CAPITULO 41
- ¿Por qué no me dijiste nada?
- ¿Y perderme esta carita de sorpresa?.-toca mi nariz con su índice.
- Me alegra que no te fueras.
- A mi también hermosa.
Después de un tiempo, no se cuanto pasó, nos dimos cuenta que no estábamos solos. Me bajó con cuidado. Ambos estábamos avergonzados, por el espectáculo que estábamos dando.
- Lo siento. - dice Max a mi abuelo.
- Tranquilo hijo. Se por lo que han pasado. Y me hace feliz que estén juntos.
- ¿Estamos juntos? - susurro en el oído de Max.
- Más te vale que si. - ahora el me susurra.
Mi abuelo se acerca a nosotros para despedirse, ya que debía ir al hospital.
- ¿Te quedarás a vivir en Londres?
- No señor. Me quedaré unos días y vuelvo.
No quise decir nada. Se que debe volver a su vida. Pero eso no evitó que me pusie
