- No, no puede ser antes, pero creo que tendrán que volver luego de enviarte los resultados. - dijo y ambos nos miramos extrañados.
Este solo nos sonrió y sin hacer más preguntas ni decir nada salió del consultorio dejándonos solos, por lo que sin más remedios y con más cuestionantes que antes, partimos de allí.
- ¿Cómo te sientes? ¿Te duele? - dijo mi esposo preocupado señalando mi brazo con una bendita.
- Klaus, solo me sacaron sangre, estoy bien... no te preocupes tanto. - dije en el momento que ingresábamos al elevador, últimamente se me hacía muy estresantes los ascensores.
En el tercer piso las puertas se abrieron y se me revolvió un poco más el estómago en cuanto vi quien era; esa señora no me caía para nada bien.
- Klaus querido, cuanto tiempo. - dijo la abuela materna de
