De frente al bombonazo que hacia unos momentos había provocado, y que ahora estaba sonriéndome seductoramente, llena del coraje que me abunda, suelto:
- Cuando quieras te enseño cariño. - y es que si algo no me falta es parloteo, a los tíos les encanta que los provoque y a mi me gusta hacerlo, además no voy a negar lo fuerte que esta este morocho.
- Si es contigo lo que sea, guapa. Me llamo Manuel. - un escalofrío me recorre el cuerpo, el tono de su voz, su mirada libidinosa y repleta de sensualidad me ponen al cien.
- Un gusto "guapo" , soy Amelia. - respondo haciendo énfasis en la palabra aduladora que utilizó conmigo y eso lo hace sonreír aún más. Me gusta, y veo en sus ojos que yo también le gusto a el, y como no me gusta perder el tiempo, doy un paso adelante y quedo pegada a su cuerpo.
- Tengo un bailecito que puedo enseñarte, que apuesto que te gustara mucho. - sus ojos se oscurecieron, a alguien le ha gustado mi propuesta, punto para mi. Acerco mi boca a la suya, hambrienta y deseosa de cumplir mi objetivo esta noche, y cuando estoy a punto de besarlo... ¡Zas! me corre la cara. Pero ¿Qué le pasa? Lo miro sorprendida, el frunce el ceño y se aleja unos pasos, vuelve a sonreír y antes de irse, habla
- La noche es larga, quiero admirarte lo que queda de ella. - Helada, así es como he quedado. Se dio la vuelta y se fue. Pero ¿Quién se a creído este imbécil? Me giro para buscar a mis amigas, pero están muy entretenidas cada una en lo suyo, bien, no voy a ir a interrumpirlas.
Me meto en la cocina echando humo por las orejas, y me encuentro con mi amigo, José, el anfitrión de la fiesta. Nos saludamos dándonos un abrazo cariñoso y comenzamos a charlar y a reírnos, cuando siento una mirada en la espalda, no necesito darme vuelta para saber de quien se trata, que va. Decido aprovechar la situación tan particular que estoy compartiendo con mi amigo y lo abrazo a lo que el responde tomándome de la cintura. José es un muy buen amigo jamás ha pasado nada con el y tampoco pasara, ambos lo tenemos claro y por eso que estas demostraciones de afecto no son para nada incomodas. Aun abrazados, comenzamos a bailar, pero no pasa mucho tiempo, enseguida siento que alguien me toma del brazo y me arranca de al lado de José.
- Pero ¿Qué haces? - estoy furiosa por el desplante que me hizo, y no tengo la mas mínima intención de volver a dejarme seducir, aunque no voy a negar que me resulta imposible cuando siento su mano sobre la zona de mi espalda que esta al descubierto y me mira con el ceño fruncido, ¡Vaya, si que es lindo!
- ¿Que haces tu guapa? Te he dicho que te estaría observando y a la primera sales y andas a los abrazos con cualquiera?
-¿Perdón? ¿Y desde cuando tengo que darte explicaciones? Si mal no recuerdo acabo de conocerte y me has rechazado, así que ahora vete a tomar por culo "guapo" - intento salir de su agarre, pero la fuerza que tiene me supera, me pega aún más a el y se me acerca tanto que no podría pasar ni un alfiler por medio de nosotros.
- No te he rechazado, muero por probar tus labios, pero no ahora, no enfrente de todos. No hagas que pierda la paciencia y te saque ahora mismo de aquí. - ¡Que va, tío! ¿esta demente o que?
- Estas completamente loco, mejor suéltame o armo un escandalo aquí mismo y digo que estas intentando pasarte conmigo.
- Te voy a soltar, pero no por que me lo estés pidiendo si no por que así yo lo quiero, y ahora guapa, recuerda que estoy mirándote, y que de aquí te vas conmigo. - Se dio la vuelta y se fue, pero que cabrón mas raro. Mi amigo se me acerca y me pregunta si todo esta bien, asiento y me acerco a Ana, que baja por las escaleras despeinada y arreglándose el vestido, ja, parece que alguien ya encontró rollito para pasar la noche. Sin embargo yo, estoy que me incendio y mi amiga lo nota.
- Ay pero cielo traes una cara como si te hubieran dicho que comerás lechuga por el resto del año. - no puedo evitar reír, mi amiga sabe que odio comer verduras y que hacerlo para mi es un martirio, no entiendo como es que la gente puede comer esas cosas verdes que saben a pasto, a mi que me den hamburguesita con refrescos y soy feliz.
