Amor Cotidiano

El Viaje / Nerviosismo

Capítulo 9

El Viaje

Parte 4 / Nerviosismo

[Sara]

El aroma a café siempre fue un gusto culposo para mí, y culposo por la sencilla razón de que en realidad no debía tomarlo, mi cuerpo tiene una muy poca común sensibilidad ante el café, que solo una taza de café expreso, podría dejarme sin dormir toda una noche, por eso solo lo tomaba en la mañana, descafeinado y acompañado de leche y vainilla, tal como me gustaba prepararlo en casa, sin embargo en el trabajo de la panadería no solía siquiera probarlo, me conformaba con el aroma de la cafetera y de la máquina de capuchinos que cada 5 minutos debía usar pues era mucha la gente a la que debía atender. Pasaba no más de 2 horas desde que había entrado a mi horario de trabajo, mi compañera y mejor amiga Paola, estaba atenta de los pedidos y de las preparaciones de los postres, y yo en mi lugar estaba encargada ese día de atender las pocas mesas que estaban dentro del negocio, por lo general a esa hora del día atendía a las mismas personas de siempre, por lo general, eran personajes particulares de la vida cotidiana que daban un breve retiro a su rutina, tomando un poco de café, o bien comiendo algo de nuestra vitrina. Todo marchaba absolutamente normal, tal como era lo planeado o bien lo ya escrito en el día a día, así era desde hacía más de unos 7 meses que trabajaba allí como mesera o ayudante en la cocina, no era el empleo más gratificante, pero sin duda era el más cómodo que una joven como yo, que el teoría vivía sola, que tenía muy poco tiempo para trabajar, podría tener… igual mucho se lo debía a mi tía Gloria, una mujer sin duda admirable que en su esfuerzo había abierto esta panadería como una inversión más en su agenda… y en medio de sus planes estaba yo de la manera más oportuna para aprovechar las oportunidad que me había dado en ese entonces. Al tiempo que había comenzado a estudiar en la universidad… al poco tiempo mi vida paso por un sin fin de cambios que en ciertas situaciones hubiese hecho de alguien normal, una persona loca… o con problemas en su ánimo, sin embargo eso no me paso a mi… quizá porque estaba acostumbrada a las tragedias o bien a las dificultades, pues mi madre murió cuando yo apenas si tenía 15 años… una edad demasiado complicada para perder a alguien que sin duda era importante… y como la extraño día a día, lamentablemente mi padre no fue de mucha ayuda, estaba tan triste como yo, pero en lugar de lucha como era de esperarse, dejo todo a un lado, incluso a mí, se hundió en la desesperanza y apenas si se hizo cargo de mi hermana menor, yo por mi parte tan pronto tuve un poco de dinero, me fui a vivir afuera de casa, sin embargo no me fui muy lejos, de hecho vivía a contadas calles de mi trabajo, pero cuando conocí a Jorge, por primera vez en esta misma panadería, supe que mi vida tendría cambios positivos, luego de años de una mala racha. A Jorge lo vi por primera vez como un muchacho perdido en la ciudad, apenas si había llegado de su pueblo y vivía no muy lejos de acá en casa de uno de sus tíos, como por obra del destino, tiempo después lo vi en la universidad, y poco a poco fuimos inseparables en muchos aspectos, tanto así que con pocos meses de novios tomamos la decisión de compartir el mismo espacio… pero no todos vieron esto de una manera optimista, mi padre en especial sintió que perdía a su querida hija en el momento que Jorge fue más importante en mi vida que él que aún seguía en el medio del recuerdo de mi madre… nuestra relación se hizo fría… sin lugar a dudas distante, pero no había gran problema en ser así… yo lo amo y el me ama a mi aunque no es propiamente con esas palabras que logremos expresarlo.

