CAPITULO 2

1246 Palabras
Hoy por fin voy al club, quiero verlo funcionar... Recibo una llamada de Jack, nuestro “policía estrella”. - Si - Hola, señor Vladímir, ¿tengo entendido que hoy es la apertura del club Drácula? - Si - Hay muertes por mordidas en el cuello, espero no sea su clan - No lo es jack, al grano. - Quiero que tu gente aleje al otro clan, no quiero más personas muertas por mordidas. - Ok, ¿algo más? - No... Cuelgo la llamada, ese policía es un idiota, cree que no estamos haciendo nuestro trabajo, mientras él está sentado en su escritorio somos nosotros los que mantenemos el orden. La noche llega y con ella, mi presencia en el club. Está muy bien diseñado, asientos rojos, mesas negras, tiene habitaciones, es un puto lujo. Los siglos han traído mucho dinero, lo manejamos a nuestro antojo, sin medir gastos, todos tenemos cuentas bancarias repletas de ceros. - Señor, hay un hombre con una mordedura en el baño del club. Apenas empieza la noche, y ya tenemos un problema. - Reúne a todos los hombres en el despacho. Me dirijo al despacho y siento un olor especial, vainilla y coco es particular, ya que tiene algunos tonos ácidos, es algo extraño, lo sigo, quizás alguien cerca lo está usando, por qué llama mi atención. Hay muchas personas y el aroma lo perdí en la pista de baile, quizás son imaginaciones mías. Continuo al segundo piso, necesito advertirles a mis hombres. - ¿Encontraron quién fue? Pregunto a nadie en particular - No señor - La policía nos tiene entre ojo y ojo, no quiero que cierren el club en la inauguración, hay reglas que hay que seguir, lo saben. Asienten todos - Encuentren a la escoria, lo quiero en mi patio como adorno. Mi gente sale a hacer su trabajo y yo me detengo a observar la elegancia y majestuosidad del lugar. Suena mi teléfono... - Si - Señor, hay un humano, tiene fiebre, quizá está envenenado y va a trasformarse - Ok, retenlo en una habitación solo, ya voy para allá. Salgo de mi oficina, las cosas el día de hoy no han resultado como quería, hoy tenía planes de encontrar una buena cogida, pero todo ha salido mal. Salgo del club por la parte trasera, el frente está repleto de humanos. Hay una chica que pelea con un idiota, quizá su novio, algo llama mi atención y puedo escuchar un poco de la discusión, me regaño a mí mismo, no sé qué me pasa últimamente que me distraigo con nada. La chica se gira y puedo ver su rostro, él viendo actúa a mi favor al delatar ese olor a vainilla y coco. Es la chica, ella es la del aroma. Pienso mientras la observo pasar por mi lado, me asombro al sentir mis colmillos afuera y la mirada de depredador activada. Que me sucede, esa situación no pasaba desde mi última esposa y eso fue hace siglos, no soy un vampiro recién trasformado para no controlar mis instintos. La chica sube a un auto blanco y se va, me quedo pensando por un momento el olor que llevaba. - Dame las llaves, tomen los otros autos. Le pido a Rem, mi hombre de confianza, mientras me subo al auto, claro que podría seguirla con mi velocidad vampírica, pero no quiero asustar a nadie, no se sabe quién puede estar viendo, el auto es la forma segura. Encuentro a la chica fácilmente a unas calles, conduce a las afueras de la ciudad, continuo a un ritmo constante cuando otro auto me sobrepasa Puedo ver cómo el auto blanco de la chica acelera y el auto está a su lado, agudizo mi oído, es otra de mis “habilidades” - Lárgate Mark, terminamos, no entendiste. - Eres una puta cyka (perra) Observo como los autos van a gran velocidad, el blanco sale de la carretera y sale al bosque. No me incumbe mucho, pero la curiosidad de ese olor hace que me detenga y me acerque. Bajo del auto y la busco, su olor me guía, al sentir el olor de la sangre mi polla se activa, creo que tengo alguna peste vampírica, pienso. - Hay alguien, pregunto muy seguro de que sí, pero ella no tiene por qué saberlo. - Ayuda Me dice y me acerco, está vomitando sangre por su boca, creo que tiene algo roto, sus piernas se ven raras. Por instinto la cargo y la llevo al auto, quizá necesite ayuda humana, o quizá podemos ayudarla en la mansión, no puedo pensar muy bien, su olor me nubla el juicio. Mis manos están manchadas con su sangre, mientras conduzco a la mansión, pruebo mis dedos, mis colmillos no son buena señal, algo está mal conmigo, no cedo tan fácil a mis instintos y esta noche ha sido una locura. Aprieto el volante, el camino parece más largo esta noche, tener el olor de su sangre a mi lado, hace que quería morderla, que la quiera poseer. Llegamos, pido un curandero para ella, los curanderos tienen habilidades de reconstruir, son muy útiles en nuestros clanes, en el mío hay ocho, todos se unieron por voluntad. Los vampiros me miran asombrados por ver una humana traída por mí, nunca había pasado. - Como fue el accidente, pregunta uno de los curanderos. - En un auto, necesito que lo recojan, no quiero preguntas ni personas investigando. Subo a mi habitación, el aroma de ella me está matando, hace que quiera correrme en mis pantalones, eso nunca me había pasado. Tengo que averiguar qué me pasa. Los días pasan y la chica está en enfermería, la tienen en una especie de coma, si la despiertan puede sentir mucho dolor. Humanos, son demasiado débiles. - Vladímir- me llama Rem- has traído una humana - Si - Y no has ido a verla, en dos días la despiertan, los curanderos dicen que ya terminaron, solo la dejarán dormir dos días más. -Ok - Es muy extraño Vladímir, es primera vez que ayudas un humano. - Yo también lo creo, al parecer tengo alguna especie de peste, tengo que hacerme revisar - ríe a carcajadas mi amigo- Voy a la enfermería, durante este tiempo no he salido de la mansión, no puedo alejarme, el saber que ya los curanderos terminaron, me quita un peso de encima, dijeron que si la había llevado a un hospital hubiera muerto. Verla en esa cama, con su piel tan blanca y su olor, ese aroma dulce de su cuerpo. Mis colmillos brotan y estoy por acercarme cuando me tocan el hombro. - Algo sucede Vladímir, cuéntame. Me giro para verle, no soy muy bueno hablando, no sé cómo decirle. - Tiene un aroma que puedo reconocer a distancias impresionantes, su olor me hace reconocerla en multitudes, es extraño. Le digo a mi amigo sin dejar de mirarla. - Estás jodido Vladímir, ¿a qué huele? - ¿Por qué? - ¿Es dulce con toques ácidos? - ¿Cómo lo sabes, tú también lo sientes? Ósea que no estoy enfermo. - Vladímir, eso significa que es tu pareja, tienes que averiguarlo, tienes que morderla. Me rio muy fuerte, demasiado, desde hacía siglos no lo hacía. - ¡Pareja!!!, eso son mitos e idioteces, además es una humana. - Sabes que las parejas no se limitan solo a vampiros, el líder del clan del sur, encontró a su pareja y era humana
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