Nahuel. —Ahí están. —Míralos. —decidimos dejar nuestros caballos donde Likan que es mas cerca, ir a buscarlos y de aca ir al pueblo porque se va cortando camino, donde mis abuelos es un viaje de casi cuatro horas a caballo, por aca son dos o menos, según el paso que tomemos. —Emma estuvo loco, anoche no se podía dormir de la emoción y hoy se levantó primero... HOLAAAA. —SIIIII. —bajo riendo porque salta alzando los brazos. —Hola mi cielo. —Estoy muy contento. —Te veo papi, ven, vas con el tio. —Vamos a subir las cosas, ven que te enseño. —Quiero aprender asi cuando mi caballito nazca sé cuidarlo. —Le falta poquito a ese. —¡Que nervios!. —le doy un besito sonriendo. —Ven, vas en este muchacho calmado. —le puse bastante mantas, una almohada asi va comoda, también pusimos para l

