CAPITULO 42 Caminamos tomados de las manos por unas cuadras antes de llegar al parque. - Debo decirte algo antes de llegar con los chicos. Se detiene en seco, mirando hacia la nada. - ¿Que pasa?. Me estas asustando. - Lo siento, no pretendía asustarte. Pero lo que te diré, talvez lo haga. Se formó un nudo en mi estómago. La verdad, no quería escuchar lo que me iba a decir. De cierta forma me puedo imaginar de lo que se trata. - Dilo de una vez. - Apareció Francisco. Y así, sin anestesia, me lo dijo. Tenía la esperanza de que no fuera eso. Sentí un escalofríos que recorrió mi espalda al escuchar ese nombre. El miedo se apoderó de mi. Los recuerdos de él, tratando de quitarme la vida, aún los tengo muy presentes. Y creo que nunca se irán. - Sam, ¿Estás bien?. - Si. Solo que...

