SOLA

1015 Palabras
- El sol se ocultó tras la montaña, de un momento a otro solo había oscuridad un suave viento empezó a soplar yo seguía llorando, sentada en la misma roca en que mi abuela me había dejado sola y en medio de la nada, los extraños sonidos de la noche se comenzaron a escuchar estaba aterrada, doble mis rodillas me abracé a mis pantorrillas y escondí mi cabeza entre mis piernas, los grillos y las cigarras cantaban como si de una competencia se tratase era el ruido más molesto que jamás había escuchado, pequeñas luces que se movían de de un lado hacia otro empezaron a aparecer por doquier yo temblaba de miedo tenía náuseas cada vez más intensas, el dulce aroma que emanaban aquellas flores amarillas de los huizaches se intensificó a punto que mi nariz no pudo soportar y empecé a vomitar, en seguida un tenue viento con aroma a humedad empezó a llegar, se oían ruidos de animales corriendo entre ramas secas de repente cesaron para dar la bienvenida al maullar de los coyotes eso me erizaban la piel. No se de donde salió pero un animal muy largo y frío paso por mis pies enredándose en estos subió parte de su cuerpo por mis pantorrillas hasta llegar a mi cabeza, yo quería correr pero no pude tenía el cuerpo rígido de miedo incluso sostenía la respiración hasta que se desenredó de mis pies y siguió su camino empecé a temblar y respirar, el ruido que hizo al marcharse me indicó que se retiró muy de prisa, la noche se tornó en silencio no obstante en ocasiones y a la distancia se oían truenos jamás imaginé lo que se avecinaba, hoy se que los animales sabían algo que yo ignoraba. ¡Era hora de buscar refugio! Poco a poco los relámpagos se veían más cercas y los truenos sonaban más fuerte, se avecinaba una tormenta, el viento empezó a soplar cada vez más fuerte el frío se intensificó de un momento a otro me encontraba agarrada de la orilla de la roca debido a que el viento amenazaba con arrastrarme, finalmente salí dando volteretas en el viento hasta chocar de frente contra algo muy duro y frío, el golpe mas fuerte se lo llevo el lado derecho de mi rostro justo al lado de la boca inmediatamente algo caliente me escurría y el sabor a azufre inundó mi boca, el viento me tenia suspendida, atorada en una roca cuando cesó caí, en el proceso me golpee el tobillo izquierdo y mi espalda fue raspada fuertemente al caer en una g****a las costillas tronaron, aaay quería salir del sitio por miedo sin embargo el dolor era muy intenso y no pude moverme el agua escurría por la g****a donde me encontraba y al mismo tiempo la roca me protegía del viento, los truenos y los rayos que me aterraban, cerré los ojos con la esperanza de que esto pasara rápido, cuando paso la tormenta yo quedé completamente empapada fue entonces cuando el frió hizo de las suyas esta vez incluso me temblaba la mandíbula sin control al punto que mis dientes golpeaban unos con otros eso intensificó el dolor que tenía en la cara. ¡Tengo miedo abuela! Eran las únicas palabras que salían de mi boca, en un punto de esa noche me desmayé o me quede dormida porque no recuerdo nada más solo se que en ningún momento mencioné a mis padres quizás porque la autora de mi desgracia era mi abuela o porque para ese momento ya me había olvidado de ellos. Escuché unos perros ladrar o quizás los soñé inmediatamente desperté ya había amanecido, con mucha dificultad salí de la g****a, una sonrisa se me dibujó en la cara al ver que el día estaba soleado mi ropa estaba mojada completamente llena de lodo al salir de la g****a vi una enorme roca frente a mi y me pregunté. ¿De donde habrá salido esta roca? estaba más desorientada que el día anterior con la vista busqué la roca en que mi abuela me había dejado no obstante todas se parecían, espera, me dije mentalmente, aquí hay más rocas y la vegetación es diferente ¡Oh Dios estoy en un lugar diferente! Mi corazón empezó a palpitar rápidamente sabía que estaba en problemas cuando mi abuela regresara no me encontraría, intenté caminar un poco para observar el area me fue imposible el dolor en mi pie era insoportable me fui arrastrando, estaba cercas de un acantilado definitivamente no había llegado hasta allí yo sola me sentía muy confundida no sabía si estaba soñando, retrocedí no llegue muy lejos mi cuerpo no podía mas incluso respiraba con dificultad, estaba débil la falta de alimentos y agua no ayudaban, para mi fortuna las rocas son irregulares algunas tenían pequeños pósitos donde quedó agua de lluvia estancada, intente beber con la mano pero no pude así que bebí directamente de la roca lamentablemente con el calor se evaporó muy rápido, me senté a pleno rayo del sol para mitigar el frío estaba mareada, tenía la boca seca, náuseas, dolor en todo el cuerpo, calambres en el abdomen, de un momento a otro aparecieron unos niños se acercaron a mi y uno le preguntó al otro. - ¿Está muerta? El contestó. - Si no esta le falta poco. - Cercas a mi vi un árbol muy frondoso a rastras llegué hasta el y me recosté bajo su sombra. Por la noche las estrellas brillan parecían estar tan cercas de mi que podría alcanzarlas con la mano, por la mañana llegó un toro blanco con cuernos muy largos, el escarbo una roca de la cual salió agua y me ordeno beber de ella por más que bebía no saciaba mi sed. Más tarde llegó una señora estaba vestida de blanco con una areola en la cabeza me tomó entre sus brazos, dándole calor a mi frío cuerpo ella me empezó a arrullar de un lado hacia el otro mientras me decía: - Vas a estar bien mi niña hermosa. vas a estar bien.
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