ESPERANZA
- Las inclemencias del tiempo no tuvieron piedad con mi delgado y pequeño cuerpo el cual estaba a punto de rendirse pero cuando ya no podía soportar mas en medio de la fría mañana vi un milagro, apareció una mujer quien me reconfortó, en sus brazos, el calor que emanaba de su cuerpo calentó poco a poco mi cuerpo trémulo fue entonces cuando me deje llevar por un sueño muy profundo dejándola a ella cuidar de mi. Al abrir los ojos no veía nada todo estaba en completa oscuridad ya había anochecido esa noche no había estrellas, será mejor que regrese a la g****a para protegerme la mujer ya se había marchado dejándome sola, debido al accidente que había sufrido fui arrastrando el pie poco a poco para no tropezar ni volver a lastimarme sin embargo el piso era plano ya no me dolía nada. De repente detrás de mi escuché una voz aunque no distinguí lo que dijo volteé y vi una luz muy incandescente la cual me permitió ver que me encontraba en un túnel empecé a caminar hacia la luz para salir de ese sitio el problema fue que por más que caminaba nunca llegaba por ende me di por vencida, me hice un ovillo y me quede dormida.
- Un golpe en la cabeza me despertó, una mujer había chocado accidentalmente conmigo.
- Discúlpame estoy apurada y no te vi.
- No se preocupe ¿Me podría decir en donde estoy?
- Lo siento estoy buscando a alguien solo espera a tu alma gemela.
- Se fue apresuradamente sin dar respuesta a mi pregunta. Mientras esperaba observé el sitio, una luz muy tenue alumbraba el área, personas iban y venían al parecer todas tenían prisa por llegar a donde quiera que fueran, una pareja charlaba no muy lejos de mi por su actitud daban la impresión de estar viendo algo, como la curiosidad mato al gato fui a ver qué estaban viendo sin embargo lo único que yo veía era una oscuridad aterradora que me erizó la piel, afortunadamente una mujer joven de alrededor de un metro setenta y cinco centímetros, pelo rubio y rezado, nariz respingona, piel muy blanca, un cuerpo delgado pero bien torneado se acercó a mi, me abrazó y dijo efusivamente.
- ¡Hola preciosa!
- ¿Quien eres? Le pregunté.
- Soy tu amiga.
- No te conozco, ¿Sabes en donde estoy?
- Me llamó Florencia Martínez, somos almas gemelas que se encuentran estancadas en un lugar al que no pertenecen, estamos destinadas a ayudarnos a cruzar la luz para ir al lugar correcto.
- Con una sonrisa en los labios le pregunté. ¿Tú también estás perdida y me vas a ayudar a regresar a mi casa?
- No tesoro tu tienes unos ángeles en la tierra qué te van cuidar y a guiar hasta que crezcas, prométeme que no vas a guardar rencor no vale la pena vivir treinta años viviendo en la oscuridad por no saber perdonar quizás ahora no entiendes lo que te digo pero un día lo vas a comprender.
- ¿Si tengo ángeles en la tierra significa que estoy en el cielo? ¿Estamos muertas?
- Tu no yo si y no estamos ni en el cielo ni en la tierra aquí solo hay oscuridad la luz que ves aquí emana de ustedes los que pertenecen a la tierra se les llama ángeles de luz porque ustedes nos liberan a los que estamos aquí, no todos los vivos pueden llegar hasta aquí.
- Y cómo vamos a salir de aquí.
- Al cruzar esta puerta hay un túnel oscuro al final de este hay una luz es allá a donde tienes que ir tú yo voy a cruzar la puerta que está detrás de nosotras se encuentra la luz a la que pertenezco.
- Volteé hacia atrás y efectivamente, efectivamente había una puerta enfrente y atrás de nosotras, estaba segura que esas puertas no estaban allí antes que las mencionara.
- ¿Por que te moriste? ¿Que se siente cuando uno muere?
- La verdad no recuerdo que sentí cuando me morí aunque para ser honesta estoy mejor aquí que cuando estaba viva.
- Yo también estoy mejor aquí, es la primera vez en días que no me duele nada ni tengo hambre, frió, ni miedo.
- Todavía no es tu momento aún te faltan muchas cosas por hacer por ejemplo ayúdame a salir de aquí.
- y como vas a salir de aquí.
- Me dejarme llevar por la maldad de una mala mujer cuando estaba viva, ofendí al hombre que me amaba por sobretodo y a una mujer muy noble, lamentablemente la muerte me sorprendió sin darme la oportunidad de pedirles perdón por consecuencia me quede estancada aquí, tú eres mi oportunidad de salir de este sitio viniste para que a través de ti pueda pedirles perdón y confesarles mi secreto.
- Florencia me contó su secreto y finalmente me abrazó y me dijo, olvídate del pasado vive, se feliz con lo poco o mucho que la vida te de, se amable, ayuda a los que necesiten de ti, ama intensamente, el amor es recíproco y no es tan difícil arreglar los malos entendidos con el hombre que se ama, deja que el amor, la confianza y el respeto reinen en tu vida, di no cuando tengas que hacerlo y lucha por lo que quieres. En cuanto me soltó ambas puertas se abrieron ella caminó hacia la suya y yo hacía la mía apenas entramos nos volteamos a ver y nos dijimos adiós con la mano las puertas se cerraron al mismo tiempo, no tube que buscar la luz porque estaba más brillanté que la última vez que la vi, caminé hacia esta apenas la crucé desperté.
- Una sonrisa de oreja a oreja me recibió, mientras me acariciaba el cabello con una mano y con la otra me checaba el pulso.
- ¡Volviste!
- ¿Quién es usted? Le pregunté.