capitulo 3

1810 Palabras
Robert me miró con emoción. Casi, por un segundo pensé en volver. Pero necesitaba sé lo suficientemente valiente para seguir adelante. Ese reencuentro no sería lo más mínimo incómodo cerca de lo que todavía tenemos por delante. Tendría que ser fuerte. Necesitaba ser fuerte. - ¿Reunión de la junta sin mi presencia? No creo que esto sea posible, evité mirar hacia ti. Era demasiado difícil pararse ante su mirada. Especialmente después de tanto hora. Sin embargo, era imposible permanecer alejado de su presencia. Robert era como un imán. - La mayor accionista del grupo no fue comunicado con respecto a esta reunión. ¿Antonio? Le hice señas a mi abogado para que se encargara de comunicar la noticia. Abby, como teníamos estuvo de acuerdo, trató de ayudar. En ese momento toda mi atención se centró en Tanya. Era el golpe que necesitaba tomar y lo que soñé y planeé durante tres largos meses. Sonreí encantado ante el Su reacción. - Eso es exactamente lo que estás leyendo. Yo, Melissa, soy la mayor accionista del grupo C&H Sistemas médicos. Compré las acciones del Sr. Carter. Todas. Por eso declaro que esta reunión es cerrado. Y que esta diapositiva no vuelva a suceder. - ¿Como? ¿Cariño? Tú ... - Nicole se puso de pie y caminó hacia mí. Tuve cuidado de mantenme tranquilo y distante. - ¿Qué está pasando? ¿Donde estabas? Robert ... - y luego se rindió dice que estaba en medio de un golpe. En un momento vi cambiar las emociones en el rostro de quien había sido mi amigo. Esta por alli miró a Olivia y Robert y luego a mí. Sus ojos se llenaron de lágrimas y dolor. "Explica eso", dijo, todavía incapaz de creerlo. "Te lo explicaré," Anthony tomó la iniciativa mientras yo caminaba por la habitación. Robert no tomó ojos de mi. - El Sr. Carter vendió sus acciones a mi cliente. Todo como ya se dijo. De esta forma, asumimos la dirección del grupo C&H Medical Systems, como es debido. - ¡Imposible! - Tanya irrumpió demasiado sorprendida para mantener la compostura. - No. Recibió una copia del contrato de venta. Firmado por el Sr. Carter y la Sra. Melissa - Anthony me miró con recelo, teniendo cuidado de no mencionar nada más. a partir de ese. - Robert no puede vender sus acciones. Yo soy la esposa Tengo derecho a ellos. - No con la solicitud de divorcio fechada antes de firmar el contrato - Tomé la palabra sonriendo triunfalmente. - Soy el dueño de todo. Nuestro querido Robert Carter se cuidó de mantener Mantengo nuestro acuerdo en secreto, pero ahora estoy de regreso y estoy deseando volver al trabajo. - ¿Robert? - Olivia pareció sorprendida por mi revelación. Robert todavía me miraba. Sus ojos eran un poco de todo: miedo, rabia, tristeza y añoranza. ¡Anhelo! Yo no pude yo permitir. - Está diciendo la verdad. ¡Lo siento mucho! - apartó la mirada y se movió incómodo en su Sillón. - ¿Por qué hiciste eso? ¡Sin hablar con el consejo, conmigo soy tu hermano! Robert, yo Pensé que sus planes eran diferentes: Bruno estaba perdido. Incapaz de entender que, en ese momento, Robert y yo no éramos aliados sino enemigos. Quizás más que el de Tanya. - No es ningún secreto que Robert y yo éramos amantes hasta hace poco. En el apogeo de su guerra con Tanya me convenció de firmar este documento. Justo antes de que el consejo aprobara la nuevas medidas que le impedirían venderme sus acciones sin su consentimiento. Página 16 - ¿Entonces todo es un juego, Robert? ¿Actuaste para evitar que tomara las acciones? -Tanya no ocultó su enfado, Robert no dijo nada. Me miró, como un depredador analizando su presa. El resto permaneció en silencio, siguiendo lo que estaba sucediendo. Probablemente no sabían cómo comportarse, ya que todo podría ser uno más de los marcos del CEO del grupo. - Esta venta no puede ser legal. Melissa no tenía los recursos financieros para comprar acciones. con el peso comercial de los del grupo - Tanya sacó su teléfono celular e iba a comenzar a marcar a alguien cuando Interrumpí. - Hay una cuenta a mi nombre, donde periódicamente se depositaba una cantidad. Claro que puedes imaginar de dónde vino este dinero. El caso es que, de la noche a la mañana, comencé a tener mucho dinero, el mismo que se utilizó para la compra de las acciones. También tenemos una transacción bancaria lo cual prueba que el dinero salió de mi cuenta, con mi autorización y fue depositado en el Sr. Robert Carter. Un valor razonable, aunque alto. Todos miraron a Robert, que seguía mirándome, sin reaccionar. Suspiró audiblemente y se inclinó sobre la mesa. - Fue para garantizar su seguridad - era como si las otras personas no estuvieran allí. Habló y me miró directamente. Sus ojos me quemaban. Me tomó tres meses prepararme para ese momento. Tres meses aprendiendo a ser indiferente, frío y calculador. Pero mirando a Robert, sintiendo su presencia de nuevo, todo se volvió mucho más difícil de lo que pude predecir. - Bueno, garantizado. ¡Gracias! - Forcé una sonrisa diabólica. - Era justo lo que me faltaba. ¿Esto es ... Descalificado se va a quedar con sus acciones? No