Capitulo IX

1534 Palabras
Samanta Fernández 14 de febrero de 2009, 8: 30 pm. Me encuentro leyendo otro libro en mi habitación, es lo único interesante que puedo hacer, ya que aún sigo estando en cuidados intensivos, por eso leer es lo más factible para una enferma como yo, aunque, me gustaría tener más compañía, mis padres me visitan cuando puede. Mientras, que Ignacio debe de encontrarse muy ocupado en la clínica, sólo viene es a chequearme. Sin embargo, extraño a unos cuantos amigos que tengo en Suiza, le he mandado mensajes y siempre me contestan en la noche, e incluso he tenido que notificarles a los grupos de trabajo donde yo pertenezco mi condición delicada. Prácticamente, no estoy en el mejor momento de mi vida, pero lo único que me ha hecho radiar de la felicidad es haber vuelto a ver a Ignacio. Sé que es de noche y hoy es el día del amor y la amistad, así que, hice una videollamada que incluyese a mis tres amigos más cercanos, los conocí en los grupos de redacción donde trabaje en las editoriales de Suiza, una de ellos es editora de textos y los otros dos son escritores de tiempo completo en el área de trabajo, después de un largo tiempo conociéndonos entre sí, seguimos manteniendo el círculo afectuoso. -¡Hola! – digo animosamente. -Hola, ¿Qué tal? – me saluda una amiga. -¿Qué había pasado contigo? – me pregunta mis dos amigos – te estuvimos llamando y tampoco habías contestado mis llamadas. -Chicos, tuve un ataque en el corazón, recuerden que sufro del síndrome de takotsubo, por eso me había desaparecido por un tiempo – me siento en la cama. -¡Ah! Que grave, ¿Cómo te sientes? – me dice mi amigo. -Bueno, ahora un poco mejor… Pero sigo en cuidados intensivos – levanto los hombros. -¿Qué hay con este día? ¿Estarás en la cama? -¿Qué puede hacer ella? ¿Escuchaste que está enferma? – le responde uno de ellos. -Bueno, como tal, les deseo una lluvia de oportunidades a ustedes. Los quiero mucho, gracias por haberlos conocido – les sonrío y me coloco una mano en el pecho. -Siempre tan sentimental, típico – se ríen de mí. -Hey, no se burlen de mí, no sean crueles – disimulo estar ofendida. -Bueno, espero cuando regreses, retomemos este día para irnos a la playa. -Sí, me parece genial – agrego. -Ahora las editoriales aquí en Suiza te extrañan, nos preguntan por ti debido a que somos tus amigos… ¿Decidirás regresar algún día? – ella espera por mi respuesta. -Bueno, quiero quedarme todavía, aún no he visitado las demás ciudades todavía, aún sé si en España me darán la oportunidad, ya saben, quiero publicar mi libro. -Ah, sí… Te deseamos suerte. -Además, cuando te vuelvas famosa, por favor, no nos olvides – me dice mi amigo. -Claro que no los olvidaría, los querré para siempre – les sonrío. -¿Conociste a alguien? – me observa cautelosamente él -Sí, he conocido a alguien – levanto las comisuras de mis labios. -¡Oh! Estuviste de casería en España – se emocionan – cuéntanos ¿Quién es? -Eh, no para nada – arqueo las cejas – en realidad, es quien me atiende en la clínica donde me encuentro, es doctor y cirujano, por él me encuentro bien. -Bueno, me parece un bien partido – me dice ella. -No estoy con él por interés, nos conocemos hace años… Antes éramos amigos. -Entonces, ¿Fue un amor viejo que tuvieron? – me responde. -Sí, eso creo. -Ok, eso es romántico, antes se querían y ahora vuelven a estar juntos – me dice mi amigo – si me pasara algo así. -Apenas hemos iniciado, ¿Qué hay de ustedes? -Nada por la costa se ha aparecido – me responde. -Sigo estando con mi pareja – me dice él. -En cambio de mí, mi novio me pidió a que viviésemos juntos, creo que saltemos a la otra parte de la relación. -Me parece bien, que tengas la vida de tus sueños. -Gracias, siempre estás de buen humor… Bueno, disculpen, tengo cosas por hacer – nos dice ella. -Igual yo, necesito terminar un trabajo – nos dice él. -Yo también, tengo que preparar la cena – agrega. Al parecer todos tienen cosas importantes por hacer. -Está bien, me parece bien… -Te llamaremos cuando podamos, que pases una buena noche – me dicen los demás. -Los quiero, que tengan una bonita noche – cuelgo. Me