Thomas. Bajo el teléfono satisfecho. Según la señora Harris, Abigail se ha adaptado fácilmente y Giselle ya está en camino a sus clases de ballet. - ¿Ya comprobaste que la nueva niñera no baila desnuda alrededor de tu hija?-se burla Sayer, sin levantar la mirada de su propio teléfono. -Un día, cundo tengas hijos entenderás mi preocupación- tercio. -No gracias, con mis sobrinos es suficiente- me mira estremeciéndose- prefiero no tener a una de esas cosas dependiendo de mi 24/7. -En ese caso te compadezco- replico antes de cambiar de tema- quiero todo preparado para la adquisición, es un buen negocio, solo debo de bajarle el precio. -Es un poco elevado- coincide- los tendrás en tu mesa, junto con las patentes. Marcus detiene el auto frente al edificio donde residen mis oficinas

