- Nuevo Destino.
Todo estaba preparado y Isis esperaba a la princesa escondida en los establos. Ya empezaba a amanecer y todos dormían, Jade cogió comida para el camino y agua, algún que otro ropaje y se dispuso a encontrarse con Isis, se montaron en sus camellos ya equipados y empezaron el camino.
-Señora esta segura de que su primo la ayudara- pregunto Isis preocupada aun.
- Si, eso espero, mi padre a el también lo desterró por no obedecerle y ahora es un rey muy poderoso de las afueras de Egipto.-dijo Jade muy segura. - Mientras huían a trote escucho como la madre de Jade gritaba, había entrado en su habitación y ella no estaba, Isis y Jade asustadas sabiendo que significaba eso, los guardias de movilizaron rápido buscando a Jade y salieron en su busca, a lo lejos se escuchaban el trote de los camellos avanzar hacia ellas, las chicas creían que eran los guardias de su reino, pensaba en el castigo de su padre seria aun mayor, pensaba en Isis, si la encontraban junto a ella moriría.
Jade e Isis al verse en peligro obligaron a sus camellos a ir mas deprisa, pero al esfuerzo el camello de Isis tropezó y cayó torpemente al suelo haciendo que Isis cayera y quedara inmóvil sobre la arena, Jade se asusto por ella y decidió ir en su ayuda aunque esto supusiera ser capturadas por esos hombres.
Jade consiguió llegar hasta Isis, pero Isis estaba perfectamente ni un rasguño.
Jade observo como esos hombres con caras tapadas y de n***o llegaban hasta ellas, confusa los observo mejor y se dio cuenta que no eran los guardias de su padre, eran bandidos.
Perdón por esto señora, pero lo tuve que hacer-dijo con mucha pena Isis.
¿De que hablas Isis? - pregunto sin entender, en ese momento los hombres ya las alcanzadas. Ataron y taparon la cabeza de Jade bruscamente y la subieron al caballo a la fuerza, solo escuchaba.
-Hiciste un trabajo estupendo ... Me has servido de ayuda ... Tu familia será liberada después que conquiste el reino .... Hasta entonces me seguirás ayudando o los matare a todos- se escucho una voz muy masculina y sensual, casi ronca y seria, sonaba a un hombre joven.
-¡No! Me prometiste que los soltarías, no cumples con tu palabra, me lo prometiste, mentiroso- se oía a Isis gritar y llorar pero sonó un golpe seco y ya no se oyó mas ....
Atadla también, el camino es largo ... - El Faraón ordeno.
Tomaron camino hacia el reino pero Jade no quedo conforme y fue todo el camino pegando patadas, chillidos, golpes, cosa que al Rey lo estaba sacando de quicio, le dio una palmada en el muslo cosa que a Jade la hizo parar, se tenso, había osado tocarla y ese hombre lo pagaría caro.
El Faraón revivió la imagen de Jade mientras avanzaba hacia ella, vio su gran belleza, todo lo que habían contado sobre su belleza no le hacia ninguna justicia, era digna de comparación con la misma diosa de la lujuria, seria una pena matarla sin antes aprovechar su belleza - Pensó el Faraón.