MIA Mientras mi mente corre, no me doy cuenta de lo lejos que Lyla ha corrido. Me acerco y miro a través de sus ojos mientras se acerca a un claro. Se detiene y mira a su alrededor hasta que sus ojos se posan en una cascada. El sonido del agua corriendo suena tan mágico. Cierro los ojos, dejando que el sonido me calme. Lyla se mueve y se acerca. Se detiene y bebe agua. Una vez que deja de beber, estira sus patas delanteras y se acuesta cerca del borde del agua. Sus ojos se mueven rápidamente, disfrutando del paisaje, hasta que se posan en el agua. No puedo evitar mirar nuestro reflejo en el agua. Lyla tiene un pelaje blanco como la nieve con motas plateadas corriendo por él. Sus ojos son de un azul brillante. —Dama, luces hermosa —digo. —Gracias —murmura mientras bosteza ligeramen

