Eres Mia

Cap 7. Naciste para conocerme

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Di estocadas suaves y profundas, estar dentro de ella es el paraíso, mientras que Mía deleitar mis oidos con sus deliciosos gemidos, sentí como sus manos agarraban mi cabello atrayendo mi rostro frente a sus ojos achocolatados, en ese momento me di cuenta el gran poder que ahora ella tendría sobre mi, deposite un suave beso en el cual ella respondió gustosa, en un gemido me dio paso a su boca adentrandome y explorando cada rincón con mi lengua, su delicioso aroma junto con el mío era mi perdición, no pensé encontrar tan rápido a la mujer que me pondría los pies en la tierra.

Empecé a hacerlo más fuerte estaba llegando a mi limite, pero claro que primero iba a hacer que ella tuviera su delicioso orgasmo, sentí que faltaba poco, cada vez era más estrecha y sus gemidos más fuertes. Puse su pierna en mi hombro y pude entrar más al fondo, abriendola, sentí como rasguñaba mi espalda ardía vaya que dolía pero me encantó que lo hiciera, lo estaba disfrutando tanto como yo.

-Ahh Za...Zayn no puedo más.

-No te contentas preciosa.

-Za...yn- dijo sonrojada.

Se corrió, arqueando su espalda, mientras sentía como me succionaba.

-iGenial! Como aprietas- dije cuando deposite mi esencia dentro de ella, pero aunque se hubiera corrido seguía succionando, ¡j***r! estoy reaccionando sentía como me ponía duro de nuevo y es que no es para menos cualquiera saldría de un momento como este, verla desnuda.

Sonrojada y con sus piernas enrolladas en mi cintura, no tenía intención de parar si por mi fuera lo haríamos en cada rincón de la casa, pero quiero que ella también tome la iniciativa me encantaría ver ese lado de ella.

-No Zayn.... Por favor no te muevas estoy demasiado sensible.

-Te haré llegar al cielo sin salir de este cuarto.

-Zayn... Espera siquiera 5 minutos, por favor.

-Ni un maldito segundo...

Empecé a moverme con un lento vaivén, observaba su rostro para ver cuál de las velocidades le gustaba y fui aumentando mis estocadas cada vez más, ninguna parecía agradable tanto así que empecé a hacerlo fuerte y profundo y mire como mordía su labio inferior y se sujetaba con fuerza de mi cuello, así que a mi chica le gustó fuerte y profundo bien así será, en el fondo es igual que yo.

-Zayn...ahh ¡No seas tan brusco!

-¿Acaso quieres que lo haga lento?- no me podía engañar lo estaba disfrutando.

-N...no mm..ha no dije eso, olvidalo- susurro avergonzada y viendo para otro lado.

-Complacere a tu cuerpo como me lo pide.- Rasgo mi espalda con sus uñas, vaya forma de demostrarme que estaba de acuerdo.

La miraba embelesado en su extraordinaria belleza y su deliciosa boca, la cual no dejaba de morder su labio inferior, mientras que sus pechos rebotaban, dí un apasionante beso que fue separado por falta de aire para bajar la mirada a sus pechos donde metí a la boca uno saboreandolo y mordiendolo.

- Me siento extraña Zayn, yo...

Por fin iba a escucharla pedir más ya que si se envuelve en placer, se entregaría de tal manera que diría cómo se está sintiendo y lo bien que lo hago.

-Za...Zayn, por...favor descansemos...un... momento.

-No preciosa, no te contentas sólo dilo.

-No puedo más...

Se corrió, succionandome pero no me detuve aún no llegaba al clímax, tenía que apartar mis ojos de ella de lo contrario no podría correr me y me estaba resultando doloroso.

-Zayn...dame más... hazlo más fuerte, hazme sentir que soy tuya, solo tuya.

-Te lo dejare en claro preciosa tus deseos son órdenes.

Di un gruñido y la miré aún no quería eyacular quería hacerla venir de nuevo, tome su otra pierna alzandola en mi hombro para hacerlo más profundo, tal vez le duela un poco pero lo disfrutará como nunca.

-mm..ha Za...Zayn estas Ilegando muy adentro...si sigues así yo...- dijo mientras apretaba con sus piernas pidiéndome más, estaba por c******e de nuevo.

Faltaba poco

-Zayn... yo estoy por... Me encanta sigue asi, no pares, bien si ¡asi!...

Senti como se corría, pero no me detuve.

-Zayn por...favor. No puedo más...No siento mi cuerpo. Zayn estoy muy sensible, pa...ra..

Yo también ya quería llegar al c****x me esta doliendo contenerme, baje mi vista a sus pechos y empecé a masajearlos y chuparnos, porque si seguía viéndola esto iba para largo.

Ella empezó a apretarse y al recibir mi semen, se corrió por última vez. Estábamos completamente sudados y ella lo estaba aún más. Su vista penetró mis ojos y conocía esa mirada, iba a reclamar algo.

-ildiota!- dijo haciendo un puchero

-Hey no puedes reclamarle nada eres mía y si quiero lo volvemos a hacer.

-iNo!

-¿Acaso no te gustó?

-No es eso.

-¿Entonces?

-Si no me hubiera gustado no me hubiera venido ¿No crees?

-No te recomendaría decir otra palabra si no quieres repetirlo.

Saque con cuidado mi m*****o como si la hubiera apuñalado y tuviera miedo de que se de sangre, acaba de salirme y dio unos pequeños espasmos de placer.

-Mañana si no puedo levantarme es tu culpa.

-Lose, pero lo disfrutaste, y eso que un dia te voy a dar hasta que se te olvide como caminar.

-No puedes.. me siento débil ahora...mi cuerpo no es igual al de tus "amigas"

-Y no quiero que lo sea.- Se quedó callada por un momento, meditando mi respuesta y hablo.

-Pensé que querías que fuera igual ellas.

-¿Que te hace pensar eso?

-Me lo dijiste cuando tenías relaciones frente a mi "Mira para para que puedas compórtate en la cama" además alagabas a la chica de pelo corto y castaño, diciendo que era increíble y por eso pienso eso.

La cobije y me levanté, me coloqué el boxer y mi camisa,baje las escaleras y tome un poco de licor.

Se me revolvió el estómago recordar ese dia en el que tuve que venirme a la fuerza, en la cual para poder hacerlo tuve que imaginarme a Mía.

Estuve 15 minutos alrededor de la cocina y me percaté de la hora eran las 5 pm.

Empecé a hacer la merienda algo breve, le cocine rápidamente ya que anteriormente había sido chef sin embargo, mi padre me cedió el cargo y lo acepta sin protestar, ya que me gusta tener el control.

Comi levemente y le lleve en una bandeja lo preparado -Rollos de calabacín y salmón- abrí la puerta del cuarto y se encontraba envuelta en una sábana.

-Te traje algo- No me miró y tomó la bandeja lo puso en la mesa de noche y empezó a comer, con entusiasmo, mientras que yo sólo me limitaba a mirarla.

-No...Tengo ropa- habló después de terminar de comer.

-¿Me estás pidiendo subliminalmente que lo volvamos a hacer?

-¡Noo!...te estoy pidiendo ropa.

-¿Acaso es mi obligación?

Me miró -¡Entonces quieres que ande desnuda por toda la casa?, además tu no me dejaste canjear el dinero.

-Por mi no hay ningún problema así no me tomaría la molestia de quitarte la y sabes las razones por las que tuve que volver a casa.

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