Aidan tomó su mano con decisión y la mantuvo a su lado mientras recorrían el pasillo para encontrarse con sus hermanos. Sharon estaba nerviosa y cohibida, pero las sonrisas que vio en los rostros de Jace y Kaleb, más los abrazos de Violet y Regina le hicieron saber que estaban felices por ellos.
Aidan tenía razón, no había necesidad de hacer declaraciones solemnes. El único que pareció desconcertado fue Milo, quien elevó una ceja, pero el poco sutil codazo de Regina y el susurro ＜＜después te explico, ni una palabra＞＞, habían sido suficientes para diluir su curiosidad.
El paseo por el complejo deportivo con la guía y las explicaciones de Aidan fue un disfrute. En un ínterin y mientras los hombres comentaban sobre las temporadas y trofeos, Regina se acercó y volvió a abrazarla, con evident
