Xavier y Scarlett

-Buenos días señorita Stone- dice Regina aun con un poco de cansancio, Scarlett la mira, le da su chaqueta y su sombrero mientras entra a la oficina, al entrar cierra la puerta y empieza a quitarse los guantes, observa el desayuno, que ella exige que este servido ya que aborrece comer en casa. Solo toma su jugo de naranja mientras observa la vista que tiene desde el ventanal. Suena el teléfono diciendo –Señorita canciller, espero que haya aceptado mi solicitud de ingresos-, ella observa el identificador de llamadas diciendo “ministro del fuego economía y finanzas”. Se sienta en su silla diciendo a través del teléfono interno –Regina, es hora de la revisión de mi agenda para el día de hoy-, ella aun no podía creer que con veinte años había logrado ese tan algo puesto que era solo para puros, mientras ella era una mestiza. Regina entra por la puerta con una Tablet en mano diciendo –Señorita Stone, para hoy tiene a las 7.45 am hasta las 2.50 pm tiene que ir a la ceremonia de la academia en representación del primer ministro y la primera dama; de 5.15 pm hasta las 9.00 pm tiene una reunión con el consejo de ministros. - Scarlett asienta con la cabeza diciendo –puedes retirarte, Regina – ella hizo una reverencia y se marchó, Scarlett pensó “detesto ir a donde esos mediocres todo porque mi padre, ni mi madrastra desean ir, eso no es mi problema; eso es problema de los ministros de educación de fuego y del hielo, no mío… ya que importa tengo 15 minutos para arreglarme”. Ella abrió su computadora lo primero que vio era un sinfín de quejas y amonestaciones de parte de su padre y su esposa, y por ultimo de odiosa media hermana Celeste, sus comentarios absurdos sobre chicos y moda, como si ella no tuviera nada que hacer. Decidió cerrar la computadora y no hacer nada solamente comer su desayuno que aún estaba tibio, era un desayuno continental y una gelatina de postre. Se fijó que ya faltaba 5 minutos, ella odiaba llegar tarde o que la hicieran esperar. Se retoco el maquillaje de los labios, se colocó sus guantes de seda cortos y su bolso, afuera la esperaba Regina con su abrigo y sombrero, se lo puso junto con unos lentes de sol, a ella le incomodaba la luz solar. Bajo por el elevador, hacia su carro en donde la esperaba el chofer diciendo –buenos días, señorita canciller- abriéndole la puerta, se metió dentro del carro y luego Regina; atrás y adelante estaba el cuerpo armado de protección de la región del hielo; Scarlett pregunto - ¿Regina hay algo que valga la pena en esta absurda ceremonia? - con obvio aburrimiento Regina mirando su Tablet dijo – Si, señorita se presentara al primer elegido- con nerviosismo Scarlett bajo los lentes hasta que su mirada de ojos azules oscuros se viera con los ojos marrones de Regina diciendo –por fin lo encontraron, y yo que pensaba que era completa pérdida de tiempo y dinero, claro más trabajo para mí- con completo desdén Llegaron a la academia, era un gran edificio que más bien parecía un museo que una escuela, tenía puros colores sobrios, hacía que los humanos que pasaban cerca de él pensaran que era una escuela de elite que nunca sus hijos podrían estar allí, no se equivocan solo los puros y los mestizos que valgan algo pueden estudiar allí, solo que la admisión no está en el dinero sino en la sangre. Entraron a través del portón en la entrada había un valet haciendo reverencia con la llegada de la canciller de la república, Scarlett como era de costumbre vestía tipo ejecutivo, tenía un vestido con forma de v sin mangas en azul, un sombrero tipo velet y guantes azules con zapatos tipo gamuza con medias además de un abrigo blanco, Había una alfombra roja desde la entrada, se detuvo el auto, primero se bajó el chofer abrirle la puerta, después fue Regina para abrirle el paraguas de encaje para que no le afectara el sol y de ultimo Scarlett, todos hicieron reverencia ante ella. Ella camino hacia el salón central, era un salón amplio de color crema muy iluminado y lleno de cortinas de los colores de las regiones, azul y celeste de la región del hielo, rojo y café para la región del fuego, blanco y dorado para la región del diamante, donde se encontraba el escenario se encontraba la foto de la familia del primer ministro y los