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AMELIE
Nuestros testigos nos felicitan y vamos a un reservado de un restaurante con vista al mar, tienen listo un bufete y comemos justo a nuestros invitados.
—Vaya, si no lo hubiera visto, no lo creyera —dice Manolo mientras estamos esperando nuestros platos y Oliver y yo nos miramos llenos de amor.
—Créelo amigo, me he enamorado y acabo de casarme con la chica más maravillosa —dice Oliver y mi sonrisa es enorme.
Hablamos un poco más acerca de la rápida organización de la boda, mi amor contó con la ayuda de Ara por supuesto, él confesó que no tenía idea de que hacer, pero sus amigos llegaron al rescate y todo fue mejor de lo que esperaba.
La noche cae y los niños son llevados a la casa, Stella se adelanta con ellos y quedamos las parejas, decidimos ir a un bar por unas
