Nos acurrucamos en uno de los sofás de nuestra terraza para ver la majestuosa luna reflejarse en el Mar. Gael pasó su brazo por sobre mis hombros y yo me acomodé en su pecho, la imagen era digna de un cartel romántico. -¿Cómo lo estas pasando?- me preguntó -A ver...dame un besito- estiré mis labios formando una trompa y cerré los ojos, recibí de inmediato un beso de Gael -Lo estaba pasando bien, pero ahora MARAVILLOSO- sonreí Gael se largó a reír -Que ingeniosa eres, eso me encanta de ti -¿Tan ingeniosa como para escribir un guion para ti?- Gael volvió a reírse -¿Y como sería ese guion?- hice una pausa y traté de imaginar la mejor escena que pude. -Serias un sacerdote, que cumple con su claustro y jamás nunca podrías besarte con alguna chica....fin de la película. Se rio tan fuert