- Que va, no comencé con el pie bueno, pero no es nada, vamos a por unos tragos y a seguir disfrutando de la noche. - Nos acercamos a la cocina en donde están sirviendo las bebidas y nos pedimos una ronda de tequilas, miro alrededor disimuladamente y no veo al morocho por ningún lado, respiro aliviada, quizás se dio cuenta que no tiene chance y ha decidido ir con su mambo de posesivo y rarito a molestar a otra.
Comenzamos a beber, una ronda de tequila, dos, tres, cinco... Estoy ebria, pero no lo suficiente como para no bailar y disfrutar de la noche. Maca está en una de las habitaciones de arriba con su rollito, por fin se le ha dado con Isaac, su crush de la secundaria. Pues que bien, que aproveche. La música esta al palo, casi no se puede hablar, pero me encanta, de pronto me agarra un calor increíble y miro la piscina y luego a Ana, la piscina y Ana, ella que me conoce sabe lo que estoy pensando. No lo dudo. Le guiño un ojo, ella niega con la cabeza pero yo necesito refrescarme, me quito el top y la pollera y me tiro de un salto.
¡Oh por Dios! pero que fresca esta. Empiezo a nadar de una punta a la otra, nadie me mira y eso me agrada, cada uno esta en su rollo. Un rato más y salgo. Voy a por mi ropa y cuando la cojo para ponérmela aunque este mojada veo que dos tíos que no conozco se me acercan.
- ¿por que tan solita muñeca? - me intimidan, me miran de arriba abajo, se relamen los labios. Esto no pinta bien.
- No estoy sola, ¿no han visto que el lugar esta lleno de gente? - intento taparme como puedo, pero cada vez se me acercan mas, uno de ellos me quita el top y el otro la pollera, me están cabreando.
- Dame eso tío, que me quiero cambiar, no es gracioso - digo mientras intento sacarle mi prenda, pero me torean y se rien, se acercan cada vez mas, nadie mira, nadie se da cuenta. Uno se para detrás de mi y el otro viene de frente, me tocan, grito, me remuevo, intento safarme, estoy nerviosa y tengo miedo. No se quitan, sigo gritando, el de atrás me desabrocha el sostén, las lágrimas comienzan a brotar. Y cuando cierro los ojos esperando lo peor, siento que el que estaba delante de mi se despega, abro los ojos y veo a Manuel levantándolo del cuello y sosteniéndolo por el aire. Doy unos pasos hacia adelante intentando que el sostén no se me caiga y cubriéndome como puedo, pero el que esta detrás de mi, me sujeta del brazo, vuelvo a gritar, el morocho le da un golpe al que tiene en el aire y viene hacia mi, no lo duda, no se detiene, esta furioso, su cara esta completamente transformada, veo sus manos cerradas en puño y sin demasiada vuelta le da un puñetazo al otro tipo que estaba detrás de mi, lo tira al suelo y comienza a golpearlo. Estoy dura, estática, va a matarlo, tengo que reaccionar.
- Manuel para por favor, vas a matarlo. - no me mira, no me escucha, nadie se mete, todos parecen estar ajenos, no puedo evitar llorar, me acerco un poco mas y le toco la espalda, como si fuera que le hubiera dado un baldazo de agua se frena, se gira a mirarme, su semblante se ha relajado, ahora me mira con preocupación, asiento , aun con las lagrimas rodando por las mejillas, se acerca a mi y se saca la campera.
- ¿Estas bien? ¿te han hecho algo? Perdóname guapa, me distraje un momento y cuando me giré para verte no estabas en la pileta. - Me estaba mirando, me estaba vigilando, ¡Que morbo! , pero ahora mismo agradezco que lo haya estado haciendo, si no, no se que hubiera pasado conmigo. No puedo hablar, no me hicieron nada, pero por un pelo, si el no hubiera llegado no se que hubiera sucedido.
- Estoy bien, gracias. - digo con un hilo de voz, no me sale hacerlo mas fuerte. Esta pegado a mi, pero en un instante me carga como bebé, soy como una pluma en sus brazos.
- Nos vamos de aquí. - quiero hablar, quiero protestar, pero ahora mismo no puedo, no me sale, asiento y apoyo mi cabeza en su pecho, cierro los ojos y su aroma entra por mis fosas nasales, ¡Me encanta! , su olor me relaja, no se si fue por el momento horrible o por la borrachera que llevo que siento que me voy quedando dormida en sus brazos.