Capítulo 10
El Viaje
Parte 5 / Secretos
[Sara]
La Lluvia apenas si había comenzado a caer en toda la ciudad cuando llegue a la estación de autobuses del sur de la ciudad, llegue justo a tiempo pues había acelerado mi paso cuando note que las primeras gotas de lluvia estaban cayendo sobre la acera por la que caminaba. Al llegar a la estación, rápidamente busque la bahía de abordaje para el autobús que me llevaba de nuevo al apartamento, sentía aun el nerviosismo en mi interior, pero en ese momento estaba más concentrada en llegar a tiempo, pasaron no más de 10 minutos hasta que por fin salió de la estación la ruta de autobús que necesitaba. Lo aborde sin dar ninguna espera y pronto ya estaba pasando por la avenida de camino a mi apartamento. Las manos me temblaban y sentía un ligero escalofrió cada vez que pensaba en lo que iba a hacer, nunca antes había sucedido de esa manera, mucho menos en mi propio hogar que con Jorge compartía, sin embargo, las palabras en mi mente tan solo repetían “Es por un bien mayor” … aunque en ese momento solo eran palabras de efímero consuelo para una pobre chica preocupada por lo que podría pensar su novio de todo Olo que a sus espaldas estaba pasando. Conforme el autobús avanzaba por la ciudad, poco a poco me sentí más tranquila… no estaba haciendo algo malo por completo, tampoco estaba mintiendo por cubrir algo más difícil de solucionar, tan solo lo estaba haciendo pues a la par que Jorge se sentía desanimado, yo sentía la necesidad de ayudarlo de alguna manera, y esta era la única forma en que había hallado una posible solución, tanto al problema de dinero como el problema de Jorge con respecto a su desanimo. Poco a poco el nerviosismo iba creciendo un poco más, un ligero hormigueo en mi espalda no me dejaba tranquila en el momento que sabía que estaba a pocos minutos de llegar a casa, saque mi teléfono celular y note que Jorge me había escrito como de costumbre, sin embargo yo estaba tan distraída que no quise contestarle en ese momento, ni siquiera abrí el chat para ver el mensaje en su totalidad, en su lugar, buscaba el numero de la persona que estaba por encontrarme en mi apartamento, cuando le encontré, tan solo le respondí que ya iba llegando a casa, que ojala estuviese cerca para no demorarnos mucho tiempo, no quería que Jorge se enterara de nada, yo ya había pensado incluso en una curiosa respuesta si el por casualidad me preguntaba por el dinero extra que yo poseía, el hombre me contesto casi de inmediato, me aseguro que al igual que yo en pocos minutos estaría llegando a mi parlamento… vaya que estaba nerviosa, aunque por completo decidida. Afuera la lluvia caía con fuerza por el centro de la ciudad, había un gran embotellamiento así que el autobús tan solo tomo otra ruta, pero estaba tan congestionada como todas las calles en ese momento, El centro de la ciudad parecía estar en caos por completo, pues la fuerte lluvia hacía que todos los transeúntes corrieran de un lado para otro con prisa, y los autos detenidos, no hacían si no hacer sonar su claxon como si eso solucionara algo. Sin pensarlo un solo segundo, el conductor del autobús nos avisó de que debíamos bajarnos… estábamos a pocas calles de la última parada, pero el conductor no quiso avanzar más, estaba decidido a dar la vuelta y regresar pues no había ninguna otra alternativa, el tráfico estaba terrible y no podía hacer nada más que dar la vuelta e irse de regreso a la estación. Las personas algo enojadas, algunos murmurando palabrotas se bajaron del autobús, yo aún permanecía sentada en mi lugar cuando el conductor me insistió en que debía bajarme en ese momento, pero tuve que pensarlo dos veces pues la lluvia afuera estaba cayendo con fuerza, apenas si el conductor me miraba con seriedad por el espejo retrovisor, no tuve más opción… coloque mi chaqueta por sobre mi cabello y mi maleta, corrí huyendo de la lluvia hacia el pórtico de un edificio pero no era suficiente, tuve que esperar un par de segundos y luego seguir mi paso apresurado bajo la lluvia por unas cuantas calles, fue difícil el caminar por el medio de los autos, la lluvia no daba tregua alguna, mi chaqueta y mis zapatos estaban ya por completo empapados, pero no podía hacer nada, tan solo me faltaban caminar un par de calles para llegar al edificio donde vivía, tan solo pedía en ese momento que él no estuviera ya esperándome, no quería que me viera por completo mojada por la lluvia. Me resguarde en la lluvia al otro lado de la acera, tan solo faltaba atravesar al otro lado de la calle, camine con prisa y tome algo de ventaja al saltar un gran charco que se había formado frente al edificio… al fin había llegado, y por suerte lo había hecho justo a tiempo, tan solo quería que se tardara un poco mi invitado pues quería al menos cambiarme de ropa, pues a esa altura ya mi pantalón y mi camiseta estaban humedecidos por completo. Pase por la recepción con prisa, no use el elevador pues estaba dejando a mi paso una sutil huella de agua, subí por las escaleras y finalmente llegue a la entrada de mi apartamento, busque las llaves en mi maleta y al encontrarlas abrí la puerta deprisa.