acuesto en la cama, pensando lo que podría hacer sino estuviese internada en la clínica, quizás saliendo a un restaurante con mi grupo de redactores de la revista de moda de Sevilla, hoy es noche de San Valentín y pensaba experimentar algo especial, pero creo que estar vestida con una bata clínica no saldría a bailar a una fiesta. Me conformé en revisar los trabajos por terminar, todos los mensajes por leer y los correos electrónicos que quieren que contesten. “La flor que ha aparecido en mi vida…” Escuché una serenata que estaba por venir, me emocioné al pensar si era para mí, pero lo hice mucho más cuando ellos entraron a mi habitación. Me coloque una mano en el pecho, quería gritar de la alegría, pero sé que estoy algo delicada y eso arruina mi reacción ante el suceso. Al menos, sonreí cuando vi a mi novio aparecer, sí, lo es realmente y me enorgullece decirlo. -¿Cómo estás? – me dice él, acercándose a mí. -Estoy bien, pero aún más con el detalle que me has hecho – indico. -Para la mujer que me ha hecho feliz, esto muy poco para ti, quien en realidad te mereces más detalles – se sienta a mi lado en la cama. -Ah, no te preocupes, la serenata basta – lo abrazo. -No, en realidad esto es una serenata y una cena, la comida es por parte de los mejores chefs de la ciudad – agrega. -Ay, me alegra de que hayas hecho esto por mí – le sonrío. -A pasarla bien, que es lo quiero que pase – me besa en la frente. Y verdaderamente la pasamos bien, disfrute escuchando de los músicos en compañía de mi novio. Nunca antes un hombre me había hecho esto en mi vida, por eso aumento el afecto que le tengo a Ignacio. Aunque, he preferido a que saliéramos a cenar y bailar en algún sitio de la ciudad, pero me conforme en disfrutar del momento con él. -¿Qué quieres de mí? – digo al terminar de escuchar la primera pieza. -Bueno, creo que no es mucho, pero no todo el mundo lo hace… Primero que nunca me olvides, te canses de mí, que siempre me prefieras sobre todas la cosas, que tengas el mismo sentir que yo te tengo a ti… -¿Sentir? -Sí, cuando te veo me alteras todo de mí… Mi corazón empieza a latir más rápido, todo el tiempo tengo ganas de sonreírte, prácticamente, quisiera pasar el resto de tiempo contigo. No respondí aquello que me ha hecho sentir alegría, pero esta vez es diferente que sólo los que se han enamorado le ha pasado, hasta pudiese decir que todo fue obra del destino que decidió juntarnos después de un largo tiempo. -Ah, llegó lo que pedí – se levanta de la cama. Había unos camareros que entraron a mi habitación, traían un carrito de mesa con la comida que había pedido Ignacio, todo era de primera e incluso los uniformes de los camareros. Sin embargo, quien se imaginaria que entre mi novio y a mi nos pasaría esto, los viejos compañeros de clases de la secundaria se quedarían boquiabiertos con lo que nos está pasando, e incluso del gran exitazo que ha ganado Ignacio a lo largo de su carrera y es lo que me imagine de él, antes los demás no lo tomaban en cuentan debido a que no lo consideraban lo suficientemente popular y prestigiado para hacerlo. Siempre en algunas personas tenemos ese problema en sí, que siempre queremos andar con quienes creemos que valen la pena, ignorando a los demás… Y creo que Ignacio me tiene mucho aprecio por eso, he sido su fuente de luz hace muchos años. Disfrutamos los dos de la cena, la música, las pláticas, la compañía entre sí… Todo parecía ser de fantasía o un sueño hecho realidad, muy bonita y emotiva el suceso que nos está ocurriendo y era lo que necesitaba, una cierta dosis de amor y cariño entre los dos. En el medio del conflicto nos reímos uno del otro, creo que ese es el más especial de todos y por los que espero que vendrá, debido a que estoy grave de salud y se dice que las verdaderas personas quienes te tienen aprecio están contigo en los secesos buenos y malos de la vida, ¿De qué nos serviría a que solamente fuesen en los buenos? Absolutamente de nada, por eso abriré las puertas de mi corazón a Ignacio, porque creo que él lo ha hecho hace mucho tiempo.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR