El mestizo pensaba que formalmente, ante la sociedad, era m*****o del gineceo cuando se realizaba la ceremonia de concubinato, no obstante, aunque Alexander deseara preguntar sobre cuando se realizaría la formalidad mediante su compromiso, su tren de pensamiento fue detenido de manera abrupta porque Ortswan beso sin aviso los labios contrarios. Sus labios encajaban como dos piezas de un rompecabezas, el joven mestizo cerró sus ojos para disfrutar de la sensación de aquel beso que al principio era lento pero estaba cargado de ternura así como lujuria al mismo tiempo. Olivia era quien lideraba el beso, la fémina de ojos oscuros exploro sin vergüenza la cavidad bucal del hombre que la estaba acompañando, la Emperatriz de Impuro jugaba con la lengua de Lefevré hasta que un ardor se instaló en