Mire de omento el reloj en lo alto de la pared, justo después de dejar en la mesa de un cliente un delicioso trozo de pastel que hacían de forma casera solo una vez por semana, mire la hora y enseguida pensé en Jorge, “De seguro está por llegar a la universidad” … pensé en ese instante. Me acerque de nuevo a la cocina y le pedí a una de mis compañeras que me remplazara por un momento, tan solo quería tener 15 minutos de descanso, para ir al baño, y no menos importante, revisar mi teléfono celular pues estaba esperando un mensaje importante, faltaban unos pocos minutos para que llegase el medio día, cuando estaba sentada en el cuarto del almacén, sosteniendo el teléfono celular en mis manos, mirando su foto, como si eso fuese una breve señal de impaciencia. Pocos minutos después y justo cuando lo había dejado a un lado mientras tomaba un vaso de agua, mi teléfono sonó, sin embargo no era quien yo esperaba, tan solo era Jorge avisándome que ya había llegado a la universidad como siempre lo hacía, tan solo le conteste como de costumbre y le envié un sin fin de corazones… sé que le molesta que mande tantos mensajes al tiempo, no le preste mucha atención pues mi mente estaba distraída, esperaba un mensaje o una llamada importante, le había dicho a él que me llamara al medio día, por eso estaba impaciente, mientras Jorge aun no sospechaba nada de lo que pasaba. En el mismo momento de que mi decepción estaba a flor de piel, y de que debía volver al trabajo, mi teléfono volvió a sonar, esta vez no era un mensaje si no una llamada.

—Alo… dime, ¿Qué has pensado?—le conteste impaciente.

—En tu apartamento… ¿Si?, me queda de camino al trabajo…—me respondió el.

—Pero no podemos demorar mucho tiempo… Jorge llegara antes de lo normal…—le trate de explicar.

—No tardaremos… te llamare cuando este cerca…—me contesto.

No fueron más de 10 segundos de escuchar su voz, pero estaba completamente nerviosa, además de ansiosa pues me sentía emocionada de volverlo a ver… mis manos temblaban un poco además de que la sensación de cosquilleo en mi estomago no me dejaba en paz con solo pensar que lo vería de nuevo… después de tanto tiempo, solo esperaba que nada saliera mal.

Regrese a la cocina y tome de nuevo mi delantal y mi uniforme de nuevo estaba completo, era pasado medio día y la lluvia parecía que no iba a tardar en comenzar a caer, y como era ya normal, la panadería estaba a reventar de clientes y junto conmigo mis compañeras de trabajo tratando de cubrir cada uno de los pedidos que nos hacían en las mesas o los estantes, era la peor hora del día pues no había un solo segundo para descansar, por eso había estado impaciente porque él llamara a tiempo, además que había perdido permiso a mi tía Gloria de poder salir temprano ese día, así podría reunirme con el sin ningún contratiempo. En medio de la bulla de la cafetera, el aroma a café, mezclado con el olor de la comida del medio día, poco a poco los clientes se fueron yendo satisfechos, el lugar sin duda era muy popular, y no estaba de más el estarlo, pues a solo una calle estaba ubicado un centro de salud y una estación de policía… algo demasiado bueno pues esos lugares aseguraban el flujo constante de clientes. Cuando el negocio estaba casi vacío, mire el reloj de la pared y faltaban 10 minutos para la 1 de la tarde, en ese momento busque a una de mis compañeras, a mi mejor amiga, para avisarle de que ese día saldría temprano pues tenía un asunto importante que hacer, de hecho había pedido también unos 3 o 4 días de ausencia, pues todo dependía de mi importante reunión y de lo que pasara en casa, deje mi delantal, y mi uniforme en el pequeño casillero que compartía con mi amiga Paola, y luego de despedirme de todos, Salí como si nada de la panadería… mi propósito era claro, debía ir a soltarme y luego esperar la llegada de mi invitado, que de manera imprevista pidió verme en mi propio apartamento, tan solo debía estar al pendiente de que _Jorge me avisara cuando iría a casa, pues a él le había insistido en varias ocasiones que estaría en la facultad estudiando o bien pasando el tiempo. Camine un par de calles, recorrí uno de los callejones del barrio y finalmente llegue a la estación de autobuses al sur de la ciudad, sin dudarlo un solo segundo aborde uno de ellos y enseguida tome asiento… me sentía nerviosa, mis manos temblaban más que antes y el cosquilleo en el estómago se había trasformado en pequeños escalofríos que me recorrían el cuerpo de solo pensar en lo que tanto había planeado.