escudos de las regiones. Scarlett caminaba hacia su asiento, todo la miraban pues era muy extraño que un m*****o de monarquía del diamante asistiera a sus ceremonias, ella se quitó los lentes, el abrigo y sombrero. -Buenos días, Su excelencia Canciller de la republica la Señorita Scarlett Stone- Mystri de la región del hielo y diamante, nos honra con su presencia, Señores ministros de Comercio de la región del fuego, de Seguridad de la región del hielo, Personal administrativo y docente, jóvenes estudiantes, le doy la bienvenida a la ceremonia anual de conmemoración de la academia- dijo el rector de la academia En la parte de atrás había un chico de cabellos rubio que parecía de rayos de sol, con ojos ámbar, que prácticamente era perfecto, era como de 1,89 de alto tenía contextura mediana, pero en sus ojos se veía que entre tanta perfección se les había olvidado a los dioses poner algo de realismo, además tenía extrañas marcas lilas a través de su piel tostada. Pero extrañamente Scarlett no podía ignorarlo, “¿Quién es esa chica? De ojos azules oscuros casi llegando a n***o, cabellos como la cereza, de piel de porcelana, pero tiene una mirada triste y aristocrática y su rostro se ve muy endurecido como si nunca hubiera sonreído en su vida, sin embargo, es muy hermosa.” -ahora escucharemos unas palabras de la Señorita Scarlett Stone- Mystri- dijo el rector se escuchaban fuertes aplausos, Scarlett se levantó igual, no era la primera vez lo que hacía. Scarlett se acercó al estrado, el director dijo –antes de escuchar las sabias palabras de la canciller, quiero presentarles jóvenes estudiantes, al primer elegido Xavier de la región del fuego, -  era ese chico que parecía un dios en perfección; Xavier camino hacia el estrado, se puso al lado de Scarlett, sonriente, pensó “Esa chica pelirroja es el canciller, la señorita perfecta, me la imaginaba menos bonita, ni siquiera guapa, pero esta es una belleza y ahora que la tengo al lado no deja de olerme a cerezas” se escucharon unos que otros gritos de chicas enamoradizas. A Scarlett no le agradaba nada que le hicieran perder el tiempo y dijo–Buenos días, Sus excelencias, Señores Ministros, Rector de la academia Marcus Stone- Lucianni, Primer elegido, jóvenes estudiantes, es un grato momento estar aquí presente en representación de mi padre y madre, en fin, de la familia monárquica de la región del diamante; felicito a todos lo que se destacaron en este evento, deseo que sigan así y que tengan un buen día, que su día sea mejor que el mío. Gracias, que tengan una excelente semana. - con la frialdad y la dureza de siempre y sin emoción alguna. Bajo del podio por fin se terminó este aquelarre del evento ahora se podía ir, se terminó el evento, ella caminaba hacia la biblioteca de la academia, cuando se encontró con el elegido diciendo – he encontrado más emoción en un muerto que en ti- con absoluto descaro, Ella lo miro con una mirada que le dio un aire frio diciendo –usted ¿qué se ha creído?, no tiene derecho hablarme así, yo no le he faltado al respeto- con enojo pues el único que le habla así se su padre    Él se acercó a ella diciendo – ¿qué? porque eres la canciller y tienes tanto poder como el primer ministro, con solo veinte años o porque estas acostumbrada que todos agachen la mirada ante ti-  con tono retador Ella lo miro diciendo con tono altanero –por supuesto, además, aunque sea usted el elegido no lo hace superior a los demás esta mi cargo como todos, además usted es un plebeyo más que está a mi mando, recuerde que no soy igual a las que usted pretende, a hora retírese de mi vista o llamo a seguridad- con desdén y desprecio. Él se acercó más ella diciendo –recuerda tú, que no soy igual a los demás y la seguridad no me harán ni cosquillas, deberías de ser más amable con los demás- con un aire dominante Scarlett se sentía ciertamente presionada pues él era más grande y fuerte que ella, pero ella no iba a dar su brazo a torcer, ni loca que estuviera; diciendo –podría alejarse de mi espacio personal, no le dado esa confianza, igualado- con tono de orden e ira que solo se le veía en la voz y los ojos mientras su rostro era inexpresivo. Xavier se alejó un poco pensando “es prácticamente una mujer de hielo por lo poco que he visto