Capitulo 7

1363 Palabras
7. Punto de vista Matthew Mi plan era muy bueno, si Emma pudiera convertirse en Reina, los Ángeles Negros serían la mejor pandilla de Sudamérica y, además, esa es la única forma en que sobreviviría, todo lo que tenía que hacer era convencer a los chicos, sabía que no sería una tarea fácil, pero si estaban de acuerdo, nos esperaba un futuro brillante. Convoqué una pequeña reunión en la sala de estar, esperé a que aparecieran todos, en total, había veinticuatro personas en toda la pandilla de Black Angels. Los cuatro jefes más importantes: yo, Mills, German y Marshall (él era el más importante). Marshall había gobernado esta banda durante ocho años. — ¡Hey! — Mills dijo con entusiasmo. — ¿Cómo estás, lo sabes? — Pinchó mi brazo. —Eso es de lo que quiero hablar—, moví mis cejas juguetonamente. —Puedo ayudarte a enterrarla—, sugirió, como corresponde a un amigo. —No será necesario, — German entró en la sala, terminando su llamada telefónica. —Me encargaré de eso. —, dijo en el auricular, luego de colgar, Marshall estaba justo detrás de él. — ¿Qué querías Matthew? — preguntó con calma, aparentemente de buen humor. —Tengo una idea de qué hacer con Kelly—, me puse de pie. —Ella es la candidata perfecta para Reina—, dije seriamente. Los tres me miraron. — ¿Estás jodidamente loco acaso? — Mills preguntó, horrorizado. — Sabes cómo terminó la primera Reina en 1947, ¿conoces el destino de la Dalia Negra? — Casi gritó. —Todos terminan así ahora, reducidos a la mitad sin la más mínima gota de sangre—. —Eso es, no hay Reina, y podríamos tenerla en nuestra pandilla. — Yo Argumente. —Esa es la idea más jodida que se te haya ocurrido—, dijo German. — Está bien, lo entiendo — levantó las manos — te la follaste, te gustó y no quieres matarla ahora, pero déjame recordarte que esa perra ... — No lo dejé terminar. — ¡Tiene nombre! — me irritó. — Joder, ¿estás enamorado o algo así? — Mills se levantó, harto de esta conversación. —Esta es nuestra oportunidad de gobernar y tomar el control por completo—, moví mis brazos alrededor. Ahora me toca a mí conseguir lo que quiero. — Y dejarás que tu pequeña sea entregada a manos extranjeras, ¿la expondrás a torturas y a hablar con gente que no tiene conciencia? — Marshall preguntó sin comprender. — ¿Quieres que se convierta en una prostituta de lujo y haga negocios para nosotros? — Levantó las cejas. —Todos cálmense y escúchenme—, respiré más profundamente. — Necesitamos a alguien que abrace a todas las pandillas, hasta ahora lo ha hecho una mujer, ahora no hay nadie, deberíamos aprovechar la oportunidad y convertirla en reina. Ella no será una prostituta de lujo, solo hará un trato en nuestro nombre — expliqué sin rodeos, hubo silencio. —Sabes que una mujer en una pandilla tiene mala suerte—, dijo Mills. —No creo en la superstición—, dije con firmeza y miré a Marshall, honestamente, nunca lo miré a los ojos, estaba demasiado asustado por sus perillas tatuadas. Él se quedó pensando, sentí que había esperanza. — ¿Sabes cuánto tiempo nos llevará entrenarla? — Preguntó el jefe de repente. — La entrenaré, solo dame una oportunidad, ella no tiene miedo, ¿quién de ustedes golpearía a un hombre en su situación? Kelly es una mujer dura y es bonita, sabes cómo las mujeres pueden manipularnos, y ella puede — dije. — ¿Ya tienes correa? — Mills se río. —Ella se enfrentó a mí—, respondí. — Oh, mierda, ella te atrapó de esa manera. — German se río, señalando mi mejilla. —Así es — confirmé. —Tienes un mes para enseñarle todo—, dijo el jefe con firmeza. — Gracias, Marshall. Verás, Kelly llevará a los Black Àngels a