Sadrac abrió los ojos de par en par, completamente desconcertado por la demostración de afecto casual. En Pyrion, tal contacto físico entre reyes sería impensable a menos que fuera seguido por combate o desafío. Sus ojos se dirigieron inmediatamente hacia Zelek, quien observaba la escena con una sonrisa medio contenida y asintió de forma silenciosa, como diciéndole que así eran estos elfos y que debía aceptarlo como parte de su cultura.
Luego Theron se dirigió hacia Brielle y le dio el mismo beso de saludo en la mejilla, que ella aceptó con total tranquilidad y una sonrisa genuina, ya que estaba familiarizada con esas costumbres desde la infancia.
Pero a pesar de que era un saludo inocente e insignificante en lo referente a su cultura, Sadrac sintió como un gruñido involuntario emergió d
