- Está bien ... Está bien - Volví a comer, desesperada por encontrar algo que ocupara mi Tenga en cuenta que no estaba directamente relacionado con Melissa.
- Ella aparecerá.
- Solo estoy preocupado.
- Melissa no es una chica frágil. Es más fuerte de lo que puedes imaginar.
- Yo se. Aún así, no puedo evitar preocuparme - Abby me miró pensativa. Tu expresión me llamó la atención.
- Cuida tus expectativas, fue como un arrepentimiento. Estaba alerta de inmediato.
- ¿Qué sabes que no conozco a Abgail? - Se movió incómoda, pero sonrió inocentemente.
- Solo que Melissa es una persona complicada. Nunca es lo que esperamos que sea: el Recordar la veracidad de esas palabras me hizo sonreír y al mismo tiempo tener miedo.
- ¿Necesitas alguna cosa más?
Pagina 12 - ¡No gracias!
Tan pronto como Abgail se fue, levanté el teléfono y llamé a Tom. Por primera vez en tres años No pude ponerme en contacto con mi investigador privado. ¿Lo que estaba ocurriendo?
- ¡Maldita sea!
Intenté de nuevo. Nada. Tom no había mostrado ningún signo de vida en dos días. No sabía nada de Tanya, de sus marcos y sobre todo de nuestra incansable búsqueda de Melissa Simon. Mi telefono sonó.
- ¿Sí?
- Sr. Carter, señorita. García está aquí con un archivo solicitado por usted. ¿Qué debo hacer?
- SRA. García? - ¿Quién diablos era la señorita? García?
- ¡Mmm! La nueva asistente ejecutiva del Sr.Otaki: miré fuera de la habitación, visualizando a la mujer en cuestión.
Era alta, de piel ligeramente bronceada, cabello rubio cortado a la altura de los hombros. El tenia un cuerpo escultural, aunque vestía ropa de negocios. Su blusa blanca permitía el volumen de los senos se apreciaba por la hendidura del discreto escote. Ella era deseable. Llevaba gafas, que lo hizo aún más sensual. Instintivamente mi mente liberó miles de imágenes de Melissa En esa habitación. Sus sonrisas, sus miradas, sus gestos tímidos y atrevidos. Suspiré mirando a otro lado.
- ¿Sr. Carter?
"Envíala". Colgué antes de que Abgail pudiera llenarme de preguntas.
La niña entró con pasos firmes de alguien que sabe lo que está haciendo. Ella no tuvo miedo. Tu los ojos azules encontraron los míos. ¡Oh! Cómo extrañé a Melissa.
- Sr. Carter, el informe solicitado - extendió la carpeta sin esperarme.
- SRA. García - Vi tu reacción. Ella no dijo nada, solo me miró fijamente. - En que exactamente ¿Señorita el trabajo?
- Sector de seguridad de la información, señor - sonreí. Mi idea sobre las mujeres que conformado tal sector ni siquiera estaba cerca de lo que la señorita. García lo era.
- ¿Pudiste identificar algún defecto? - Tomé el informe sin querer involucrarme con él.
mientras la mujer estaba presente.
- El Sr. Otaki sería la persona más calificada para informarle, señor.
- Señorita, ¿no es así? - Traté de intimidar, pero ella no pareció sorprendida ni asustada.
- Ciertamente si. Sin embargo, sigo las órdenes y las que recibí del Sr. Otaki fueron claras.
- Doy las órdenes. Dime lo que encontraste. Ella suspiró profundamente.
- Su computadora aún está protegida, señor.
- ¿Apenas eso?
- Sí, Sr. Carter. Identificamos varias amenazas de intrusión, además de una búsqueda exhaustiva de con respecto a los documentos que usa en las nubes, pero el esquema sigue siendo seguro.
- Entiendo. ¿Qué pasa con las otras computadoras de la empresa?
- Todos sufrieron ataques. Los que no ofrecían riesgos fueron invadidos y utilizados como puerta.
de entrada. Pudimos solucionar los problemas y no se filtró ninguna información.
- Sectores de investigación, proyectos ...
- Nada. Todos los estudios e investigaciones quedan reservados y en la más perfecta seguridad.
- ¿Incluidos aquellos a los que solo yo tengo acceso?
- Sobre todo, señor.
- Está bien, gracias, señorita. García. Eso es todo - ella sonrió y sus labios estaban extremadamente atractivo. Tuve cuidado de no mirarla más de lo debido.
"Melissa me mataría".
Mi teléfono sonó de nuevo. Perder. García salió silenciosamente de mi oficina.
Página 13 - ¿Sí?
- ¡Hora del show! - Abby estaba más emocionada que antes.
Dejé el informe sobre la mesa, recogí mis pertenencias y volví a la sala de reuniones. Olivia y Nicole ya me estaba esperando, pero Tanya aún no había aparecido. ¿Qué estaba haciendo ella?
- ¿Paul y Bruno?
