Yildiz Después de salir el sábado de la casa de mi jefe bastante molesta no quiero volver a verlo, sin embargo, es algo inevitable al ser su asistente, y con bastante pesar mi fin de semana pasa volando por lo que el lunes por la mañana me apresuró a llegar hasta mi lugar y comienzo con mi trabajo, después de varios minutos escucho como el ascensor abre sus puertas seguido de los pasos de mi jefe; me limito a saludarlo por cortesía y después le llevó su café como de costumbre y como no quiero volver a discutir con él he optado por llevarle su café sin demora. Cuando termina mi día me despido de mi jefe de la manera más fría de la que soy capaz, ya en mi departamento cuando pienso que al fin tendré un poco de paz escucho como el timbre comienza a sonar, dejó la comida que estoy preparan

