Estoy en casa con mi mate, Arhis. Hemos construido una vida juntos, una vida llena de amor y estabilidad, algo que jamás pensé que tendría. Cada día a su lado me hace sentir agradecida con la vida, como si finalmente hubiera encontrado el lugar al que pertenezco. Sin embargo, hay una inquietud que nunca me abandona. Paulina. No saber nada de ella me atormenta. Desde su desaparición, las cosas han cambiado de muchas maneras. Fabricio y yo hemos logrado forjar una amistad, algo que antes parecía imposible. También he estrechado lazos con Kate y su mate, encontrando en ellos una compañía reconfortante. Pero por más que mi entorno se estabilice, hay un vacío que no puede llenarse. La manada también ha cambiado. Hay algo en el aire, algo que me hace sentir alerta. La luna Erika ha estado a