- Están llegando. Bruno fue a buscar un informe que Alexa olvidó enviar: mi hermana Yo estaba emocionado. Seguramente había convencido a Olivia o Paul de hacer algo de su voluntad.
- Entremos. Necesito tu ayuda con un problema.
- ¿Tanya? - mi madre ya sabía que cuando me refería a un problema, ciertamente estaba conectado con mi esposa.
- Sí. El problema de las donaciones. No puedo liberar el dinero hasta que esté seguro no pondrá sus garras ...
- Robert, lo pensé mucho y tengo una idea, si estás de acuerdo, ¡claro!
- Sí, Olivia. ¿Qué pensaste?
- Si Tanya cree que no sospechas de ella, se sentirá más cómoda para continuar con ella.
marcos, por lo que cuando crea que no podrá alcanzarlo, tendrá suficiente evidencia para derribarlo.
- Puede destruir nuestra herencia si tardamos demasiado.
- No. La cantidad es insignificante. Tanya nunca haría una fortuna con el valor de las donaciones, sobre todo porque, ella está desviando sólo una parte, ya que necesita justificar sus acciones.
- No conozco a Olivia. Ella traerá el tema a la agenda.
- Déjala intentarlo. Lo favoreceremos. Exigirás que te siga de cerca, así que tendremos todo lo que necesitamos.
- Ya hemos corrido demasiados riesgos. No puedo ponerte en primera línea.
- No corro ningún riesgo. Solo voy a retrasar un poco sus planes. Mientras tanto tu estas se concentra en encontrar la contraseña y traer a Melissa de regreso - me tocó el brazo con ternura. No Quería meter a mi madre en ese lío, pero si quería terminar esa historia de inmediato, era mejor usar todas las armas.
- ¡Derecha! ¡Por favor tenga cuidado!
Tanya llegó con Paul y Bruno. Ella estaba furiosa. Pasó por todos sin preocuparse por ser cortés. Abby entró poco después, trabajando en los últimos detalles.
- Empecemos por eso. Todavía tengo cosas que arreglar y no puedo perderme mucho hora. Paul tu ...
- Un minuto - Tanya interfirió levantándose y enfrentando a mi familia. - me gustaria traer un problema y pedirle al consejo que vote a mi favor - me miró y le indiqué que continuara.
Me senté en mi silla, crucé las piernas y esperé tu espectáculo. - Como todos sabemos fuimos víctima de una instalación criminal ...
Continuó hablando, utilizando toda su capacidad de persuasión para convencerlos. Tanya si expresado de una manera fantástica. Ella era una líder nativa y como tal, fácilmente lideró cualquier simple mortal a una guerra nuclear solo para satisfacer sus caprichos. Era seguro que ella ella lograría su objetivo, si no fuera por un solo detalle: todos sabían que ella tenía la culpa.
- Por eso les pido que voten por la liberación del presupuesto. El grupo puede sufrir una significativa impacto si se suspenden las donaciones, como pretende hacer nuestro CEO. No es de nuestro interés pelear una pelea con ...
Fue entonces cuando se abrió la puerta de la sala de reuniones. Parecía curioso y molesto de que estuviéramos interrumpido, pero me detuve petrificado, sin creer lo que estaba viendo. Melissa estaba parada en la puerta.
Pude observar mucho en esa imagen, sin embargo no era su rostro perfectamente maquillado, o Página 14 su ropa alineada y visiblemente cara, por no hablar de las joyas que llevaba que llamaban a mi atención.
Solo el hecho de que Melissa esté frente a mí. La mujer de mi vida, mi ángel salvador, la Había estado buscando desesperadamente durante tres meses sin saber dónde encontrarlo, era el suficiente para desarmarme.
- ¡Melissa! - todos estaban tan asombrados como yo.
- ¿Reunión de la junta sin mi presencia? No creo que esto sea posible, así que me entregué cuenta. Esa no era su sonrisa. Esos no fueron sus gestos.
Caminó lentamente sin mirarme ni una vez. Sus pasos fueron fuertes, decisivos y lleno de confianza. Se detuvo en el extremo opuesto del mío y finalmente me miró.
- El mayor accionista de este grupo no fue informado sobre esta reunión. ¿Antonio? - O El hombre que la seguía se adelantó y le entregó unos papeles a Abgail, quien inmediatamente se ocupó de distribuirlos. Seguí paralizado, mirando a esa mujer que me resultaba tan familiar y, sin embargo, tan extraña.
Nada de lo que sentí fue capaz de superar las barreras que parecían suspendidas entre nosotros dos.
- ¡Eso es un absurdo! - Tanya fue la primera en hablar. - ¿Robert? ¿Cómo lo explicas?
- Eso es exactamente lo que estás leyendo. Yo, Melissa, soy la mayor accionista del grupo C&D Sistemas médicos. Compré las acciones del Sr. Carter. Todas. Por eso declaro que esta reunión es cerrado. Y que esta diapositiva no vuelva a suceder.
O? ¿Que hice?