Estaba a punto de bajar y ver por qué Alex tardaba tanto, cuando apareció con una cara extraña. —¿Quién era? —Ven. Déjame bajar de ahí. —Alex, ¿quién llamó? —Tu madre. —¡Papá! —Intento saltar para bajar rápido del mostrador, pero él se acerca y me ayuda a bajar —¿Qué le pasó? —Tranquila, mi ángel, te llevaré al hospital... —¿Hospital? ¿Está mal? Papá odia los hospitales, como yo... —Parece que empezó a sentirse mal después de que te fuiste de allí, pero no quiso decirle nada a nadie, tu madre lo encontró desmayado en el suelo de la habitación hace una hora. Ya estaba llorando desesperada por verlo, lo hice, lo hice ponerse nervioso hasta enfermarse. —Alex, si él muere, la culpa es mía. Peleé con él. Lo hice enfermar. —Alex me ayuda a ir hasta la habitación y a arreglarme debido

