Capitulo #1

1193 Palabras
-Tras pasado mañana. - murmuro despachando a Julián Kenner, mientras este está de pie en la entrada de mi oficina. -Golf, esta semana corazón. - dice soltando una carcajada con fácil arrogancia, sabiendo que su victoria en el campo de golf... Está asegurada.    Lo miro con el ceño fruncido y ruedo los ojos ante su apodo tan meloso y estúpido. Él se gira y se va. Sus palabras de despedida frotan sal con limón en mis heridas, porque a pesar de mis fallidos intentos de creerme Superman esta mañana en el gimnasio, mi entrenador personal y mejor amigo había pateado mi trasero.    Kenner es el único que puede hasta ahora derrotarme, aunque odie decirlo es cierto y ahora quiere otra libra de carne humana en el campo de golf. No me gusta el golf por no decir que lo detesto, pero los negocios se dan mejor en los espacios abiertos. Tengo que soportar unas lecciones ahí también... Y aunque odie admitirlo, Kenner de alguna manera mejora mi forma de juego.   Mientras miro al cielo de New York, la familiar sensación de ausencia se filtra en mi conciencia, mis días se están mezclando sin distinción, y necesito alguna clase de diversión. He trabajado todo el fin de semana y ahora entre los constantes confines de mi oficina estoy inquieto. Luego de que mi reina se fuera, he estado así. Me ha tocado dormir solo y la extraño demasiado. Ella llena mi mundo de alegría, pero su campamento de 4 semanas me la había arrebatado. Mi pequeña de tan solo 5 años había tomado la decisión de que quería asistir a un campamento, decía que le hacia bien airé libre y quién soy yo para impedírselo. Aunque la mayor parte de veces no duerma conmigo, ya que llevo mujeres a la casa, se siente impropio... Y no se porque, debería de aprovechar ahora que no está. Luego de que Samantha falleciera en un accidente automovilístico cuando mi bebe solo tenía meses. Me propuse el proteger a Maddie lo más que pudiera. Por eso es tan importante para mí cuidarla, y aunque al comienzo no estuve de acuerdo en que me dejara, sus pequeños y tiernos pucheros terminaron ganando. No es porque sea mi hija, pero Maddie es todo una monada. Sin duda ella llena cada duda en mi ser de si la perfección existe. Camino despacio hacia mi escritorio cuando escucho el teléfono sonar. -Señor, su padre lo busca. ¿Lo hago pasar? - la inconfundible voz de Eve se escucha tras la línea. -Claro. ¿No sabes que quiere? -digo frustrado, no estoy para las charlas sin sentido de mi padre. -Dice que lo atienda, que no le quitara mucho tiempo y que es importante. -Pues que pase. Cuelgo y a los minutos aparece la típica cara seria de mi padre, para después ser remplazada por la de hocker. - Padre. - digo a modo de saludo. -Esta decidido, dejaré a tu madre por culpa de Sandita. Ya sé cuál será mi nueva esposa... ¡Tu secretaria! - no pude evitar poner los ojos en blanco, porque no se cuantas veces lo he escuchad decir lo mismo, mi padre ama a mamá y aunque no sean la pareja perfecta, sé que él nunca la dejaría. Todo su drama es de nacimiento. -Padre, ¿Qué querías? -No me interrumpas, oh si, no estaba hablando, por lo tanto no me interrumpiste. Lo siento hijo, todo es culpa de la maldita sandita. ¿Puedes creer que anoche no me dejo dormir? ¡Y tú madre no hace nada! Pero aquí entre nos, ya encontré la solución. - y volvemos a lo mismo, en lo que dijo eso, bostece dos veces y ni contar cuantas veces rodé los ojos. Si Maddie estuviera aquí ya estuviera regañándome, ella odia que haga eso, aunque ella lo puede hacer. -Papá, de verdad ¿Qué querías? -Oh si. - dijo cambiando su rostro a uno serio. - pero primero te diré la solución. Un gato. Ahora a lo que vine, el abogado me llamo. -dice cambiando su rostro a serio de nuevo. -¿Y por qué a ti y no a mi? -Porque rara vez estas desocupado, cuando el te llamo no era uno de esos casos. -Pudo haberme dejado un recado con Isha. -Bueno ya, al grano. La familia de tu queridísima difunta esposa ha llegado al limite de contratar a un detective. No sé cómo tus guardaespaldas no se han dado cuenta. -¿qué demonios dices? - dije con la mandíbula apretada. -como lo escuchas, tienen fotos y vídeos de ti, con diferentes mujeres cada día. ¿Cuándo vas ha sentar cabeza? ¡Por Dios! Ya eres mayorcito. -No molestes ahora, padre. -La cuestión es, que si dentro de 2 semanas tú no estás casado y con una familia estable para Maddie, vete despidiendo de vivir con tu hija. -Tengo poder, jamás dejaré que me la quiten. -Te recuerdo que ellos también, no seas terco. Además el hecho que la estúpida de tu ex y disculpa, no hubiese dejado una cláusula de que si algo le pasaba, la niña quedaba bajo la custodia de sus padres, nada de esto estuviera pasando. -¿Quién demonios se va a querer casar conmigo en 2 semanas? Y no le digas estúpida. En aquel tiempo aunque odie admitirlo, no era muy responsable. -Ay por Dios, cualquiera. Eres uno de los empresarios más deseados y ricos de Estados Unidos, hasta las colegialas te desean. Puedes casarte con una de tus amiguitas. - dijo con una mirada severa. -Papá ya estoy grande como para que me digas con quien debo salir y con quién no. -No te prohíbo que salgas, solo te digo que lo hagas con prudencia. Están a punto de quitarte a mi nieta por tu mala cabeza. -No sé en qué momento termine en esto. ¡Es mi hija! Ellos no me la pueden quitar. -También son su familia. -Ellos no me pueden quitar lo único que tengo. ¡Maldición! No es justo, papá. Maddie es lo único que me queda. Lo único que me recuerda a ella. No dejaré que la separen de mi. -Ya cumplí con darte una solución. -¿No hay otra?- digo desesperado. -No, el abogado hablo con una mujer encargada de casos infantiles. Y en estos casos esa es la única solución. -Me cago en la... -Asume tus responsabilidades, siempre lo has hecho bien. Solo que esta vez no pensaste correctamente. Te entiendo. Lidias con demasiadas cosas. Sin tan solo dejarás que tú madre y yo te ayudáramos... Fueran otras circunstancias. -Puedo solo papá. Tranquilo, no dejaré que me quiten a Mi hija. Porque es mía. Ellos nunca estuvieron cuando Maddie se despertaba a las tantas horas llorando. Ellos nunca estuvieron para ella. Sé que todo esto es por el simple hecho de que me culpan por la muerte de Samantha, pero no fue mi culpa. Esto no se me saldrá de las manos. Ya tengo la persona indicada. - dije mirando al vacío, sabiendo que dañaría a una persona por cumplir con mis propios fines, pero en este momento no tenia de otra. 
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