lo más alto — aseguré. — Después de un mes, lo comprobaré, si podemos implementar este plan, si no, la matarás personalmente frente a nuestros ojos — dijo con brusquedad. Marshall me tendió la mano y yo le devolví el abrazo, todos volvieron a su trabajo, yo subí las escaleras, Emma estaba acostada en la cama cuando entré a la habitación. Punto de vista Emma Después de hablar con Matthew, entendí algo muy importante, le gustó, debe haber sentido algo por mí, no pudo haber sido mejor, quería encontrar su punto débil y lo hice, CORAZÓN. Es bueno tenerlo de mi lado, tenía que confiar en él al cien por cien y estar segura de que él sería elegido por la pandilla, no yo. ¿Cómo se puede hacer esto? Es suficiente para que se enamore de mí. Sí, este es mi plan de futuro, una garantía que me mantendrá con vida, no dejará que nadie me lastime si me ama, ganaré su corazón, quería hacerme reina, pensé cómo habría sido si hubiera sabido que quería convertir a una mujer policía en líder de pandillas, Matthew no pudo descubrir quién era yo en realidad, entonces me habría matado sin dudarlo. Estaba acostada en la cama, todo el cuerpo todavía dolía, por la mañana, Matthew me dio algunos analgésicos que me hicieron sentir mejor, también me trajo el desayuno e incluso me dejó comerlo en la cama, posteriormente fue a hablar de su idea, tenía curiosidad por saber si todavía viviría o si me matarían hoy, vi a Matthew entrar en la habitación. —Estuvieron de acuerdo—, dijo alegremente, y se sentó a mi lado, yo también me levanté para sentarme. — Me alegro — estaba realmente feliz entonces. —Tengo que prepararte para esto—, dijo con seriedad. — ¿Es decir? — Fruncí el ceño. —Te mostraré cómo se ve todo—, respondió con calma. — ¿Y si fallo? — Pregunté con una ligera vacilación. —Puedes hacerlo, ya verás—, dijo. Sonreí. — ¿Empezarás a entrenarme? — Me sorprendió. —Sí, tengo un mes para eso—, me miró a los ojos. — ¿Tienes un mes para convertirme en un gánster? — pregunté con horror, es imposible hacerlo. —Mm, funcionará—, acarició mi mano. — ¿Cómo puedo entrenar si apenas puedo respirar? — Hice una mueca amarga. —Acuéstate—, respondió. — ¿Qué? — Fruncí el ceño. —Vamos—, no sabía a qué se refería, pero hice lo que me pidió, comenzó a desabotonar mi camisa. —Oye, deja de desnudarme—, le di una palmada en la mano. —Relájate—, me desabotonó la camisa y me agarró por la cintura, pasó su pulgar por ambos lados de mis costillas y gemí de dolor, sentí sus cálidos dedos tocar mi piel, fue una sensación increíble, me decepcionó cuando quitó las manos. —Tienes dos costillas rotas, pero se curarán rápidamente—, dijo. —¿Eres médico o qué? — Pregunté seriamente, me sorprendió con lo que acababa de hacer, fue un momento extraño, pero me sentí importante para él, no creo que le fuera tan indiferente como había pensado hasta ahora. —Estudié medicina. — Una sonrisa apenas perceptible apareció en su rostro. Me reí. — ¿Y acabaste siendo mafioso? — resoplé. — Así resultó la vida — me abotonó la camisa, hasta el último botón. — ¿Quieres algo para beber? — Ajustó mi almohada. —No, — dije suavemente, y se puso de pie. — ¿Adónde vas? — pregunté rápidamente. No quería que se fuera. — ¿Qué has hecho con tanta curiosidad? — Él se río. —No tengo curiosidad—. dije. —Simplemente no quiero volver a sentirme sola —. dije con sinceridad, lo peor es que un hombre no tiene con quien hablar. —Regresaré esta noche— dijo y se fue. — ¡Matthew! — le grité. Me dejó otra vez, sí, está científicamente probado: Matthew es un bastardo, egoísta, egoísta sin escrúpulos.
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