Para Gaëlle era enormemente difícil estar postrada en una cama o en la silla. Afortunadamente ya había presentado todos sus exámenes y una de sus compañeras le prestaría sus apuntes mientras le explicaba cada fin de semana los avances. Elisa revoloteaba de vez en cuando por su habitación para únicamente hablar de ella misma, y Darren la visitaba día por medio para evaluar su estado. Aun no quería quitar las tablillas y los días los pasaba inmersa en la lectura. Estaba comenzando a fastidiarse. Apartó la colcha y con cuidado casi arrastro la pierna hasta el palo de madera que Darren le obsequió, dijo que lo había mandado a hacer para ella. Apoyo el brazo izquierdo sobre él y avanzo dando unos pocos pasos por la habitación, se sentía incomodo y aun dolía un poco, pero si no salía de esa ha