lo voy a admitir. Presentaré una apelación ante el tribunal para cancelar la venta. No estás en tu sano juicio Robert. Solo puede ser esto. Como tu esposa, haré que te proscriban. - Prohibido o no, el contrato tiene valor legal, Tanya - me miró con odio. - Como usted ella dijo: este fue el polvo más caro que jamás tuvo - sonreí desafiante. - Gracias a todos. Reprogramaremos esta reunión para mañana, a la misma hora, en el mismo lugar. ¿Escribiste todo, Abgail? - Sí. Anotado. - ¡Excelente! Ahora, por favor, vuelve al trabajo. Estamos en una etapa excelente y las empresas no están ellos trabajan solos - me di la vuelta rápidamente. - Tanya, Robert, en tu oficina ... Mejor, en mi oficina -Sonreí triunfalmente, dándoles la espalda. Caminé sin cambiarme. Anthony me acompañó, esperando afuera con Abgail. Tanya y Robert entraron juntos. No parecía saber qué esperar. Sus ojos estaban especulativo. Buscaban alguna señal. No dijeron nada. Tu esposa ya caminó hacia mi aplaudir. - Un gran golpe, pero probaré en la corte que ustedes dos planearon este circo para tomar la eso es legítimamente mío. Mi marido y su amante. Él le da el dinero que necesitaba para justificar venta de acciones. ¿Y de dónde vino este dinero, Melissa? Esto tendrá que explicárselo al juez. Lo que será ¿Qué hará la sociedad con esta información? - A diferencia de ti, Tanya, no me importa la opinión de la sociedad. Si no fuera por esto forma en que nunca aceptaría ser la amante - Robert se metió las manos en los bolsillos e inclinó la cabeza hacia el mano, analizando mis ubicaciones. - Vayamos a lo que importa. Soy el nuevo accionista mayoritario, te guste este hecho o no. Mi abogado está ahí fuera y puedes pedirle que te busque discutir la situación. De momento quiero definir algunas reglas. - ¿Qué reglas, niña? ¿Te has vuelto loco? Somos un grupo sólido, respetado y venerado en Mercado mundial. No serás tú quien llegará haciendo pedido en la casa. Hay un consejo y no se puede tomar ninguna decisión sin su aprobación. Si estás pensando que podrás alejarme Página 17 está muy equivocado. Soy el segundo mayor accionista, tengo derechos y poderes que lo impiden ... - ¡Basta Tanya! Guarda tu petulancia para los que todavía tienen paciencia contigo - miré sugestivamente a Robert. - Quiero al responsable de la desviación de fondos en los proyectos de donaciones del grupo. No soy Robert y definitivamente no tengo motivos para temer tus amenazas. Quiero uno culpable o te acusaré de malversación. Será mejor que pienses en una justificación aceptable - ella se sorprendió con mis palabras. Abrió la boca para responder, pero no dijo nada. Robert estrechó su ojos. - Puedo arreglarlo - y la amenaza estaba ahí. Era lo que necesitaba para actuar. - Tengo certeza que si. Sé quién eres y de lo que eres capaz. Pero no me ensuciaré con esto juego sucio. Mi único objetivo es cuidar lo que me pertenece. Si tú y Robert van a luchar por una maldita contraseña, hazlo lejos de mis empresas - sonrió con ironía. - Espero que estés satisfecho, Robert. Tu amante seguirá destruyendo todo por lo que luchaste para mantenerse erguido. - Ex amante - volvió a mirarme conmocionado. - Y por cierto ... ¿Robert? Tu estas encendido. - ¿Qué? - habló al mismo tiempo. - No puedes hacer eso. El es el director ejecutivo. El mejor entrenador que hemos tenido. Te has vuelto loco. Qué ¿Es este tipo de estafa? - Tanya se quedó alarmada. Sin entender hasta dónde podría llegar. - Melissa, ¿puedo hablar contigo? - Levanté una ceja y me crucé de brazos. - A solas -su mandíbula rota indicaba que estaba en su límite. - ¿Es un marco? ¿Vas a discutir las reglas de este juego ahora? Están pensando que me van a ir engañar con esta puesta en escena? No caeré en esta historia, Robert. ¿Entendido? Ve profundo, Melissa. Despidelo. “Ya está hecho.” Di la vuelta a la mesa y me senté en su imponente silla. - ¡No esta no! - él gritó. - Te perdiste durante tres jodidos meses. Se fue sin ninguna Señal de vida. ¿Me volviste loco, me torturaste, me destruiste y volviste así? No te di las acciones. Estaba sólo una maniobra para evitar que Tanya los alcance. Fue una forma de cumplir mi promesa. ¡Maldita sea! Finalmente explotó. Temí por lo que podría decir y principalmente por no saber hasta donde podría ir. ¿Pero no era ese el plan? ¿No necesitaba Robert ser destruido, humillado? ¿No era ese mi objetivo o parte de él? Entonces, ¿por qué mi corazón no aceptó mi mente y acepté que tendría que ser así? - ¿Me diste el dinero? - ¡Maldita sea, Melissa! - ¿Sí o no? - Me miró con rabia y frustración. Se pasó las manos por el pelo tirando del aire con fuerza. - ¿Sí o no, Robert? - Confié en ti. - Y yo en ti. Al parecer, las cosas no salieron como esperábamos, ¿verdad? - Melissa ... - ¿Me diste el dinero? "Sí," siseó. - ¿Firmé la transferencia del monto? ¿Firmé el contrato de compraventa? "No seas cínico", gruñó. - Sabes muy bien que lo hice porque te creí nunca tendría el valor de robarme.
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