Bella
—Fue mejor así, hija, esto nunca habría funcionado de todos modos —mi padre dice con aparente alegría en la voz —Desde el día en que te lastimó, he estado preocupado. Ayer fui buscado por una mujer que quiere ayudarme, ella prestará el dinero para pagar poco a poco...
—Él no hizo nada, fue un accidente. ¿Y qué mujer?
—Tú no me habías contado acerca de esta persona —mamá habla desconfiada.
—No importa ahora, lo importante es que ya no tienes que casarte con el maldito García —no puedo creerlo, mi padre debe estar loco.
—¡Debes estar loco papá! ¿Cómo que no importa? No sabes quién es esta mujer, no sabes lo que quiere, es mucho dinero, que has robado además del rompimiento de contrato, ¿qué intentas hacer, hundir aún más a nuestra familia?
—Isabelle, nuestro padre sólo quiere ayu
