan bajo sus manos lentamente hasta mi entrada, comenzó metiendo un dedo lentamente, gemí, comenzó a meterlo y sacarlo de manera rítmica, sentía que faltaba algo, cuando metió el segundo dedo y después el tercero, me sentía morir, Gemía y tomaba con fuerza sus brazos nunca había sentido nada igual, con su otra mano comenzó a acariciar mi clítoris y aumento el ritmo
- “por favor métela ya”
Dije desesperada, necesitaba sentirlo, comencé a acariciar mis pechos, mientras el hacia su trabajo, el hizo caso omiso a mi suplica, aumento el ritmo y me sentí a punto de desmayarme, sentía como mi cuerpo temblaba, cuando estaba a punto de correrme se detuvo
- “¿pero qué demonios?”
- “nunca pensé que una señorita diría esas palabras”
Iba a responderle, sin embargo, este no me dejo, en su lugar bajo su cabeza hasta mi feminidad y paso su lengua por este lance un gemido, que se convirtieron en varios cuando comenzó a hacerme un oral, pasaba su lengua de arriba abajo, en diferentes ritmos, deteniéndose en mi clítoris
- “por favor, no pares”
Presione su rostro, con mis manos, hasta que por fin tuve mi primer orgasmos, me sentía extasiada cada parte de mi cuerpo estaba sensible, y mis piernas temblaban, en realidad todo mi cuerpo, además mi cabezada daba vueltas y me faltaba el aire, ahora era mi turno, me levante aun temblorosa e hice que Jonatan se sentara, su virilidad estaba en su esplendor, me posicione encima de el y lo bese mientras intentaba bajar poco a poco, al principio sentí un pequeño dolor, sin embargo a medida que fui a avanzando el dolor aumentaba
- “¿estás bien?”
- “si”
Seguí hasta que por fin entro por completo, seguí moviéndome hasta que por fin me acostumbré, desde ese momento, todo fue puro placer, escuchaba los gemidos de Jonathan mezclados con los míos y el sonido de nuestros cuerpos, además sentir como Jonathan apretaba mis caderas marcando un ritmo me excitaba, cada estocaba que daba era profunda, seguimos así hasta que los dos nos corrimos, puse mi frente en su pecho
- “esto fue maravilloso”
Dijo el jadeando, sin embargo, no pude hablar, Jonathan me levanto y me apoyo en una pared cercana y me penetro fuertemente, había comenzado el segundo round, y así seguimos hasta que pasaron las horas, después de hacerlo una y otra vez estábamos acostados en el suelo jadeantes y sudados, definitivamente mi primera vez había sido maravillosa
- “no puedo evitar pensarlo señorita, mi mente lleva pensado lo un buen rato”
- “no me hables con tanta formalidad Jonathan”
- “¿pero ¿Cómo podría?”
- “solo relájate”
- “había hecho usted antes esto con otro hombre”
Su pregunta me tomaba por sorpresa ¿Qué relevancia tenía esto después de haber terminado?
- “nunca”
- “me hare responsable de usted señorita, como caballero ese es mi deber”
No, no, ósea Jonathan era realmente un sueño, sin embargo, aún no lo concia, bueno no del todo, además quería vivir un romance apasionado y estando casada con alguien solo por obligación no iba a suceder
- “no debe hacerse cargo de nada”
- “pero, pero señorita Sarah su honor, ¿acaso no le gusto lo de hoy? ¿no soy buena compañía?
- “no me malentienda, fue excelente, pero no quiero que se case conmigo por obligación, y usted es una excelente compañía”
- “tengo que admitir Sarah que no sería completamente por obligación, la verdad es que nunca había conocido a una señorita tan interesante y hermosa como usted”
Iba a hablar cuando sentí las puertas de la habitación abrirse, voltee la mirada y en la puerta y vi la mirada horrorizada de mi padre, mi hermana y el duque, maldita sea, no se pudieron haber esperado un poco más.