- ¿Estas rechazando a tu Emperatriz? – Andrade coloco una mano sobre el hombro de la mujer de ojos oscuros cuando se percató que su cuerpo temblaba levemente debido a la rabia que sentía. El líder de la Guardia Imperial acerco sus labios al oído de la joven para decirle palabras que la tranquilizaran. – Respira profundo, este alquimista no vale tu enojo.
El alieno caliente del joven de ojos grises sobre su piel, su tacto cálido sobre su piel e incluso su voz suave pero con atibo de autoridad fueron suficientes para que la joven Emperatriz se tranquilizara y exhalar el aire que tenía en sus pulmones para posteriormente tomar una bocanada de aire. Ortswam repitió estas acciones dos veces entre tanto recibía la caricia de manera circular sobre su espalda por parte de Andrade.
- Lamento inte
