El Destino estiró un dedo y fue nombrando al tiempo que las iba tocando: — El lobo... la magia... la luna... La Muerte agarró la última gema antes de que el Destino la nombrara y la guardó en su bolsillo, se encogió de hombros y se marchó dejando a su amigo en la salita. El Destino observó las tres gemas que seguían flotando delante de su rostro, con una risita las tomó y las guardó dentro de un bolsillo de su capa, seguía el juego. ...... Reino Gaskiya. El fuego ardía destruyendo las edificaciones que aún quedaban en pie, la manada Huegté había caído, los vampiros chillaban desenfrenados a los sobrevivientes, el Alfa Derks no podía hacer nada más que gruñir ante sus enemigos. Dos noches antes un lycan con el rostro lleno de cicatrices que se presentó como Onglen habló a la man