—Amor… no te esperaba tan temprano… menos en esta lluvia—me dijo Jorge en cuanto me vio entrar.
Tan nerviosa, ansiosa y distraída estaba que no note siquiera que la puerta no tenía seguro, la llave giro con facilidad pero yo no me percate de este detalle, Jorge estaba recostado en el sofá, viendo un poco de televisión, tomando una cerveza… algo que de entrada ya era un mal augurio pues no le gustaba beber nada, mucho menos cerveza.
—Tú también llegaste temprano…—le respondí sorprendida.
—Si amor… es una larga historia—contesto el decepcionado, —Pasa a la habitación… debes cambiarte esa ropa mojada… pondré a calentar algo de café—expreso en el momento que se acercaba a mí y besaba mi frente.
yo estaba totalmente congelada, no solo por el frio que me provocaba mis ropas mojadas, estaba sorprendida y en verdad no sabía ahora que debía hacer, camine deprisa y me encerré en la habitación, tome mi teléfono celular y le escribí para avisarle que no pasara a mi apartamento, sentía miedo en ese momento, pues no contesto en el tiempo que estuve cambiándome de ropa, siquiera los mensajes le llegaban, parecía que no tenía señal. De repente, tocaron a la puerta y sentí un frio sepulcral recorrer mi cuerpo, Sali de inmediato de la habitación, para solo darme cuenta que fue Jorge quien llamaba a la puerta de la habitación, sosteniendo con atención una taza de café tal como me gustaba a mí, su propósito era el hacerme sentir cómoda, pero yo estaba distraída, tanto así que tan solo tome en mis manos la taza de café y me devolví a la habitación, Jorge me miro extrañado, mas no dijo nada al respecto, yo solo podía pensar en ese momento en el error que había cometido, no podía ya cancelar mi cita, no podía salir del apartamento sin hacer que mi novio sospechara nada, mucho menos le pediría que se marchara, mucho menos con la fuerte lluvia que estaba cayendo afuera.
—¿Cómo te fue en la universidad cariño?—le pregunte queriendo disipar la tensión.
—Pues en verdad no muy bien… es que…—
Golpearon a la puerta, esta vez era la puerta de la entrada, por poco boto por los aires la taza de café, sabía que era él, para el colmo fue Jorge quien se acercó a la puerta, pese a que mi mano intento tomar la de él, Jorge no sospechaba nada, tan solo se levantó del sofá y se acercó a la puerta para ver quien era, dio una breve mirada por la mirilla de la puerta, volteo a verme con una mirada por completo diferente, fue en ese momento en que sentí que todo estaba perdido, sentía miedo en mi interior, pues no pude evitar que esto sucediera. Jorge luego de verme de esa manera tan decepcionante, se sentía y tomando el pomo de la puerta la abrió casi de golpe, encontrándose cara a cara con quien sería mi invitado esa tarde.