es casi un androide, es cierto lo que me dijo mi padre que era literalmente perfecta en todo, pero al parecer no tenía ni alma, ni corazón, solo cerebro, pero creo que lo que le falta es relajarse” –Aun sigo diciendo que deberías relajarte, pero te dejare en paz por ahora, rojita-, con una sonrisa en el rostro. Scarlett rodo los ojos diciendo –primero usted no volverá a verme, eso es problema de mi madre no mío, segundo estará muy ocupado para arruinarme el día y tercero déjeme informarle desde ya no tolero que me traten con confianza no dada y debería cuidar su léxico ante mí; soy su superior, y por ultimo aléjese de mí, no lo quiero cerca mío con sus extrañas marcas- con desdén y luego camino hacia las puertas de la gran biblioteca Xavier sintió asombro agarrándola por el brazo diciendo - ¿puedes ver mis marcas de elegido? - aun no pudiendo creerlo pues según sabe solo su igual y los dioses pueden verlas Ella con desprecio y enojo –no me toque, no tolero que me toquen y si puedo verlas ni que estuviera ciega- él la soltó con algo de emoción porque ella lo vera todos los días de su vida, aunque no quiera. La dejo ir solo con el consuelo que la vera casi siempre y sabrá que se esconde tras esa frialdad, Xavier fue hacia la oficina del rector donde se encontraba los ministros diciendo     –Scarlett puede ver mis marcas- Marcus al escuchar esto quedó atónito él sabe cómo todos los involucrados en este proyecto que solo dos tipos de seres vivos pueden verlas dijo –voy a comprobarlo por mí mismo- tomo su celular y llamo a Scarlett diciendo –Scarlett quiero que vengas a mi despacho- ella le cerro el teléfono. Scarlett pensó “¿Cuándo me voy a irme en paz de aquí? Ya tengo algunos libros que pedí prestados que son los que necesito, ¿qué más quieren?”; ella llego a la oficina y todos la miraban más que de costumbre. -Buenas tardes, Scarlett – dijo Marcus, con curiosidad había que admitirlo él no le caía muy bien su sobrina Scarlett prefería a Celeste, esta era una monja, amargada, distante y futura solterona, pero muy inteligente demasiado diría él, mientras la otra era coqueta, divertida, popular, confiada en sí misma, pero si le tocaba está a Xavier lo compadecía. -Eran buenas habrás dicho, porque no me lo está pareciendo, ¿que deseas tío? - dijo Scarlett, con mal humor. Vio que en una esquina se encontraba Xavier de pie en posición de firme, los ministros sentado en el sofá secreteando algo. -deseo saber si puedes verlas marcas de Xavier, Scarlett- dijo Marcus con toda la calma posible -En serio, me hacen perder el tiempo por esto, como se lo dije a él, si puedo verlas como los demás ¡gran cosa! Se ve que no tienen nada mejor que hacer, que fastidiarme a mí paciencia- dijo Scarlett con sarcasmo y enojo pues tampoco le gustaba repetir las cosas dos veces.   Marcus exhalo diciendo –según veo ya que tú eres mestiza y ves las marcas del elegido y eres el único mortal que lo hace, tu serías la segunda elegida cuando cumplas tus 21 años de edad, se puede decir que tú le perteneces a Xavier- con cierto orgullo y decepción porque esperaba que fuera Celeste o cualquier otra menos Scarlett. La gota que derramo el vaso, primero la hacen levantarse todos los días a la 5.30 de la mañana, aguantarse todas esas tonterías  que los puros son superiores que los mestizos, a su hermanastra Celeste que todos la quieren y adoran y jamás en su vida no ha hecho más nada que ir a fiestas y ser mimada hasta el cansancio, a su madrastra que ni siquiera la tolera y a su padre que ni siquiera se molestó en ponerle un nombre, además de su molesta familia por parte de él que sabe que la odian en el fondo y ahora  dizque que le pertenece al mayor patán habido y por haber en el universo. Scarlett dijo – yo no le pertenezco a nadie, me oyeron, no me interesa quien rayos es él no voy a ceder ante él ni nadie y tampoco me van a poner a trabajar más de lo hago- prácticamente estaba congelando la oficina de la rabia, se dio la vuelta y se fue. Ella estaba harta, llego hacia el auto diciendo –Regina, cancela mi agenda y mis clases no estoy de humor para escuchar quejas ni nada, solo quiero irme a casa- estaba agotada y aburrida todos los días es lo mismo cada día encuentran manera más de llevarla a la amargura.